Mar'i
Damian estaba en mi cuarto entrevistándome para saber si yo había notado algo sospechoso antes de mi fiesta. Algo que pudiera decirle quién estaba detrás de mí y por qué me quería. Estaba dispuesto a recorrer cada centímetro de la ciudad con tal de encontrar a Galsh.
-¿Nadie te ha seguido en el camino de vuelta al colegio? ¿En el centro comercial? ¿Algo?-Preguntó Damian por veinteava vez.
-No. Si así fuera ya me habría encargado, te lo juro. No he visto, oído o sentido nada-Le dije mientras cruzaba los brazos.
-Escucha Mar'i...
-"Estas personas son muy peligrosas y no creo que entiendas la magnitud de lo que pasa. Tus poderes no están lo suficientemente entrenados como para algo de este estilo. Deja de sentirte invencible". Ya me sé el discurso de memoria.
-De acuerdo. Espero que sea así por tu bien. No quiero que nada te ocurra.
-¿Y por qué el repentino interés en mí? ¿Ya no me odias?-Pregunté, y me reí. Damian se rió también.
-Nunca te he odiado. Estaba intentando forjar tu carácter-Me dijo él con sarcasmo. Yo alcé la ceja-De acuerdo. No voy a negarte que no te soportaba en lo más mínimo. Pero nunca iba a dejar que nada te pasara. Se lo prometí a tu madre en su lecho de muerte y voy a seguir cuidando de ti hasta que muera.
-Gracias por eso-Le dije, y lo abracé.
Nos quedamos así unos segundos y de pronto él se rió.
-Supongo que me debo disculpar por intentar deshacerme unas cien veces de ti desde que llegaste a mi vida-Me dijo sin soltarme.
-Supongo que yo me disculpo por ser una molestia de la que te querías deshacer-Le dije yo. Me separé de él y me senté en mi cama.
-¿Por qué me odiabas? Quiero decir, sé que puedo ser hartante de vez en cuando pero creo que tú de de verdad me odiabas.
-Pues, es tonto, honestamente. Tu padre y yo éramos muy cercanos antes de que se casara con Kory. Después de fue alejando un poco de nosotros. Se alejó de los Titanes y se volvió un dúo con Starfire. Yo me puse celoso, pero quería mucho a tu madre y no dejé que me afectara tanto. Pero entonces nos contó que ibas a nacer. Y entonces iba a olvidarse de mí por completo. Tendría a su propio estúpido engendro al que podría convertir en un nuevo Robin si eso era lo que quería, y yo ya no sería necesario. Simplemente estaba celoso-Dijo él mientras se pasaba una mano por el pelo negro.
-Y luego llegué a vivir a tu casa...
-Exacto. Sentí que me quitabas la atención de todo mundo. Y me porté como un niño tonto y muy malcriado. Lo siento por eso-Me dijo, y se rió.
-Ya. Pasó hace demasiados años. A estas alturas los dos somos adultos maduros, y podemos ser amigos-Le dije sonriendo.
-Exacto. Amigos-Me dijo. Él me sonrió de vuelta y salió de mi cuarto.
Unas horas después Lian y Arella llegaron a mi casa. Por primera vez en mucho tiempo, Arella hoy andaba en su color normal de piel, verde, pero eso era porque no teníamos permitido salir de la casa, así que no tenía sentido usar colores normales. La razón por la que ya no podíamos abandonar la casa era porque Bruce había decidido que mejor nos quedáramos en la casa para evitar cualquier tipo de encuentro indeseado con los secuaces de Slade y Raul. Bruce, sin embargo, no sabía del involucramiento de este último porque eso nos hubiera delatado.
-¿Te ha dicho alguien algo después de lo de tu fiesta?-Preguntó Arella.
-Algunas personas creen que es genial que mi fiesta haya sido escogida para un ataque. Nada grave. Nadie sospecha nada-Dije yo.
-Mi madre intentó leer mi mente para saber si yo tenía idea de lo que sucedía, pero Mark cubrió mi mente para hacerle creer que yo no sé nada. De todas maneras ya no me dejan salir a menos que llegue directamente aquí o a casa de Lian.
-¿Creen que debamos parar el patrullaje hasta que todo esto se detenga?-Cuestionó Lian.
-No. Nuestros padres van a sospechar. Si dejamos de patrullar justamente cuando ellos nos dicen que no salgamos pueden relacionarnos con el asunto. No podemos arriesgarnos, y mucho menos subestimar su inteligencia. Si ya sospechan tenemos que tener más cuidado-Les dije.
-Bueno, mi padre no sospecha nada. Solamente me preguntó si yo tenía alguna idea de quién querría atacar tu fiesta.
-Eso es raro. Sabe que se trata de Slade. Te estaba probando, Li-Le dijo Arella.
-Eso es lo que yo creo. Si mi mamá estuviera conmigo te aseguro que entre los dos me hubieran encerrado en un calabozo hasta que el peligro se fuera por completo-Dijo Lian mientras se reía.
-Si mamá estuviera viva entonces ella me hubiera hecho pelear. Me hubiera enseñado a defenderme y hubiera peleado a mi lado de ser necesario-Dije yo, y bajé la mirada.
-No lo dudo. Ella era muy valiente-Comentó Lian poniendo una mano en mi hombro.
-Mi madre dice que ella era muy feroz. Que nadie nunca podía sacarle una idea de la cabeza y que ella peleaba duramente por defender a quienes amaba. Dice que ella estaría orgullosa de ti-Me dijo Arella con tono conciliador.
Me puse de pie y me acerqué a mi ventana pensando en mi madre.
-Todas las noches me pregunto qué haría mi mamá en estos momentos, ¿saben? Yo nací cuando ella era muy, muy joven. Starfire tenía mi edad al momento de ser madre. Tengo la misma edad que mi mamá tenía cuando nací, ¿pueden creerlo?-Dije yo mientras me apoyaba en el marco de la ventana.
-Bueno, ella era nueve meses mayor, técnicamente-Dijo Arella intentando hacerme reír.
-Y el año que entra tendré la misma edad que mi madre tenía cuando murió. Y después, simplemente seré mayor que mi mamá-Dije, y mis amigas guardaron silencio.
Lian y Arella se me quedaron viendo fijamente esperando mis siguientes palabras. Lian había conocido y querido a mi madre, pero casi no la recordaba. De todas maneras ambas respetaban mis recuerdos y no les molestaba cuando hablaba de ella.
-¿Creen que Starfire me hubiera dejado pelear? Quiero decir, todos los Titanes prohibieron que sus hijos pelearan. ¿Creen que ella me hubiera encerrado como a ustedes? Yo honestamente no lo creo. Ella y Dick nunca hubieran dejado que eso pasara. Ellos tenían grandes esperanzas en mí y querían entrenarme y enseñarme cosas-Dije yo mientras me sentaba ahora en el suelo.
-Y seguramente aún las tienen. Y te aseguro que ellos estarían muy orgullosos de ti, cariño. Has logrado mucho con nuestro equipo. Ellos no hubieran esperado menos de su pequeña-Dijo Lian mientras se arrodillaba a mi lado.
-Quisiera que mi mamá estuviera aquí. Hay tantas cosas de mis poderes que no entiendo...mi tía Blackfire sigue cumpliendo una condena con Tamaran y tampoco he podido ir allá porque Bruce teme que eso me delate-Dije mirando mis manos. Todos los días me preguntaba qué tan lejos podían ir mis poderes y qué tanto era capaz de hacer con ellos. O incluso que cosas no podía hacer.
-Pero lo has hecho muy bien hasta ahora, Mar'i. Y te aseguro que todo estará bien. El equipo se sigue haciendo fuerte, y algún día seremos capaces de pelear sin máscaras y tú serás capaz de andar sin disfraces-Dijo Arella mientras me abrazaba.
-Y ahora piensa en tu futuro. Por ejemplo, en tu futuro esposo Damián-Me dijo Arella sonriente mientras me daba un empujón.
-¿Qué?
-Mi hermano dice que tú y Damian sienten algo muy fuerte por el otro. Y no es odio-Explicó ella.
-Dile a tu hermano que deje de meterse en mi cabeza o lo mandaré a otra galaxia-Le advertí, y ella se rió.
Pero quizá en el fondo Mark no estaba tan equivocado. Quizá en el fondo sí comenzaba a sentir algo diferente por Damian.
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Nightstar
FanfictionDespués de una gran tragedia, Mar'i Grayson queda al cuidado de Bruce Wayne y el resto de su familia. Para honrar la memoria de Starfire y una promesa especial, Damian Wayne tiene que poner su desagrado hacia Mar'i de lado y velar por ella cuando el...