Capítulo 7°

12 5 0
                                    

Han pasado 2 días desde que Dylan me envio el mensaje y gracias a dios ya no me lo he encontrado por los pasillos de la escuela. Ni mi hermano ha hablado con él ni, ni siquiera lo hace en su vida y eso es lo mejor que me puede pasar.

Me la paso acostada en mi cama todo el sábado porque así como debe de ser un sábado. Cuando estoy durmiendome, alguien se sube arriba de mi.

- ¿Ahora si quieres morir?

- Matame pero eso no quiere decir que dejare de salir

- ¿Vas a salir?

- Sí, ¿quieres ir? Voy a salir con Sebas y sus amigos.

- Eres menor de edad, ¿cómo va a hacer para que entres a ese lugar?

- Él se las arreglo, ¿vas o no?

- No, quiero seguir viviendo. Vez a divertirte.

- ¿Estas segura que no quieres ir?

- No quiero ir, vete con Sebas. En verdad, me la pasare viendo series, peliculas o documentales. Lo que sea.

- De acuerdo, nos vemos mañana. - me da un beso en la frente y camina hacia la puerta. - No vayas a dormir tan tarde, pequeña renacuajo.

- No vayas a llegar tarde, pequeño sapo.

- Auch. - toca su pecho y ríe.

- Ya vete.

- ¡Me voy!  - sale de mi habitación y me quedo completamente sola.

Por fin paz otra vez. Sigo lo que estaba haciendo, o sea estar muerta en mi cama prácticamente. Dormir para mi es lo más fácil, es como un don, un don que aprecio tener y que no quiero que se vaya nunca.
Pero mi felicidad no puede durar tanto ¿verdad?

- Maldito teléfono, deja de sonar. - pongo una almohada en mi cara para no escuchar pero eso no funciona.
Estiró mi mano para alcanzar mi teléfono.

- Hola?

- Naty?

- Rubén?

- Hola, si soy yo. Lamento molestarte.

- Tú hermano no esta aquí, salio de fiesta con Ramiro.

- Si, lo sé. No hablaba para eso, quiero... sonará raro lo sé tengo a un hermano de 19 y no puedo pedirle un consejo porque tal ve se burlaria de mi o me diría algo demasiado estúpido que no me ayudaría en nada.

- ¿Me estas hablando para darte un consejo?

- ¿Es demasiado obvio? - me rió.

- Sí, lo es. Aparte que acabas de decir de un consejo y es obvio que es por una mujer ni modo que fuera por un hombre o ¿lo es? - preguntó.

- ¿Qué? No, no nada de eso. Si es por una mujer,es alguien que me gusta pero no ah, no sé como acercarme a ella. No sé como hacer para que tengamos una conversación coherente. Cada vez que trato de hablarle me trabo y parece que estoy diciendo un trabalenguas y como si lo ensayara múltiples veces. Y no es así, me sale tan natural.

- Como lo estas haciendo ahorita, estas hablando como si estuvieras corriendo un maratón y tendrías que decir todo eso demasiado rápido para ganar la carrera.

- Lo siento. Es solo que de verdad me gusta y no sé como hacer para que eso pase. Es demasiado obvio que me gusta, los de mi salón ya lo notaron, hasta pienso que ya le dijeron que me gustaba y no se acerca a mi porque le parezco feo o algo.

- Espera un minuto, ¿estas escuchando lo que estas diciendo? Rubén, tus genes son fabulosos. ¿Cómo te atreves a decirte feo? Si esa niña no se fija en ti después de que sepa que te gusta, creerme que ha de estar loca o ciega y necesita lentes para verte mejor. Eres estupendo pequeño Rubén, no tienes porque preocuparte de nada. Solo dile lo que sientes cuando esten solos, dile que te gusta, pero tampoco tan cursi. Verás que caerá rendida a tus pies.  

Un amor de verdad. (2 Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora