Dog collar. [Seventeen]

XIII

—No tengo nada para usted, Agente Junhui— Habló Wonwoo sabiendo que esperar del Chino, porque ya llevaba dos noches esperándolo fuera del edificio para monitorear su progreso en el caso de Xú Minghao, progreso que no revelaría hasta estar frente a ambos. Porque no se trataba de una competencia, era la vida de una persona y un posible secuestrador, algo que Junhui y Mingyu no parecían entender. Jun lo siguió de cerca caminando por el estacionamiento. Estaba oscuro y solo el auto de Wonwoo y el auto de Junhui se encontraban ahí. —Es enserio, no tengo nada, ni para usted ni para nadie.— aclaró cuando el agente se interpuso en su camino con una sonrisa.

Si bien no le desagradaba Junhui, debía admitir que su actitud aparentemente paciente y de buen humor lo intimidaba, porque era incluso más insistente que Mingyu y menos prudente, si, era comprensivo, pero también podía tornarse pasivo/agresivo, y esto lo sacaba a relucir con el agente coreano. Pero era algo con lo que Wonwoo podía lidiar, estaba acostumbrado a trabajar con gente molesta y apurada, y Jun, aunque no lo aparentaba, recaía en ese grupo. Ahora, tener al agente chino detrás suyo no era un problema, el problema era tener al coreano a la defensiva dudando de la fidelidad que según Mingyu debía tenerle.

Cuando reanudaron el paso su coche le pareció a estar a kilómetros, porque no había mucho que hablar con alguien que no conocía y que no fuera de trabajo, porque su hora laboral había acabado y no se quebraría la cabeza pensando gratis.

—¿piensa acompañarme hasta mi auto, agente Wen?— preguntó cuándo el silencio se le hizo insoportable. —Que considerado.

—La noche es peligrosa, en corea, en china y en todos lados— mencionó Junhui frotando sus manos para darse calor, porque el frio era insoportable en esos momentos, y Wonwoo lo sabía, porque él también tiritaba con cada paso. —Vine a hacer algunas preguntas, me has dicho que no las responderás, solo me queda intentar convencerte.

Wonwoo lo observó de reojo, porque no estaba de lado de nadie, si Junhui llegaba a una hora correcta y le preguntaba adecuadamente le daría información, claro, que estando Mingyu ahí para no causar más problemas de los que ambos agentes se imaginaban. Pero en ese momento su trabajo había terminado, dejaba de ser un trabajador para convertirse en una persona caminando a su auto, dejaba de tener información para solo tener en mente lo que cenaría, y solo eso, nada de secuestradores, nada de evidencia, nada de víctimas, todo se trataba sobre él en esas horas nocturnas. Negó soltando el mayor suspiro de frustración de su vida, porque estaba cansado y tenía derecho a estarlo.

—¿Quiere hacer preguntas?— Se detuvo encarando al chino, esperando que su voz profunda mostrara su seriedad. — Que empiecen a las ocho de la mañana y terminen a las ocho de la noche— alzó su muñeca mostrando su reloj y lo señaló —Son las ocho y media de la noche, regrese mañana.

—Bien, regresaré mañana— Wonwoo se sorprendió u poco con la facilidad con la que Junhui lo había aceptado, porque con Mingyu todo era diferente, le insistía tanto que terminaba cediendo. Jun reanudo el paso. —Te acompañare hasta tu auto, la noche es peligrosa.

—Siempre camino solo hasta mi auto por las noches, gracias.— caminó un poco más rápido, tratando de que la distancia se acortara lo más pronto posible y salir de ahí. Junhui seguía a su lado, demasiado cerca, posiblemente buscando calor.

—Entonces tú eres el que me acompaña a mí hasta mi auto.

—Supongo que un agente Chino no puede andar solo por los estacionamientos de Corea.

—Supones bien, puedo perderme.— Bromeó, porque el auto de Jun estaba a lado contrario que el de Wonwoo, siendo los dos únicos en el estacionamiento. Wonwoo por fin sonrió. —a veces no recuerdo donde deje mi auto.

—Si no lo encuentras consigue un trineo, iría bien con este frio.—Llegaron al coche de Wonwoo, Junhui se detuvo a un lado casi a punto de irse. —¿No te perderás si te dejo aquí varado?— preguntó encendiendo el coche y abriendo la puerta del piloto, aun con Jun ahi.

—Trataré de orientarme lo mejor posible.— Respondió Jun con una sonrisa casi coqueta, o a eso le pareció a Wonwoo cuando se metió a su auto. —o puedes llevarme tú.— En definitiva le estaba coqueteando, pero no era incomodo, le causaba gracia como la inocencia de sus palabras se mezclaba con el tono de su voz y su curiosa sonrisa, tanto que lo hacia sonreír aun sin poder creerlo. —Asi que...— Continuó Jun poniendo algo de seriedad. —Si solo puedo preguntar de ocho a la mañana a ocho de la noche sobre la investigación...— Y Wonwoo casi deja ver su molestia respecto al tema — eso no evita que te pregunte ahora sobre un buen restaurante, y como no conozco la ciudad tú podrías llevarme...

Y Wonwoo soltó una evidente risa, por el extraño cortejo del chino, claro, le habían coqueteado antes, pero la mayoría de las interacciones eran meramente sensuales y jamás se mostraba más que una sonrisa sexy (como todos sus pretendientes creían que eran) y la seriedad del momento. Quizás era porque Wonwoo daba a entender que sería conquistado así por su apariencia o su expresión, si era su culpa o no sería otra historia, porque estaba cansado de ello. Pero Junhui parecía ser alguien entretenido, que lograba cambiar su estado de alerta a uno relajado y divertido, eso le gustaba. Dejando en claro que Junhui estaba coqueteándole era su hora de responder, era momento de apagar sus risas, porque el chino también se había echado a reír.

—Puedo llevarte a un restaurante y dejarte en la puerta, solo eso.

—Así que en vez de un Circo me abandonaras en un restaurante. — La sonrisa no desvaneció de su rostro, ni la de él ni en la de Junhui. —No sabré como regresar.

—Usa GPS

—el GPS no me dirá que me veo bien en traje.

—Yo tampoco te lo diré.— Y eso era cierto, porque Junhui no le parecía especialmente atractivo, su encantó era su carisma y nada más. Pero eso solo lo hacía interesante.

—No le podre decir al GPS que se ve bien en traje— Jun se corrigió de inmediato sacándole otra sonrisa a Wonwoo.

—Quizá otra noche. Cuando sea más cálido.— Porque Jun estaba temblando, poco, pero lo suficiente para notarse y Wonwoo no lo haría pasar más frio fuera de su coche. —Sé que mañana nos veremos, así que ve a resguardarte del frio.

Junhui no se negó.

—Buenas noches Wonwoo.

Y Wonwoo solo asintió sin saber cómo llamarlo, si agente Wen o Junhui, porque había perdido la forma respetuosa y distante de hablarle casi sin darse cuenta, lo que menos quería era familiarizar más de lo debido. Cuando Junhui se alejó cerró la puerta del auto y arrancó.