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El aire entró de nuevo por la ventana, hciendo que el cuerpo entre las sabanas se removiera con inquietud buscando calor a su mano. Extendió la mano intentando encontrar a aquella persona que se suponía debia estar ahí, pero no se topó más que con un par de almohadas que de inmediato retiró. Despues de un par de segundos se sostuvo entre sus brazos y buscó por toda la habitación.

¿Por qué la mañana se sentiría tan fria?

—Te dije que te levantaras hace horas— Sonrió al escuchar su voz y despues al sentir su cuerpo sobre el suyo, intentando aplastarlo, pero seria imposible tomando en cuenta sus tamaños. —Es casi increíble decir que yo solia dormir más que tu.

Sonrió, girando para abrazar el pequeño cuerpo y tirarlo al colchón. Se ocultó en su pecho, escuchando los latidos con cariño y depositando un suave beso en él, acariciándolo con su mejilla mientras mantenía los ojos bien cerrados. Disfrutaba su calidez.

—Estaba soñando contigo— Canturreó sintiendo las suaves manos de su pareja sobre su espalda.

—Eres un idiota ¿Por qué soñar conmigo si me tienes aquí?— So respondió simplemente se hundió tanto como pudo, abrazándolo con fuerza. —Soonyoung...

—Shh... Jihoon, tu corazón me está hablando.

—Eres un cursi...— Jihoon murmuró apenado, tratando de evitar que su risa saliera a la luz. —Levántate, tenemos cosas que hacer.

—¿acaso soy el único que escucha a tu corazón?— Soonyoung subió hasta poder ver el rostro de Jihoon, sonriéndole y haciendo que sus pequeños ojos se achicaran más, dándole esa linda forma 10 10 del reloj. —Dice que quiere quedarse en cama conmigo.

—Entonces avísale que tenemos que ir a un lugar hoy.

Soonyoung asintió, aunque no hizo lo que Jihoon quería, en cambio tomó las mejillas de su pareja y juntó sus frentes jugueteando un poco, cerrando los ojos y sintiendo el dulce aroma que desprendía Jihoon. Estaba tan enamorado. Eso era paz.

Suspiró sintiendo el corazón pleno, tan tranquilo y enamorado que jamás se imaginó estar asi. Casi flotando. No estaba mal perderse una mañana en sus sentimientos, embarcarse en aquella paz que le proporcionaba su pareja, no estaba mal ser feliz, por eso se convenció de ello, aceptó que era feliz.

—Te amo— Le murmuró aun sabiendo que a Jihoon no le gustaban esas cosas. —Dios, no tienes idea de cuánto.

Jihoon sonrió y él fue quien inició un largo y lento beso, relajante y perezoso a la vez, con ganas de durar toda la vida.

—Es hora de levantarse— Habló Jihoon cuando por fin se separó, empujando a Soonyounng y huyendo de sus brazos para no volver a ser arrastrado. —No quiero escuchar berrinches.

Y Soonyoung hizo berrinches.

1004

Jihoon caminó con tranquilidad, sabiendo que Soonyoung tomaba su mano y que no se habia quedado descansando en una roca como cada dos minutos, esta vez el recorrido era continuo y sin interrupciones, quizás porque se estaban acercando.

Observó el bosque, tranquilo y colorido, con el sol colándose entre las hojas, tan hermoso como nunca lo apreció. Era diferente, todo ultimadamente resultaba nuevo a pesar de haberlo vivido años atrás. Suspiró cuando una sonrisa se le escapó de entre los labios. Habian llegado.

Dejó las flores sobre aquel lugar, soltando la mano de su pareja (aunque Soonyoung de inmediato quiso tomarlo de vuelta) y arrodillándose para descansar un momento. Quizas Jeonghan ya no estuviera ahí, pero de alguna manera una parte de él se sentía presente cada que lo visitaba, cada vez con menos frecuencia.

—¿lo extrañas?— Preguntó Soonyoung abrazándolo por la espalda, brindándole cariño. — Ha pasado un tiempo...

—Lo se, pero estoy bien... estamos bien.— Suspiró. —Esto del síndrome de Estocolmo me está desquiciando ¿ a ti no?

—Es difícil. Muchas personas quieren que lo odiemos, pero no puedo odiarlo...— Hizo una breve pausa. —Pero tampoco justifico lo que hizo. Sigo algo confuso al respecto.

—Yo lo he perdonado— Por fin dijo Jihoon, despues de tanto tiempo de ocultarlo. —Independientemente de lo que sienta por él desde ahora o antes, lo perdone, aun sin quererlo o sin odiarlo. Solo quiero seguir mi camino.

Soonyoung sonrió besando su mejilla con cariño.

—Estaremos bien Jihoon— Murmuró el mayor contra su hombro.

Jihoon asintió, poniéndose de pie y llevándose al mayor con él, girándose para abrazarlo con fuerza, cerrando los ojos y aspirando su aroma.

—Te amo, Soon.

—¿ahora quien es el cursi?— Preguntó Soonyoung con una gran sonrisa antes de recibir un suave golpe de su pareja. Volvió a reírse, abrazándolo, sintiéndose por fin liberado. Con Jihoon, sin importar donde fuera, siempre se sentiría libre.

Jihoon soltó lo que sostenía en su mano derecha, que había ocultado entre las flores, lo dejó caer aun mientras abrazaba a SoonYoung. Aquella placa que lo había mantenido marcado durante tanto tiempo, confuso, esa parte de su propia historia que si bien no olvidaría tampoco dejaría que lo limitara. Las dos placas doradas cayeron sobre el suelo, haciéndole compañía, muy en lo profundo, a la que mantenía grabado; 1004.

Por fin pudo sonreír en paz, siendo auténticamente feliz.

Dog Collar


...

Asi es, este es el final de esta larga historia <3 Pero aun falta un epilogo :') no me he olvidado de algunas cosas <3 ay, me siento feliz de haber terminado esta historia pero a la vez me siento... extraña, no se, la odie y la ame tanto <3 solo espero que haya gustado. Bien, es todo por ahora, hasta el epilogo~ 

Dog collar [Seventeen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora