|Capítulo 12°|

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Rubén esta sonriendo tanto que siento que las mejillas le deben de doler mucho.
Sebas esta igual solo que a él se le nota menos ebrio, y Ramiro esta con la golfa en algún lugar del club. Solo lo vi una vez y cuando me vio se volteo con ella. No es como si me interesara o si no me duela, pero el debe de aprender las cosas por si solas.

- ¿Deberíamos irnos? - preguntó. Aunque no queria que sonará como una.

- ¿Quieres irte? - asiento.

- Ya es muy tarde y tengo sueño, Sebas. - el toma sus llaves y toma a Rubén del brazo.

- Anda, busquemos a Ramiro haber si se quiere ir, si no lo dejamos aquí y nos vamos.

No reniego y camino junto a ellos hasta llegar a la esquina del otro lado del club para ver a Ramiro sentado con un hueso sentada en sus piernas muy pegaditos. Él literalmente le esta comiendo la boca. Que asco.

Sebas se acerca a ellos dejandome con Rubén a una distancia considerable de ellos, tampoco es como si quisiera ir hasta allá y mirar como se comen. Porque que asco, por él, probar babas de otra persona que ella besa, que rabia da.

Miro como Sebas lo golpea y le pregunta si se quiere ir, observa a la mujer y despues me observa a mi con Rubén pasando su brazo al rededor de mis hombros. Y siento cansancio por eso, no esta tan ligero que digamos. 

- Rubén, no te apalanques. Pesas. - se queja. - Es en serio, me vas a aplastar.

- Vámonos,- miro a Ramiro enfrente de mi. Quita a Rubén y me carga.

- ¿Qué diablos haces Ramiro? Bajame. -le digo.

- Estas loca, hay muchas personas aquí, no es seguro. 

- ¿Seguro?¿De qué diablos hablas? Bajame ya.

No me hace caso y sigue conmigo hasta la salida del club con toda la gente mirandonos, que vergüenza. 
Pero no luchó con el mas porque sé que no me va a bajar.

Miro a Sebastián, y él esta tratando de mantener a su hermano de pie, como si esas cosas fueran a pasar. Me rió. Es divertido verlo, es divertido ver que ellos se llevan aunque tengan años de diferencia.

- ¿De qué te estas riendo? - pregunta Ramiro.

- No te interesa. - sigo mirando a Sebas y me doy cuenta que si no fuésemos familia, tal vez él y yo tendríamos algo. Es tan, guapo, y es caballeroso. Sé que nunca haría algo malo hacia mi. Aunque nunca terminas de conocer a las personas.

Me baja al piso y miro el carro atrás de nosotros, esperamos a que Rubén este dentro del carro.

- Vamos, es tarde y no creo que Rafa aguante un poco más hasta que vomite.

Subo al auto y Ramiro sube atrás con Rubén. Eso es bueno, no voy a soportar el peso de el muriéndose. 

Aunque la mirada que me da Ramiro por el espejo retrovisor es un 'quiero hablar contigo' y yo no tengo ganas. Puede que le haya pasado algo con la flaca esa, y ahora quiere decirme algo de ella. No lo sé, pero espero se de cuenta rápido de la bobada que hace.

Un amor de verdad. (2 Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora