Nightstar

Capítulo 7: Yo te cuidaré

Normal

Aunque la llegada de la niña a la mansión facilitaba el trabajo de Damian de asegurarse de que estuviera a salvo, eso no lo hacía feliz. Había tenido que voltear su mundo de cabeza para soportar su estadía en la casa. Detestaba sus llantos porque extrañaba a su mamá y a su papá, llantos que lo mantenían despierto varias horas en la noche y lo dejaban demasiado cansado como para ir al colegio o patrullar.

Un día en particular, muy poco después de su llegada, Mar'i estaba enferma. Tenía fiebre y nadie conseguía que ella dejara de llorar. Todos suponían que además, Mar'i necesitaba a su madre. La familia completa había intentado de todo, y todos habían intentado arrullarla para que volviera a dormir o hacerle mimos, pero la niña no conseguía calmarse.

-Hola Dick, soy Barbara, Barbara Gordon. Te he llamado unas ocho veces en una hora y no respondes. Mar'i ha estado llorando sin control por varias horas, y no sabemos qué tiene o cómo ayudarla. Por favor devuelve mis llamadas, es una emergencia. Tu hija te necesita-Dijo ella, y guardó su celular rendida.

-¿Nada aún?-Preguntó Alfred mientras cargaba a una desesperada Mar'i. La pequeña lloraba por lo mal que se sentía y su malestar resultaba contagioso entre sus familiares, quienes querían verla jugar.

-¿Y Bruce? ¿No está en la casa?-Preguntó Tim mientras se cubría los oídos con una almohada.

-Ya viene en camino, estaba en una junta muy importante y acaba de salir de la oficina-Respondió Barbara meciendo a Mar'i suavemente.

-¿Y los Titanes? ¿Alguien sabe algo de ellos?-Preguntó Tim mientras se levantaba de la cama. Intentó darle una de las caras muñecas que Bruce había comprado a la niña. Ella la tomó y se la lanzó de vuelta a la cara con la fuerza digna de un bebé tamaraniano.

-Estoy intentando llamar a Raven, pero no creo que resulte. Creo que está en una misión-Dijo Jason al teléfono.

Damian, quien había estado en su cuarto todo el tiempo con almohadas cubriendo su cabeza para poder minimizar el ruido, finalmente se puso de pie y se dirigió a la habitación de la bebé hecho una furia.

-¡Callen a ese engendro de una vez!-Gritó Damian golpeando la puerta con fuerza. Mar'i llevaba menos de seis días en la mansión, y él ya quería lanzarla por la ventana. Para su desgracia, golpear la puerta solamente alteró más a la niña, quien convirtió sus lloriqueos en gritos.

-¡Maldición!-Gritó Damian mientras se alejaba en el pasillo, pero los gritos se oían incluso en el jardín de la casa.

El muchacho seguía furioso por el enorme interés que todo mundo sentía por la bebé. Bruce había pospuesto cuatro noches de patrullaje para dedicarse a crear un cuarto nuevo para Mar'i. Alfred se había dedicado a acomodarlo con ayuda de Tim y Jason, y Barbara se había encargado de todo el papeleo para la adopción de la bebé. Damian sentía un odio profundo hacia aquella cosa chillona, que aparte de todo tenía que cuidar y asegurarse de que estuviera a salvo las veinticuatro horas del día.

Finalmente, Bruce llegó corriendo al cuarto visiblemente preocupado y bastante despeinado, como si hubiera corrido desde su oficina hasta la casa.

-¿Alguna mejoría? ¿Les han respondido las llamadas?-Preguntó mientras se quitaba la corbata y el saco.

-Ninguno de los Titanes me responde el teléfono. Todos están en una misión en Siberia y regresan en una semana. Ya agotamos nuestras opciones ¿Qué hacemos mientras tanto?-Preguntó Jason nervioso.

-¡Callarla de una vez! ¡No puede ser tan difícil!-Rugió Damian desesperado.

Bruce se acercó a Barbara y tomó en brazos a la niña. Le habló con tono conciliador con una sonrisa en la cara:

-Shhh. Todo está bien cariño. Todo está bien. Tú estás a salvo, ¿de acuerdo? No te va a pasar nada con nosotros. Yo te cuido, pequeña-Le aseguró Bruce mientras la mecía suavemente. Mar'i poco a poco comenzó a calmarse hasta guardar silencio y tomar la mano de Bruce.

Jason, Barbara y Tim miraron a Bruce con los ojos muy abiertos, bastante sorprendidos.

-Bueno, ¿quién lo diría? Batman arrullando a una bebé para que se durmiera-Dijo Barbara poniendo las manos en la cintura.

-Lo sorprendente es que solamente lo escuchó a él. Todos lo intentamos y nadie más lo consiguió-Dijo Jason mientras se tiraba al suelo aliviado. Tim se tiró junto a él y apoyó la cabeza en la silla de ruedas de Barbara.

-Al fin...-Murmuró Damian, y se fue a su cuarto.

Bruce notó de inmediato que algo sucedía con Damian, pero dudó que el chico quisiera hablarlo con él, por lo que se dirigió a Alfred. Los dos hombres estaban en la cocina hablando mientras Bruce seguía cargando a la bebé.

-Aún no la soporta. Evita siquiera verla a los ojos-Dijo Bruce mientras cargaba a Mar'i y la seguía meciendo. Temía que si la soltaba iba a volver a llorar.

-El joven Damian sigue muy triste por la caída del joven Dick y la muerte de la señorita Starfire, y estoy casi seguro de que atribuye su fallecimiento al embarazo-Dijo Alfred mientras preparaba un biberón.

-No, no solamente es eso, porque olla odiaba desde antes de que Starfire muriera. No entiendo, Alfred, no tiene ni siquiera un año. ¿Cómo Damian puede tenerle tanto rencor?-Preguntó Bruce confundido.

-Pues, el joven no tuvo una infancia precisamente amable, Señor Bruce. Damian tuvo una infancia bastante dura al lado de la señora Al Ghul. Y quizá ver la atención y cariño que todo mundo le ha puesto a la pequeña Mar'i lo han vuelto algo hostil hacia ella. Debe sentirse desplazado-Dijo Alfred con seriedad mientras se sentaba al lado de Bruce y le entregaba el biberón.

-Quizá. Lo peor es que la persona que hubiera podido ayudar a hablar con él está en la parte más recóndita de Blüdhaven, probablemente inconsciente y con demasiado alcohol dentro de su cuerpo-Dijo Bruce mientras le daba la niña a Alfred. Bruce se frotó los ojos y pasó las manos por la cara.

-¿Ha tenido noticias de Dick?-Preguntó Alfred haciéndole mimos a Mar'i.

-Nada. No he sabido nada de él desde que traje a Mar'i a vivir con nosotros. No ha querido responder las llamadas o correos que le mando, y Nightwing no se ha reportado a varias emergencias-Dijo Bruce mientras cruzaba los brazos.

-Quizá también debemos darle tiempo. El joven Dick siempre ha sido un chico que se deja llevar por sus emociones. No podemos dejarlo solo, pero tampoco podemos presionarlo para que supere la muerte de su esposa-Dijo Alfred. La niña comenzó a gemir de nuevo y Alfred la regresó a los brazos de Bruce.

-Dick sabrá qué decisiones tomar. Es un adulto, ya no puedo perseguirlo-Dijo Bruce haciéndole un mimo en la nariz a Mar'i.

-¿Y qué va a pasar con Damian, señor Bruce?

-Él es muy inteligente. Sabrá manejar la situación. Mientras tanto tenemos prioridades-Dijo Bruce, sin saber que Damian espiaba su conversación.