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—¿Qué tan mal te sientes? — Preguntó Hoshi contra la caliente espalda de Woozi. El movimiento era tan lento que pensó quedarse dormido, pero no, se mantenía preocupado, cuidándolo.

—Como la mierda— Murmuró el rubio restregando el rostro contra la almohada.

Hoshi suspiró contra la columna de Woozi, cansado del casi delicado estado de salud de Woozi. Aunque Dk le haya dicho que no se preocupara no estaba confiado de ello, Woozi solo conseguia aumentar su preocupación, cada vez más callado y distante que antes, casi frio ante él. Masajeó sus brazos buscando aliviar algo del malestar, aun sabiendo que podría no conseguir nada.

Se levantó solo un poco para reacomodarse, tratando de no aplastar el cuerpo ajeno, pero tan pronto se separó escuchó el molesto gruñido de Woozi reclamando, por lo que volvió a tomar la antigua y algo incomoda posición en la que estaba.

—Haces que tenga frio. — Se quejó su compañero. —deja de moverte.

—no es mi culpa.

—Entonces vete y no estorbes— Murmuró Woozi. —ya te fuiste una vez, después de todo no importa.

—¿Qué? No me he ido.

—Te fuiste ayer.

—No... Dk se fue ayer. — Hoshi se levantó casi de inmediato, dando un brinco para poder ver a Woozi, este no se quejó, permaneció recostado con ambos ojos cerrados. —¿te sientes bien?

Woozi asintió.

—te acabo de decir que me siento como la mierda.

Hoshi miró a todos lados, quizás en busca de una respuesta por lo confuso que estaba siendo el momento. Volvió a tocar la frente de su compañero, y como veces anteriores; estaba hirviendo. Tal vez había comenzado a delirar, o solo estaba un poco confundido.

—¿Qué dia es? — preguntó.

—¿crees que se que dia es? Eh estado aquí toda mi vida, probablemente sea miércoles. — la voz lenta del rubio le dio un pequeño escalofrio, y aunque podría confiar en la respuesta dada no sabia que era lo que le causaba tanta inconformidad. —Me duele la cabeza...

—¿quieres un masaje? Ayuda con el dolor.

—Siempre que quieres darme un masaje termino dándotelo yo... solo dame un momento.

Hoshi estuvo a punto de protestar, pero decidió dejarlo asi, no conseguiría entender las cosas que decía su compañero. Él nunca le había dado un masaje, nunca se había ido, pero Woozi le había dicho que si. Se apartó con cuidado de no molestarlo, dirigiéndose al baño para darle la privacidad necesaria a Woozi.

Se sentó, lejos de la vista del menor y esperó a que algo ocurriese, como otros días.

—Jeonghan— Llamó Woozi, como si Jeonghan fuera a responderle. —Por favor, trae agua, me duele la cabeza. ¡Jeonghan!

Y como Jeonghan no podía ir Hoshi le llevó agua, aun preocupado por el extraño comportamiento del menor. Estaba casi seguro que deliraba, pero no tenia idea del porque, él solo decidió cuidarlo, como Jeonghan o como Hoshi.

—Necesitas ir a un doctor. — le murmuró.

—No seas idiota, no podemos salir.

—Estoy seguro que Dk te llevará.

—Llevarme...— murmuró Woozi, aun con ambos ojos cerrados y el mismo tono de voz bajo y preocupante. —¿llevarme a ver a Jeonghan? ¿vamos a ver a Jeonghan de nuevo?

La voz de Woozi se quebró, sollozando, sorprendiendo a Hoshi quien solo pudo abrir los ojos de par a par e intentar encontrarle sentido al llanto de su compañero. Tal vez estaba dormido, hablaba dormido y mantenía largas platicas en ese estado, o quizás realmente deliraba, confundiendo las cosas e incluso imaginándolas. Hoshi lo abrazó, suspirando sin saber que hacer.

Dk debería llegar rápido.

Dog collar [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora