Normal
Mar'i Grayson estaba sentada en el suelo de su habitación jugando con las muñecas que Bruce le había comprado. Damian la observaba desde el marco de la puerta. Como odiaba a ese pequeño gusano. Por su culpa su hermano mayor se había olvidado de él y había enloquecido. Por su culpa una gran amiga estaba muerta. Por su culpa Dick estaba cada día más loco, y por si fuera poco, estaba atrayendo toda la atención de Bruce y Alfred. Sonaba estúpido e infantil, pero quería algo de atención, ya fuera de Bruce, Alfred, Barbara, Jason o incluso del idiota de Drake.
Estaba sinceramente dolido. Bruce nunca había tenido tantas atenciones con él. Nunca cancelaba juntas de trabajo o posponía tareas de héroe por cuidarlo si estaba enfermo. Nunca se quedaba hasta la madrugada jugando con él o hablando con él. Estaba furioso con aquel pequeño y estúpido engendro por haberle quitado a su padre.
Damian entró a la habitación de la niña azotando la puerta contra el muro y ella lo miró atentamente.
-¿Te crees muy especial, renacuajo?-Preguntó Damian mientras apretaba los puños. La niña ladeó ligeramente la cabeza intentando entender la situación. Como Damian rara vez estaba a su alrededor, él y su temperamento eran totalmente desconocidos para ella. Además, nadie nunca estaba enojado con ella.
-Te llevaste a Dick, a mi amiga, mis hermanos, mi padre y Alfred. ¿Te crees especial? ¿Eh? ¿Te crees especial, estúpido engendro?-Preguntó Damian mientras encaraba a la niña. Ella se rió sin entender una palabra de lo que él decía. Como Damian estaba enrojeciendo, la pequeña lo encontró gracioso y se rió.
La risa de la bebé lo hizo enojar aún más. Apretó los puños más fuerte y se arrodilló frente a ella.
-Sé que eres fuerte. Sé que eres poderosa, como lo era tu madre. Pelea conmigo, demuéstrame que vales aunque sea un poco. ¡Hazlo niña! ¡Lucha por tu lugar en esta familia, como yo luché por el mío!-Gritó Damian cada vez más enojado. A Mar'i le causaba muchísima gracia el gesto de enojo de Damian, por lo que se volvió a reír y aplaudió.
Damian, frustrado, la tomó por los hombros con algo de brusquedad. Mar'i dejó de reír y miró a Damian a los ojos con cautela y precaución. Ella no entendía el motivo del enojo de Damian, sólo entendía que él no se sentía feliz, y con su joven entendimiento, pensó que tenía el deber de hacerlo feliz. Le puso una mano en la mejilla y le dio un beso en la nariz como hacía con todos los que la visitaban. Eso los hacía felices a todos. Quizá lo haría feliz a él también.
Damian sintió que su furia desaparecía y era remplazada por una sensación que no pudo describir. Súbitamente ya no sentía aquellos deseos de luchar contra la pequeña. La veía como lo que era: una niña pequeña. Mar'i le puso ambas manos en las mejillas y pegó su nariz a la de él. Soló una risita alegre, feliz de haber hecho un amigo. De pronto Damian sacudió la cabeza y soltó a la niña con algo de brusquedad, sin importarle que ella casi rodó hacia atrás. El chico se levantó y salió caminando del cuarto en dirección al garage de la casa.
-Estúpido engendro-Dijo Damian, mientras se ponía el casco de la motocicleta de Robin, que Dick le regaló en cuanto cambió su identidad a Nightwing.
Se dirigió a toda velocidad a Blüdhaven para buscar el departamento en el que Dick vivía. Lo encontró dormido en la entrada, con la mitad de su traje de Nightwing puesto y aferrado a una botella de cristal.
-Dick, levántate-Ordenó Damian dándole un puntapié en el hombro. Dick murmuró algo, pero Damian no le entendió.
-Richard, estoy hablando en serio. Necesito que te levantes, ¿de acuerdo? Tu maldito engendro me está arruinando la vida-Dijo Damian tirando de su brazo para meterlo a la casa.
-Mar'i...-Murmuró Dick en voz baja.
-Sí, sí. Mar'i. Necesito que te levantes y vayas por ella-Dijo Damian lanzando a su hermano al sillón más cercano.
Damian lanzó una mirada rápida al lugar. La mesa seguía destrozada, y había evidentes huellas de la pelea que había tenido Bruce con él.
-¡DICK! Escúchame: necesitas ir por tu hija ahora mismo-Dijo Damian dandole una bofetada para poder hacerlo reaccionar.
-¡No! Ya déjame Damian. Quiero a mi bebé. Quiero a Kory...Kory...-Balbuceó Dick mientras comenzaba a llorar de manera lastimera. Damian volteó los ojos.
-¿Qué demonios crees que ella diría si te viera de esa manera? ¿Qué crees que diría si supiera que te tuvimos que quitar a la niña porque corre más peligro contigo que con nadie más?-Preguntó Damian tomando a Dick por los hombros y sacudiéndolo.
Damian miró el departamento detenidamente, examinando el lugar. Las ventanas estaban llenas de agujeros, las paredes se caían a pedazos. La cocina era un desastre total, y había armas regadas por doquier. La puerta tenía la cerradura rota, y a juzgar por la cantidad de botellas de cristal vacías que estaban regadas por el piso, Dick gastaba el poco dinero que le quedaba únicamente en alcohol.
Damián consideró si de verdad podría mandar a Mar'i de vuelta a ese lugar. Él no era una mala persona, y sabía perfectamente bien que no podía quedarse en ese lugar. Mar'i no iba a sobrevivir si se quedaba con su padre. Por más que Damian la quisiera fuera de su vida, no iba a exponer a la niña a una muerte segura. Tenía que cumplir la promesa que le había hecho a Starfire, incluso a pesar de lo mucho que odiaba tener que hacerlo.
Acomodó un poco el lugar y ayudó a Dick a acostarse de vuelta en su cama. Compró algo de comida y llenó de nuevo la despensa de Dick. Antes de salir, alcanzó a ver un marco de fotos roto junto a la mesa destrozada. Era una foto de Dick, Starfire y Mar'i en la fiesta de presentación de la niña. Los tres se veían felices y sonrientes. Damian tomó la foto y la guardó en su bolsillo. Quizá no era el seguidor número uno de aquel engendro, pero había prometido cuidarla, y ahora tenía que cuidarla de su padre. No era el momento de que ella volviera a casa.
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Nightstar
FanfictionDespués de una gran tragedia, Mar'i Grayson queda al cuidado de Bruce Wayne y el resto de su familia. Para honrar la memoria de Starfire y una promesa especial, Damian Wayne tiene que poner su desagrado hacia Mar'i de lado y velar por ella cuando el...