|Capítulo 20°|

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Llegamos a casa y siento la hambre más grande del mundo. Ojalá así fueran todas mis tardes.

Mis ganas de dormir o de estar encerrada en mi habitación cada vez son menos. Eso no quita que no quiera estar encerrada. 

- ¿Qué comeremos? 

- ¿Pizza? - levanto la ceja. 

- Ya comimos pizza Sebas, otra cosa. 

- ¿Podemos ir a comer pasta? Se me antojo. - Lily esta mirandonos esperando una respuesta. 

- No he comido pasta en mucho tiempo. - apoyó. 

- De acuerdo, vamos a comer pasta. - Sebas me guiña un ojo y sonrío, sabe que lo hice por Lily. En realidad yo quería un gran pedazo de pollo. 

Pero no le negare nada a ella, somos las únicas niñas de la familia, así que las mujeres hay que apoyarse. 

Dejo las cosas que compramos en la cocina y después siento a alguie entrar en ella. Volteo. 

- ¿Me estás siguiendo? - se ríe. 

- No, ¿por qué te seguiría?

- Instinto. - rió. 

- ¿Así qué, pasta he?  

- Dejanos, debo de apoyarla en las mayoría de las cosas. No presiones.

Dejamos la cocina y vamos de nuevo con los chicos que nos estan esperando para ir a comer.

***

- Chicos, quiero decirles algo. - todos volteamos a verlo. -  Sé que debí haberles dicho un poco antes pero... invite a Eli a comer con nosotros.

- ¿Eli? ¿Elizabeth?¿ Con la qué haces un "trabajo" en equipo? - Sebas rueda los ojos.

- Si, esa Eli.

- ¿Quién es Eli? - pregunta Lily.

- Es una "amiga" de Sebastián. - le contesta Rubén.

- Oh...

Iba a decir algo cuando una voz me interrumpe. Pensé que cuando decía que la había invito tendríamos que esperarla. Pero es rápida.

- Hola. - le sonríe a Sebas y después nos mira. - Hola Nath. - le sonrió.

- Hola Eli.

Llevamos desde que fuimos al antro sin vernos, graaan noche. Quitamos a Sebas de las garras de una rubia. Aunque también, olvidemos lo que hice.

Sebastián se pone a lado de Eli y le pasa un brazo por sus hombros.

- Chicos ella es Elizabeth, dos de ustedes ya la conocen y pues si, Eli ellos son mis primos. - asiento, y les sonrío. Gran paso primito. Debo de admitir que ayude un poco en eso. Fui cúpido, y si me lo llegan a negar haré que se coman gusanos vivos.

Todos comienzan a saludarla y supongo que a todos nos cae bien, Eli es una buena niña. O así se hace ver. Espero que mis ojos no me engañen.

- Bueno, ¿podemos entrar a comer? Me estoy muriendo de hambre. - Josh se palmea el estómago. Y creo que todos estamos de acuerdo con que hace hambre. Por un momento se me había olvidado la comida. Pero regreso mi hambre. Así que, CORRERE POR ESE COMIDA.

Nos sentamos en una mesa alejada un poco de la gente para disfrutar nuestro ambiente familiar. Aunque este alguien extra, si las cosas van bien, puede ser parte de esta familia.

Empezamos a hablar de cosas tribales, algunos chistes por parte de Sebastián un poco malos. Bueno, no, no mentire, son muy malos. No sé quien le dijo a Sebas que podía contar chistes. No son su fuerte y cuando cuenta el último chiste me golpeo la frente con mi mano.

Un amor de verdad. (2 Temporada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora