Capítulo 43: Patética

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Mar'i

Las máquinas que me rodeaban, en las que no había reparado antes, habían comenzado a iluminarse y mostrar letreros que indicaban 100%. Tuve un muy mal presentimiento al respecto y comencé a pelear con mayor fuerza para poder liberar mis manos de mis ataduras. Finalmente conseguí soltarme de la camilla. Busqué algo que me pudiera servir como un arma para poder defenderme en caso de que alguien viniera a buscarme, pero antes de poder hacer una búsqueda exhaustiva escuché pasos que se acercaban al cuarto, y por la ventana de la habitación, cubierta por una cortina, pude ver la sombra de alguien que se acercaba. Me escondí junto a la puerta para que quien entrara no me viera.

-Así que el proceso ha terminado. ¿Quién lo diría? Sí tuviste una utilidad después de todo-Dijo Slade mientras avanzaba hacia el cuarto.

Claro. Lo había olvidado por completo. El estúpido proceso para copiar mis poderes. ¿Lo habían conseguido ya? Entonces esto no iba a acabar nada bien. Él abrió la puerta de inmediato y lo primero que vio fue la camilla vacía.

-¡Maldita sea! ¡Ra's! ¡La chica escapó!-Escuché que gritaba. Cerré de inmediato la puerta y lo ataqué por la espalda lanzándolo al suelo. No se esperaba el ataque así que yo le llevaba cierta ventaja.

-¿Creíste que podrías vencerme tan fácil?-Pregunté furiosa mientras lo golpeaba en la cara. Él gruñó y me pateó en el estómago, quitándome de encima de sí mismo.

-Tú sólo das problemas, ¿no es verdad?-Preguntó él mientras desenvainaba una espada. Asombroso, ahora yo estaba en enorme desventaja justo cuando mis poderes no funcionaban del todo bien.

A pesar de haberlos recuperado, mis poderes no eran tan potentes como siempre. Quizá era por el miedo, por el hecho de haber visto morir a mi padre, o la incertidumbre de no saber qué demonios me iba a pasar ahora, pero si lo que Slade había dicho de mis emociones era cierto entonces iban a ir y venir a lo largo de la batalla. Nada bueno.

Conseguí romper una de las patas de la camilla y golpeé a Slade en la cara con ella. Él blandía su espada enfrente de mi rostro y yo me defendía con las muñequeras o mi arma improvisada.

-Tu familia llegó por ti, ¿sabías?-Dijo Slade mientras se acercaba a mí.

-Mi familia...-Murmuré. Sonreí por unos instantes llena de alegría y orgullo. No me dio tiempo de alegrarme demasiado porque de inmediato él se lanzó a atacarme con la espada. Consiguió hacerme una larga herida en el brazo, pero era algo más bien superficial. Yo me aguanté la expresión de dolor. No quería que él me viera siendo débil.

-¿No es triste? Imagina el viaje que tuvieron que hacer sólo para encontrarse un cadáver. Una pena que ni siquiera ellos puedan salir vivos de aquí. No creas que les vamos a dar tal gusto-Dijo él mientras ponía la espada frente a mi cuello.

-Déjalos ir a ellos. Tu enemiga soy yo, no ellos. No los metas en todo esto-Dije mientras movía la espada de su posición usando mi antebrazo.

-¿Enemiga mía? ¿Tú? Querida Mar'i, no te confundas. Crees que eres mi enemiga, pero no. Eres el engendro de mis antiguos enemigos, y una persona con la que he estado peleando ocasionalmente por las últimas semanas, pero nada más que eso. ¿Necesito de tus poderes? Efectivamente, pero tú no me interesas. Eres tan patética...¿Qué otra forma existe de describir a una niña jugando a disfrazarse como su madre que sólo arriesga a los demás? Sólo aspiras a ser una copia de lo que tu madre fue-Dijo él mientras me lanzaba otro starbolt. Conseguí esquivarlo por pura suerte.

-Por lo menos no soy un monstruo-Le dije mientras le lanzaba mi arma. Él la atrapó y la destrozó con sus propias manos.

-¿Ah no? Manipulas a la gente para que haga lo que quieras, convences a todos de que eres un dulce ángel que vale la pena, te aprovechaste de la ignoracia y estupidez de Bruce Wayne para poder salirte a jugar con tus amigos a la calle...Viéndolo desde el punto de vista de un villano de profesión, sí, eres un monstruo, y uno muy patético-Me dijo mientras se acercaba a las máquinas que me rodeaban.

Sin quitar su vista de mí, y apuntando a mi abdomen con la espada, comenzó a presionar ciertos botones en las máquinas, revelando una jeringuilla con un líquido de un brillante color violeta, que sin dudar se clavó en el brazo y presionó el émbolo.

"Por favor, que eso tenga efectos secundarios y se muera en este instante" Recé, tanto a Dios como a X'hal, quien fuera que me pudiera escuchar en esos momentos.

Slade me miró y se quitó la máscara. Sonrió y como una manera de rechazar a mis plegarias, de inmediato encendió un starbolt de color violeta en su mano. Yo abrí los ojos como platos.

-Hermoso, e hipnotizante. Quién diría que escondías algo tan precioso como esto-Dijo Slade con voz sarcástica. y él me disparó en el abdomen con él. Estaba siendo atacada con mis propios poderes. Slade se rió mientras intentaba recuperar el aire que el starbolt me había robado.

-Bueno preciosa, ahora que mi plan ha dado resultado, creo que tú no eres demasiado necesaria-Dijo él poniendo sus rodillas sobre mis hombros. Traté de dispararle con mis propios poderes, pero fallé. No eran tan potentes como los de él.

-¿De qué hablas?-Pregunté mientras intentaba quitármelo de encima.

Sin responderme, Slade sacó una aguja diferente de su cinturón llena con un líquido transparente. Por más que intenté pelear y zafarme de su agarre, él me inyectó el contenido de la jeringa en el cuello. Acto seguido me soltó, pero yo no pude ponerme de pie. Ni siquiera se molestó en quitar aquella jeringa de donde estaba.

-Es una pena que todo tenga que llegar hasta aquí para ti, pequeña Mar'i. Es una verdadera lástima. Eras tan joven y hermosa como tu madre lo era, y al igual que para ella todo se fue a la basura para ti. ¿No es irónico que las dos van a terminar exactamente de la misma manera?-Preguntó Slade mientras se arrodillaba junto a mí.

Pude sentir de inmediato cómo mi cuerpo comenzaba a apagarse. El aire me faltaba, mis piernas y brazos dejaron de responderme, y al mismo tiempo mi cuerpo se sacudía de manera violenta; yo no tenía control sobre nada. Podía escuchar los latidos de mi corazón en mis oídos, y cada vez se hacían más veloces. Mi vista comenzó a oscurecer. Seguía viva, pero sabía que no lo estaría por mucho. Slade me había asesinado.

Finalmente he terminado la portada para Batalla Contra el Destino. Sí cambió, ¿verdad?

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