Nightstar

Capítulo 47: Titanes Por Siempre

Normal

-Y vas a tener cuidado cuando cocines.

-Sí Bruce.

-Y cuando haya una emergencia vas a llamarnos.

-Sí Dick.

-Y vas a tener cuidado de no salir lastimada en las peleas.

-Sí Selina.

-Y vas a hacer todos los chistes sobre tu muerte que te sean posibles.

-Vas a dejar de hacer chistes con respecto a los cuarenta minutos que estuviste muerta.

-Entendido Jason, entendido Tim.

-Y recuerdas cómo se enciende un horno.

-Sí Alfie. Chicos, los amo, pero ya soy suficientemente grande para todas esas cosas. Además, no estaré sola, ¿sí? Saben que si hay problemas voy a tener bastante ayuda-Dijo Mar'i en el teléfono mientras escuchaba pasos que se acercaban a mi cuarto. De inmediato vio a Damian entrando sosteniendo una caja.

-¡Esa fue la última!-Exclamó él mientras aplaudía para sacudirse el polvo que le había quedado en las manos tras mover las cajas de mudanza.

-Está bien, nena. Nos veremos pronto-Dijo Bruce. Mar'i sonrió.

-Adiós chicos-Dijo ella al teléfono, y colgó.

Resulta que los Titanes no les habían dejado solamente el título para el equipo. Los Titanes les habían dejado incluso la Torre T. Habiendo decidido que habían crecido lo suficiente como para continuar viviendo allí, los antiguos Titanes consiguieron apartamentos cercanos a la Torre y les dejaron mudarse. Damian se había instalado en el cuarto que solía pertenecerle a Dick, Lian en un cuarto pintado con un atardecer en los muros, Jon en un cuarto para invitados al lado del de ella, y Arella, Mark y Silas conservaron las habitaciones que antes eran de sus padres. Por supuesto, Mar'i se había instalado en el antiguo cuarto de su madre.

-¿No crees que guardas muchas cosas?-Preguntó Damian confunfido mientras revisaba el contenido de la caja que acababa de traer. Sacó las réplicas de Nightwing y Starfire que Jinx le había obsequiado a Mar'i de pequeña.

-Tal vez, pero cada cosa trae recuerdos. Además, ocho cajas le pueden parecer muchas cosas a alguien que sólo trajo dos-Le dijo ella tomando los muñecos. Damian se rió y subió la caja al escritorio.

Mar'i se quedó quieta unos segundos, examinando especialmente la muñeca de su madre, y sonrió.

-¿Sabes? Cuando estaba en el laboratorio de Ra's al Ghul y Slade vi algunas cosas.

-¿Ah sí? ¿Qué clase de cosas?-Preguntó Damian con curiosidad mientras desempacaba algunas de las cosas de otra caja.

-A ti, a Bruce, a Dick, los Descendientes...a todos, aunque no podía ver sus caras claramente. Ustedes me decían que yo iba a causar su muerte, y otras cosas que yo sabía en el fondo, como que yo era manipuladora, que yo no era una buena heroína, que sólo lastimaba a la gente a mi alrededor, que por más que lo intentara nunca iba a llegar a la altura de mis padres-Murmuró ella bajando la mirada.

-Pero sabes que eso no es cierto, ¿verdad, linda?-Preguntó Damian apretando su mano con cariño.

-Eso no era lo importante. Lo importante es, que sólo una de esas visiones no fue aterradora. Era mi mamá, y ella me decía que me amaba. No la recordaba por completo, pero ahí estaba ella, tal cual como era antes de irse. Y me dijo que tenía que ser fuerte, porque ustedes iban por mí, a rescatarme-Reveló Mar'i con una gran sonrisa en el rostro.

-¿Otro de tus sueños?

-No lo sé. Ella me dijo que la familia y los Descendientes iban a rescatarme, pero también dijo que Talia al Ghul venía por mí. No había manera en que yo supiera que Talia al Ghul iba a rescatarme también-Murmuró ella, y una pequeña lágrima le corrió por el rostro. Damian apretó su mano nuevamente y le sonrió.

-¿Tú crees que era ella de verdad?

-Estoy segura que era ella de verdad. Ella dijo que nunca me iba a abandonar, y hablaba en serio. Ella jamás me dejó sola-Exclamó Mar'i sonriente.

Damian la abrazó con ternura, y de pronto una luz roja se encendió en todos lados junto con una sirena. Emocionada, Lian apareció en la puerta del cuarto de Mar'i acompañada por Jon. 

-¡Es nuestra primera misión oficial!-Exclamó ella emocionada parada en el marco de la puerta. Damian salió despedido del cuarto para ponerse su uniforme y lo mismo hizo Mar'i. 

Cuando el equipo estuvo listo, todos se dirigieron a la salida de la Torre. Silas los esperaba con un resumen de lo que estaba sucediendo, y se notaba que él también estaba nervioso y emocionado.

-Nos enfrentamos a un tipo llamado Mumbo Jumbo. Está robando un banco en el centro de la ciudad-Dijo mientras avanzaban en dirección a su destino.

-Entendido-Le respondieron todos al mismo tiempo. 

-¿Creen que nuestros padres hicieran estas cosas cuando tenían nuestra edad?-Preguntó Arella convertida en pantera.

-¿Les recuerdo que mi papá nunca fue un Titan?-Preguntó Jon volando arriba de ellos. Sus compañeros se rieron.

Mar'i miró a su equipo con una sonrisa. ¡Lo había logrado! No sólo era parte de una unión de héroes reconocida, sino que ahora ella era una Titan, de la misma manera en que lo fueron su madre y su padre. Sabía que los dos estaban orgullosos de ella, y ella lo estaba de ellos. Ahora le quedaba reponer los años perdidos con Dick, para terminar de hacer feliz a su madre donde quiera que ella estuviera. Y ahora, que la amenaza de Slade, "Raul Galsh" y todo eso había desaparecido, quizá su vida podría ser diferente. Podría conocer el planeta de origen de su madre, podría conocer bien a su familia...Un nuevo mundo de oportunidades se había abierto ante ella y la idea le encantaba. Sobretodo, porque ahora que Damian había aceptado que la amaba de verdad, la posibilidad de un futuro con él se había vuelto bastante tentadora.

Casi llegaban al lugar de la pelea. Mar'i miró al cielo unos segundos, y sonrió. Si Starfire nunca la había dejado sola, estaba con ella en esos momentos. Y la iba a hacer orgullosa.

Una vez que llegaron al banco que estaba siendo robado, Damian le guiñó el ojo a Mar'i.

-¿Tantos trucos de magia y no puedes aparecerte una novia?-Preguntó él en tono de burla al villano. Sus compañeros sonrieron y Mar'i se rió.

-¿Quiénes son ustedes?-Preguntó Mumbo enfadado. De su sobrero sacó una granada y la lanzó en dirección a los chicos. Mark creó un pequeño portal en el que ésta desapareció para aparecer junto a Mumbo. Mar'i apretó los puños. Tomó aire, y sonrió:

-¡Titanes, al ataque!