Nightstar

Capítulo 3: La fiesta

Damian

El día de la dichosa fiesta de presentación llegó bastante rápido. Dick y Starfire se irían a Blüdhaven con su engendro en un par de semanas, por lo que querían acelerar todo. 

Todo mundo estaba arreglado como si se tratara de la familia real. Starfire y Dick parecían salidos de una revista, ella usando un elegante vestido rosa y él un traje negro. A mí me obligaron a usar un traje a juego con Tim Drake y Jason Todd. Los tres estábamos sentados en una mesa en el jardín observando todo.

-¿Qué pasa niño? ¿Te enoja no tener a quien matar? Hay cuchillos en la cocina-Me dijo Tim mientras me golpeaba con el codo en el hombro.

-Y a menos que te interese tenerlos clavados en la garganta me vas a dejar en paz-Le ordené mientras lo pisaba.

-Chicos, por favor. Dick pidió que nos comportáramos. Si quieren pueden matarse después de esto, pero hagamos las cosas bien por él-Dijo Jason.

-De todas maneras no tengo ningún interés de estar en esta ridícula fiesta-Dije yo acomodándome el cuello del traje.

-¿Sigues celoso de Mar'i?-Preguntó Tim, pero su voz ya no sonaba tan burlona. Más bien sonaba algo lastimera.

-No son celos. Es sólo que siento que todo mundo ha volcado su mundo hacia ella, y ha descuidado otras cosas importantes-Dije yo. Inmediatamente me maldije por haberme abierto así ante esos dos idiotas.

-¿Cómo qué? ¿Peleas y esas cosas? Sabes que tenemos todas esas cosas bajo control. No creas que nos dejamos abiertos a cualquier ataque-Dijo Tim cruzando sus piernas.

-Mira niño, no soy la persona más amable al hablar, pero lo tengo que decir: supéralo. Dick ya es padre, está casado y tiene una vida. Todos tenemos derecho a vidas fuera de esta casa y fuera de la vida de héroes. Él está haciendo la suya, y aunque no te está sacando del todo, requiere que le des espacio. Además, peleamos contra gente que nos quiere muertos todos los días. Un poco de distracción admirando a una bebé no le viene mal a nadie-Me dijo Jason mientras le daba un trago a su copa de champaña.

La fiesta era bastante animada y todo mundo se divertía bastante. La Liga de la Justicia, todos los Titanes y todos los equipos de héroes que pudiera haber estaban en sus trajes de civiles disfrutando el ambiente. Había fotógrafos en todos lados tomando fotos de la bebé y del evento. Y todo mundo moría por cargar al estúpido engendro, que usaba un vestido lila de lo más ridículo.

En determinado momento de la fiesta, Starfire se metió a la casa entre tambaleos. Se aferraba a todo lo que se encontraba en su camino para poder mantenerse de pie, cosa que me pareció bastante extraña. Preocupado, la seguí al interior.

-Star, ¿te sientes bien?-Pregunté yo mientras alzaba la ceja. Mi cuñada se veía pálida y temblorosa y comencé a preocuparme mucho. Incluso parecía tener problemas para respirar.

-No estoy bien del todo-Dijo ella mientras se pasaba una mano por la frente y usaba la otra para detenerse del muro. La tomé por los brazos para ayudarla a sostenerse.

-Quizá necesitas descansar un poco. ¿Necesitas que te ayude a subir las escaleras?-Pregunté yo mientras le pasaba una mano por los hombros y con la otra le tomaba la mano. De pronto, Starfire se desvaneció y cayó en mis brazos.

-¡Hey, despierta! ¡Grayson! ¡Necesito que vengas ahora! ¡Algo le pasa a Starfire!-Grité intentando sostener a mi amiga. La acomodé sobre mis piernas y le aparté el pelo de la cara.

Intenté encontrar una explicación lógica para lo que estaba ocurriendo pero no la encontraba. Starfire había sido una mujer muy sana toda la vida, y súbitamente estaba enferma. Días atrás ella solamente tenía dolores de cabeza, pero todos los habíamos atribuido a haber dado a luz recientemente. Pero Mar'i tenía cuatro meses de nacida ya, y no era normal que Starfire siguiera estando tan enferma.

Tras algunos minutos Dick llegó corriendo y en cuanto vio a Starfire inconsciente palideció.

-¿Qué pasó?-Preguntó arrodillándose frente a ella preocupado.

-No lo sé. Estaba mareada y tenía fiebre. De pronto se desvaneció-Dije mientras le revisaba el pulso.

Varios fotógrafos e invitados se acercaron a la escena para poder ver qué sucedía. En el fondo se podía escuchar el maldito chillido de la hija de Grayson, sentada en su silla y golpeando la mesita con urgencia. Probablemente la niña estaba enojada porque no le prestaban atención.

Furioso, me levanté y me acerqué a la niña y la encaré.

-¡Cállate!-Le dije, pero comenzó a llorar más fuerte.

-Mi bebé...-Murmuró Starfire de pronto despertando. Todo mundo emitió suspiros de alivio y Alfred pidió a la prensa que abandonara la casa. Por lo que escuché, se les ofreció bastante dinero para evitar que publicaran fotos del desmayo de Starfire.

-¿Qué pasó? ¿Cómo te sientes?-Preguntó Dick mientras la ayudaba a ponerse de pie

-Sólo quiero a mi bebé-Pidió Starfire mientras extendía los brazos a la silla. Tomé a su hija y se la puse en los brazos.

-¿Qué fue lo qué pasó Star?-Preguntó Raven preocupada.

-Yo...me sentía muy mal. Y entonces perdí la consciencia.

-¿Has tenido alguna otra clase de síntoma?-Preguntó Jason mientras se arrodillaba a su lado.

-Ha estado mareada, y con dolores de cabeza seguidos-Dije yo desde mi lugar, detrás de mi padre.

-Starfire, voy a tener que hacerte algunos análisis, ¿de acuerdo? Hay algo aquí que no está bien-Dijo Cyborg leyendo su brazo, en el que había iniciado un escaneo del cuerpo de la chica.

-De acuerdo. ¿Puedo ir a dormir? Me siento cansada-Dijo ella mientras se dirigía a las escaleras.

-Claro. Alfred, acompáñala a alguna habitación por favor-Pidió mi padre, y Starfire desapareció escaleras arriba con su familia.

Todos los invitados se fueron en cuanto Starfire subió. Todos nos pidieron que los mantuviéramos al tanto de la situación y que si necesitábamos cualquier cosa no dudáramos en recurrir a ellos.

Cuando ya iba a subir a dormir, pude escuchar a mi Padre y a Cyborg hablando del asunto en la sala.

-¿Qué crees que sea?-Preguntó Padre.

-No lo sé, pero todo se ve muy mal. Bruce, no estoy seguro de poder salvarla de esto-Escuché que dijo Cyborg.

-Cyborg, yo no creo que podamos hacerlo-Fue lo último que dijo mi padre.