Dog collar [Seventeen]

XXXIX

Jun llegó al hospital estaba a punto de colapsar, su salud estaba mal y su cuerpo apenas y podía mantenerlo en pie, y no era exageración, literalmente había estado trabajando día y noche moviéndose de un lugar a otro sin descanso, el poco rato que tenía libre lo gastaba fingiendo que se encontraba bien, que no le pesaban las horas extra del trabajo, que Corea le sentaba bien, pero todo era mentira. Trabajar solo en una investigación nunca era fácil, pero era el costo de no confiar en nadie, JunHui no tenía a Wonwoo para que lo ayudase ni a Umji para que distrajera a Mingyu mientras hacia su trabajo, tampoco contaba con el agente coreano ni con el doctor, estaba completamente solo aprendiendo a cómo moverse por las calles. Estaba a punto de derribarse, pero de nuevo, estar en la habitación de Minghao y verlo ahí hacia que todo valiese la pena.

Dejó algunos papeles que llevaba consigo en la cómoda, se sentó en la única silla y observó el rostro inconsciente del muchacho, sonrió al ver el suave movimiento de su pecho al respirar y supo que hacia lo correcto, para cuando Minghao despertara él podría darle la noticia de que viviría sin miedo a que aquella persona regresara. Cerró los ojos para descansar un segundo.

Se quedó dormido en la habitación de Xu Minghao, lo sabía al estar semi consiente de todo, porque él nunca había podido dormir del todo bien, siempre estaba al pendiente de cada ruido o movimiento. Cuando escuchó la puerta abrirse saltó poniéndose alerta al segundo, giró para encontrar a la persona y visualizó a Joshua. Suspiró e hizo una mueca, detestaba no poder estar ni un segundo en paz con la única persona de la que no desconfiaba, con la que podía dormir tranquilo.

—Vine a revisar el estado del paciente— Habló Joshua y Jun asintió, porque no se iría de la habitación. —Solo será un minuto.

—adelante.— dijo Jun sin moverse, ya fuera un minuto o una hora no dejaría a Xu Minghao, porque Joshua siempre llegaba cuando se encontraba con él. —me quedare aquí y guardare silencio.

Jun era atentó a los detalles, al rostro de las personas y a cada gesto, quizá por eso notó algo de incomodidad en el doctor, no incomodidad profesional de poder hacer su trabajo a solas, sino algo fuera de lo profesional, algo que incluso lo hizo dudar de su propio juicio. Hong se acercó a Minghao y Jun examinó cada detalle, el suero se tambaleó ligeramente y el pequeño "pip" en la pantalla no cesó, fue un chequeó que a Jun le pareció casi innecesario, sin importancia, le dio una idea de que aquello solo era una excusa para no dejarlo a solas con Minghao. Quizás Mingyu o quizás el mismo Hong, no importaba quien fuera, solo sabia que lo querían lejos de Minghao, y no le sorprendía para nada, él también los quería a ellos lejos del joven.

—¿él esta bien?— preguntó Jun cuando parecía que al doctor no se le ocurría más por hacer. —¿Quién lo asea?

—Esta bien— respondió Joshua sin quitar los ojos de las anotaciones que siempre cargaba. —Eso lo hacen las enfermeras por lo general... pero como nadie puede entrar aquí lo hago yo.

—Así que nadie más entra... ni siquiera una enfermera.

—Así es, nadie tiene autorización para entrar a esta habitación, solo el agente Mingyu y yo.

El mensaje fue claro, ni siquiera Junhui debería de estar ahí, pero para ser honestos no creía en aquellas palabras, sabía que alguien más entraba a la habitación por las noches. Esa noche no se fue, durmió en la silla esperando, protegiendo a Minghao de cualquier persona, incluso de Chan, porque no lograba confiar en nadie.

Feliz fin del mundo

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