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—¿Suelen dejar en Corea que se secuestren a las personas? Nadie buscaba a Lee Jihoon de Busan, ni a Xú Minghao de China, no me sorprende que hubiera por ahí algún tailandés perdido...— Habló Junhui revisando una vez más la información que había traído desde China, Ya habiendo revisado todo por segunda vez no había mucho que decir respecto al caso, si había un secuestrador con un fetiche muy extraño o si los chicos se habían ido solos por la falta de familiares y se hubieran encontrado por azares del destino, y para Mingyu la teoría mas lógica era la del secuestrador fetichista. —Al parecer, si no tienes muchos familiares en Corea te secuestran.

De vez en cuando, Mingyu deseaba cerrar la boca del agente chino, apenas llevaban un dia juntos y el joven ya había dado muchos comentarios respecto al tema, pero cuando se trataba de revelar información sus lindos labios permanecían sellados. Ahora, en el suelo de su oficina repasando papeles y papeles de informes policiales sobre las desapariciones, Junhui no dejaba de hablar a veces de incoherencia, y Mingyu detestaba que Umji se riera o le diera la razón, porque ella, su secretaria, no ayudaba más de lo que harían ellos dos solos. Wonwoo había hecho un trabajo excelente con la evidencia, excelentemente inútil, porque no había nada más que una huella en la placa de The8, la sangre seca era de Minghao y su ropa vieja estaba tan sucia gracias a la tierra del bosque que nada había sido encontrado aparte de ello. Lo peor de todo es que avanzar les parecía imposible ya que la victima estaba en coma.

Regresar a la escena del crimen no era una buena opción, perros y agentes ya lo habían hecho en un pasado encontrando nada en el denso bosque...Bueno, no encontrando nada porque se guiaban por caminos ya conocidos por seguridad, los días eran fríos y perderse hasta llegar a la noche no era muy buena idea.

Un pitido se escuchó fuera de la oficina y Umji salió disparada de ahí, Mingyu agradeció aquello porque por un momento escucho el completo silencio en la habitación.

—Jefe Kim— Habló la secretaria asomándose como siempre por la puerta, ambos agentes levantaron la vista enfocándola en Umji. —El doctor Hong quiere verlo en el hospital, es sobre Xú Minghao.

Y tan pronto la joven dejo de hablar los dos hombres dentro de la oficina salieron de inmediato rumbo al hospital. Junhui no busco su auto, se subió al de Mingyu con una tierna sonrisa desde el asiento del copiloto y el más alto no dijo nada, solo hizo una mueca y se metió tan rápido como arranco, en ese segundo ignoro como el chino daba una vuelta con sus ojos ¿y eso porque? Condujo con rapidez exasperado de no tener un mejor avance que la policía China, si la victima era de ayuda lo seria para los Coreanos.

No terminó de estacionarse cuando Wen saltó del auto caminando a la entrada con rapidez, Mingyu maldijo y dejo todo de golpe quitando las llaves y corriendo en busca del agente Chino. No pensó que era infantil, porque Junhui lo era más cuando corrió hacia el elevador e hizo que las puertas se cerraran frente a él. Asi que Mingyu corrió nuevamente a las escaleras olvidando que la habitación era hasta un doceavo piso. Y ahí estaba, corriendo como un niño pequeño jugando una carrera y sudando como nunca subiendo las interminables escaleras mientras que Junhui ascendía por el maldito elevador con música de fondo y aire fresco ¡Se estaba comportando como un niño! Y él no seria un niño perdedor, si iba a ser un niño seria el mejor niño.

Cuando llegó al doceavo piso tomó un leve receso para respirar colocando sus manos sobre sus rodillas, tratando de recuperar el aire, observo las puertas cerradas del ascensor haciéndolo pensar que había llegado tarde o quizás muy temprano. Se enderezo dando un fuerte suspiro y comenzó a caminar por el pasillo buscando con la mirada a sus dos agentes primerizos, ahí estaba, Lee Chan, pero solo él, le pareció extraño que solo un policía estuviera custodiando la habitación de Minghao, Samuel había pasado toda esa semana a lado de Chan y ahora parecía haberse esfumado. Para cuando estuvo enfrente de Chan las puertas del elevador se abrieron dejando ver a Junhui hablando con un par de ancianas, Mingyu ignoró a Chan y entró a la habitación.

Joshua estaba sentado junto a la cama de Minghao, sosteniendo entre sus manos un pequeño libro. Joshua lo saludó con una sonrisa y Mingyu trató de responder de igual manera.

—¿Qué ocurre?— preguntó de inmediato caminando con tranquilidad recuperando el aliento, sentía el horrible calor por su cuerpo y el ambiente frio de la habitación. La puerta se abrió dejando pasar al apuesto Junhui pulcro y tranquilo, casi como un modelo. — ¿pasa algo malo con la victima?

—No ocurre nada malo con Xú, de hecho va perfectamente bien— Mingyu hizo una mueca esperando escuchar mas de Hong mientras que Junhui parecía aliviado con la noticia, el doctor hizo una larga pausa antes de continuar; — Pero, hace unos minutos alguien estaba aquí.

El rostro de Mingyu era indescriptible, pero Junhui se mantuvo al margen mostrando solo una mueca sorprendida. El doctor se mostró serio y seguro de cada palabra, incluso cuando el mas alto dudo de ello.

—¿Cómo que alguien estaba aquí?— preguntó Junhui asegurándose de haber entendido bien. —¿fue el policía? ¿Alguna enfermera?

—Fue alguien sin autorización, las cámaras no lo captaron por completo pero...

—¿Dónde estaba Chan y Samuel?— Preguntó Mingyu con apuro.

—Escuche que Samuel renuncio esta mañana y... Chan y yo salimos a comer, se suponía que nadie tendría que estar por aquí, no es hora de visitas.

—Al parecer a alguien no le importo eso— Canturreó Junhui haciendo a un lado la persiana que cubría la ventana, se asomó por ella sin mostrar interés. —Si Minghao no tiene familiares, y ni siquiera amigos cercanos en Corea ¿Quién se interesaría por entrar a su habitación?— Mingyu sintió congelarse ante la idea pero de inmediato la ira hizo que su cuerpo hirviese, pero el chino seguía en calma. —Tal vez el secuestrador, o quizás uno nuevo, también podría ser una persona perdida, o se equivocó de habitación.

—Es poco probable— Habló el doctor Hong titubeando un poco, su voz calmada y amable no había cambiado en ningún momento. —Los resultados de varios análisis que se hicieron a Xú Minghao desaparecieron.

Ardiendo de ira, ese era el estado actual de Mingyu, y era normal hacerlo cuando la investigación iba tan mal gracias a la policía China, ahora tenía que lidiar con eso e investigar a ese misterioso hombre, si las cosas serían más fáciles o más difíciles definitivamente no lo sabría. 

Dog collar [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora