|Capítulo 52°|

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Respiro con tranquilidad cuando miro calles conocidas, una sensación de calidez invade mi corazón. 

Ramiro se estaciono en unas calles más adelante de donde se encuentra la casa de nuestro tío. No queremos meterlo en más problemas, tampoco queremos que las personas que nos siguen sepan donde viven y les hagan algo que no es de nuestro agrado. 

Caminamos sigilosamente entre la cera, prestamos atención a cualquier ruido ya sea hecho por un animal o por una persona que pasea en pareja. Lo hacemos más rápido, Fernando llega primero a la puerta de la casa y toca sin un freno. 

- De seguro ya están dormidos. - Rubén habla con un gesto de dolor. 

Voy hacia la puerta con Fernando y toco sin cesar, no quiero quedarme aquí fuera. Las luces de la entrada se prenden, escuchamos en un portavoz la voz de mi tío. 

- ¿Sí? - estoy sintiéndome nerviosa. 

- Tío, hola... ah, ¿podemos entrar? - pregunto nerviosa, debe de estar con el cerebro todo confuso. Esto es extraño, nunca lo habíamos buscando de ninguna manera, ni tampoco habíamos hecho por venir a su casa a convivir. 

-¿Nathalia? - pregunta, no es necesario decir que su tono de voz es desconcertado. 

- Si, ¿podemos entrar? Es algo importante y esto puede resultar extraño, pero te explico cuando estemos dentro. - hay un silencio del otro lado de la línea. Me hace preocuparme ¿qué tal no nos abra? Nos mandara a casa de nuevo y preguntara si mis padres están bien. 

- De acuerdo. - se escucha un timbre, minutos después la puerta se abre. Mi tío Manuel queda a la vista, se nos queda mirando. - ¿Qué hacen todos ustedes acá? - pregunta, miramos al rededor y entramos empujándolo dentro. 

Cerramos la puerta, él sigue mirándonos con confusión. 

- Bueno, no tenemos una buena comunicación con algunas personas. - contesta Sebastián. 

- ¿Algunas personas? - pregunta. 

- Estamos en problemas. - hablo. 

- Grandes problemas. - apoya Fernando. 

- ¿Dónde están sus padres? - pregunta, suelto aire.

- Ellos están en un problema más grande que nosotros. - contesta Andrés. 

- ¿Cómo qué en problemas más grandes? - es aquí donde debería correr, pero ya no hay vuelta atrás ¿o si? 

- He aquí una breve explicación. - Fernando inicia la conversación. - Nuestros padres han sido secuestrados por ovnis. 

- Si. - Sebastián concuerda con él. - ¿Qué? No, eso no, ¿ovnis? - levanta una ceja. 

- Eso no es lo que esta pasando realmente. - Ramiro interrumpe la situación con Fernando y Sebastián. - Nuestros padres, no sé en que problema se han metido pero se los han llevado, destrozaron nuestra casa y ahora nos están buscando para llevarnos a donde ellos estén. 

Se queda callado mirándonos a todos, no me gusta que me miren de esa manera. Menea su cabeza, creo que si llegaran 8 personas a mi casa a tales horas de la noche, y me digan que todos los padres de ellos han sido secuestrados y que ahora vienen por cada uno de ellos. Me bloqueo, mi cerebro no sabría cómo reaccionar ante tal noticia. Mas si las personas que están secuestradas una de ellas es mi mejor amiga y aparte los hijos de mi mejor amiga están en problemas. 

- ¿Tú madre está secuestrada? - pregunta, asiento de manera eufórica para que por fin me pueda dar una respuesta coherente. 

- Eso es exactamente lo que estamos diciendo. 

Un amor de verdad. (2 Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora