Un hermoso año nuevo:
Busco en mi bolso el pequeño regalo que he comprado para Tim está mañana.
Es una pulsera o esclava que me encanto, en la parte de atrás viene nuestras iniciales con la fecha del día en el que nos volvimos pareja. Me gustan este tipo de detalles, además me gusta sorprender lo.
Camino hasta donde se encuentra, mi padre lo tiene casi acorralado entre la pared de la sala.
- Papá, deja de molestar lo. - Interfiero entre sus cuerpos alejando lo. - No me ha hecho nada ni lo hará. ¿Quieres dejar de ser tan sobreprotector?
- No puedes culparme.
- Claro que si. -Lo alejo más de él haciendo que se siente en el primer sofá. - Mamá también esta de acuerdo conmigo así que no la metas en esto. - Digo antes de que pueda decirme algo o amenazarme con que mamá no esta de acuerdo.
- No es justo que tu y tú madre se pongan de acuerdo. - Sonrío.
- Cosas de mujeres. - Tomo la mano de Tim atrayendo lo a mi. - Ahora si nos disculpas, iremos a pasear. - Saco a mi novio de ese lugar llevándolo a la parte posterior de la casa que ha rentado mi padre en Aspen.
- Gracias por eso. - Agradece, sonrío.
- Deberías de defenderte o hacer algo al respecto. - Lo miro, camino junto conmigo hacia el gran jardín. Nos adentramos al pequeño bosque, en si sólo son árboles , muchos.
Hay un sendero marcado así que no me preocupa tanto el hecho de perdernos. Platicamos de las pocas horas que llevamos aquí y de que queremos hacer el día de mañana, al igual del que haremos con sus padres protestando de que no van a dejar de insistir en conocer a mis padres hasta que lo hagan.
Le afirmo que por mi no hay ningún problema y por mis padres menos. Que si no se siente seguro podríamos preguntarles en cuanto regresemos a casa.
- ¿Por qué me trajiste hasta acá? - Pregunta dejando de caminar. - Se está volviendo oscuro.
- Oh, sí. Te traje para darte este regalo. - Extiendo mi mano con la cajita en ella. Se sorprende, la toma y sonríe.
- ¿Un regalo? ¿para mi? ¿por qué? ¿acaso olvidé algo y estoy pagando por ello? - Rio.
- No, sólo quise darte un regalo. Se me hizo bonita en cuanto la vi y le agregue dos cosas buenas. - Levanta una ceja dudoso. Sin seguir preguntando nada, abre la tapa de la caja encontrándose con la esclava de oro brillante. Abre los ojos, tanto que pareciese que van a salirse.
- ¿Compraste esto para mi? - Asiento con una sonrisa en mi rostro. - ¿Por qué? Nath, no debiste gastar tú dinero por esto.
- ¿Por qué no? - Pregunto. - ¿No te gustó? Puedo regresarlo, no hay problema. - Digo cabizbaja, pensé que le gustaría. Es algo lindo y no es tan costosa.
Parece notar mi estado de ánimo actual, me abraza dandome un beso en la coronilla de la cabeza.
- No digo que no me guste, Nath. ¡Me encanta! - Asegura. - Simplemente que se ve tan costosa que no quiero que tú gastes tanto dinero por mi, no estoy por esto contigo.
- Y eso lo sé. - Me separo de él. - Sé que no estás conmigo por mi dinero o por la fama que tienen mis padres. Te lo compre con amor, realmente pensé que te gustaría y tiene hasta inscrito nuestras iniciales y el día que nos convertimos en novios. - La mira, le da vuelta y sonríe en cuanto lo ve.
- Y me fascina, créeme. - Me vuelve a juntar a él. - Lo acepto, sinceramente, muchas gracias. - Respiro hondo su perfume. - No sólo por el regalo, sino por todo, por todas esas noches en las que me haces reír y me haces sentir que estoy con la persona correcta. Eres mi persona favorita, mi primer amor, el amor verdadero que quería encontrar. - Suspiro.
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Un amor de verdad. (2 Temporada)
Teen FictionNathalia y Ramiro, son hijos de Nathan Sykes y _____ Parker. Los mellizos de la familia, los dos estarán en la preparatoria con diferentes personas y diferentes personalidades. Uno se a enfrentado a un corazón roto y el otro apenas experimentará sob...