|Capítulo 51°|

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Desearía que esto fuese de diferente manera. 

Mi calma aparece cuando de la nada Rubén abre sus ojos, lo analizan y el doctor le dice que es un milagro que él siguiese con vida. Me alegra saber que estará bien que se recuperara, más sin embargo un remordimiento de culpa llega a mi cuando lo veo quejarse. 

- Nath... - susurra, mi corazón late un poco rápido cuando sus ojos ven los míos. Me hace una seña para acercarme a él. - Nathalia... te dije que corrieras. 

- No podía dejarte ahí, Rubén. - tomo su mano. - No podía. 

- ¿Por qué eres tan desobediente? ¿Por qué no puedes seguir una simple regla? - agacho la cabeza. - Al menos estás bien. 

- Rubén, ¿por qué no me encontraste? ¿por qué tenemos que estar aquí? Es mi culpa, no debí haberte dejado, debí rogarte, convencerte de que te fueras conmigo. Si tan solo hubiera insistido un poco más tu no estuvieras en está camilla. - Rubén toma mi mentón y niega con la cabeza. 

- Escúchame, no es tu culpa, yo fui él que te dijo que te fueras, te di la idea. No puedes culparte de eso, eres valiente, eres todo, Nathalia. No debes de pensar que estaré enojado contigo porque no lo estoy y no lo estaré. - me mira y sonríe. - Además, ¿creías que te ibas a librar de mi tan fácilmente? Debes de estar loca. Todavía tengo más que dar. - reímos. 

- No vuelvas a dejarme... nunca, ¿entendiste? No sé que hubiera hecho si te pierdo. Y probablemente te hubiera hecho un conjuro o algo y vivirías atrapado en este mundo para divagar y no sentir paz. - lo amenazo. 

- Recuerda me no volver a alejarme de ti. - sonrío. Me alegro volver a tenerlo, mi corazón se oprimió tanto cuando lo vi en brazos de aquel hombre, desangrándose y viéndose tan pálido. 

Por un momento vi todos mis recuerdo de él pasar por mi mente en un nano segundo. 

Posiblemente, no hubiera soportado el perder a alguien tan cercano para mí. A parte nuestros padres nos necesitan ahora, y esa policía no está haciendo ni un carajo por recuperar los. 

- Bien, te advierto que si algo malo sucede, te culparé. - señala Fernando a Sebastián. 

- También te culparé. - señala a Ramiro. Estos se van a sentar sus lugares. 

- Genial. - Ramiro voltea a ver a Sebastián. 

- ¿Qué? 

- Gran idea, si él me culpa a mi, te culparé. - se va a su lugar y rió por lo bajo junto con Rubén. Lily se acerca a nosotros y nos da una sonrisa de esas que extrañas por el simple hecho de que tus días no van siendo para nada buenos. 

- ¿Puedo abrazarlos? - asentimos, por supuesto que me dejaré abrazar por ella. Hace un poco aceptable todo este caos. 

Y ahora después de haber escuchado todo ese plan que elaboro Sebastián me siento preocupada, pero aliviada, habrá más personas implicadas en esto aunque dijéramos que no queremos a más accidentados: en el fondo sabemos que nosotros 8 no podemos con hombres enormes como los que nos hemos encontrado y que sean más que nosotros, nos arrollan, nos hacen añicos y posiblemente seamos como nuestros padres en estos momentos. 

Espero y se encuentren bien y que no les hayan hecho nada malo.

No me lo podría perdonar. 

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PDV ______: 

Después de tal alboroto, Max no ha aparecido en este cuarto, no sabemos que ha sucedido con él. Y eso altera los nervios de Gabriela que no ha dejado de llorar. Me siento mal, Max ha sido uno de mis mejores amigos por años y ahora saber que le pueden estar haciendo sabe que cosa, me hace sentir mal y culpable. 

Un amor de verdad. (2 Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora