- ¡Tengan cuidado con ella!
Mamá se altera cada vez que alguien me toma en brazos, y no entiendo porque se altera y tampoco el porque me cargan como una bebé cuando mis piernas están perfectamente bien. Pero hay que hacerle caso o es capaz de aventarnos hasta su vaso de agua.
- Mamá, ella está bien.
- Si, estoy bien. No es necesario. - digo, observo mi alrededor y miro la sala de mi casa. Hace días que me dieron de alta y he estado solo de vagabunda en la casa. Mamá no se separa de mi, me quiere dar de tomar todo el botellon que compran y me quiere dar de comer más veces de las que se comen.
Oh, casi lo olvidaba, no me deja salir. Así que los chicos tampoco salen.
- Claro que es necesario, ¿qué sucedería si te volvieran a dar esos mareos y te desmayes?
- Má, eso ya no sucedera, estoy bien ¿qué él doctor no te lo dijo? Estaré bien si tomo agua, hago ejercicio sin esforzarme y que coma saludable. Mientras que tomo mis pastillas. No es necesario cargarme.
- Si, y yo no puedo dejar mis cosas para venir a cargarla. - Ramiro se queja. Me deja en el sofá y le doy una sonrisa.
- Pero me gusta sentirme como princesa. - ríe sarcasticamente, me mira y ve que no que me estoy riendo. - ¿Lo decías en serio?
- Claro, soy una princesa, no tengo pruebas pero tampoco dudas.
Me aguantaría la risa, pero es tan graciosa su cara que no puedo evitarlo y suelto una carcajada. Es obvio que no me gusta que me carguen pero no esta mal sentirse como una princesa de vez en cuando, más sin embargo, después de unos días sentirse como una es demasiado cansado. No estoy echa para ser una princesa. Esa cosa sólo puede parecerme genial, si estuviera pequeña y mi hermano pequeño tuviera que cargarme.
- Basta niños, y Nath lo hago por tu bien.
- Lo sé, mamá pero no exageres, puedo caminar. - digo, ella suspira y viene a abrazarme. Me da un beso en la sien y se recarga en ella mientras me sigue abrazando.
- Son lo más importante de mi vida, mi vida se complico estando muy joven, pero tenia a su padre y a su tío. Aún así no quiero que ustedes sufran, que se sientan menos o que por lo menos lo piensen. Ustedes valen mucho, y son mi más grande amor. Su abuela los hubiera amado. - jala a mi hermano y lo sienta del otro lado en donde también le da un beso y lo abraza. - Son mis dos niños.
- Diría algo al respecto, pero no dejaré de ser tu niño por un buen tiempo. - reímos.
- Eso espero, ustedes cambiaron mi vida en un momento difícil y probablemente ustedes me dieron la fuerza para muchas cosas. Son lo que siempre quise.
- Aparte de mi. - escuchamos a papá, él nos observa y sonríe hacia mamá. Su amor es de empalagos, ¿no había pensado eso ya? Es demasiado extraño cuando los veo, ya que me imagino su vida, todo lo que tuvieron que pasar para poder estar como ahora. Que tengan una gran familia y que estemos juntos.
- ¡Ego! - grita Ramiro. Golpeo su brazo por atras de la espalda de mi mamá.
- Deja de matar el ambiente, ya quiseras tener una relación así.
- Ya la tengo. - me sonríe.
- ¿Estás diciendo que tu y Elizabeth ya son novios? - preguntó, ya no se nos hace raro hablar de ellas porque hablamos de ella con mamá, ellos saben como se conocieron y como yo conocí a Tim, ellos no lo tomaron tan mal. Sabemos que tenemos que tener cuidado con las personas nuevas que se nos acercan porque según ellos puede ser alguien malo.
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Un amor de verdad. (2 Temporada)
Teen FictionNathalia y Ramiro, son hijos de Nathan Sykes y _____ Parker. Los mellizos de la familia, los dos estarán en la preparatoria con diferentes personas y diferentes personalidades. Uno se a enfrentado a un corazón roto y el otro apenas experimentará sob...