Cap. 19

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Hice la cena junto a mi madre, iba a demostrarle todo el amor que pudiera.
Le saqué alguna sonrisa y cuando acabamos subí a la habitación de Aria.

-Aria, a cenar.- dije tocando a su puerta - Aria...- volví a tocar pero como no abría, entré en su habitación -

Allí estaba, acostada, tapada con las sábanas hasta arriba, con la mirada perdida.
Me daba una mala sensación verla así, sabía que tenía algo, algo le pasaba, y sabía que no era nada bueno.

-Aria estás bien?- pregunté sentándome en su cama y seguía con la mirada perdida, cansada -

-No tengo hambre.-

-Tienes que comer algo...-

-No.- era fría, seca -

Salí de su habitación desconcertada, estaba sufriendo pero no sabía cómo ayudarla si no confiaba en mi.
Cené con mi madre viendo la tele y nos acostamos juntas en su cama.

-Sabes lo que le pasa a Aria?- preguntó mi madre poniéndose el pijama -

-Lleva días rara, incluso en las clases.- dije con una mueca preocupada - Qué crees que puede ser?- pregunté quitándome mis zapatos -

-No tengo ni idea... pero tenemos que hacer lo posible por ayudarla.-

-Pero... cómo? No podemos ayudarla si no confía en nosotras.-

-No sé... intentaré hacer todo lo posible.- dijo mientras yo estaba acurrucándome en la cama y mi madre me abrazó por detrás -

-Mamá...-

-Dime hija.-

-Te sacaré de esto vale?-

-Venga cariño, duérmete.-

-Te lo prometo.-

-Vale cariño, te quiero.-

-El dedo.-

-Qué?-

-El meñique, tenemos que hacer la promesa.- suspiró y juntamos los meñiques -

-Y dónde habías estado esta tarde?-

-Fuí a comer con mi tutora.-

-Cómo que fuistes a comer con tu tutora?- preguntó confusa y sorprendida -

-Le ayudé en la biblioteca por la tarde y me lo pagó comiendo.- sonreí -

-Está bien... pero si te hace algo...-

-Mamá, porfavor.-

-Vale, lo siento.- reí y le dí un beso en la mejilla -

-Buenas noches mamá.-

La alarma sonó a las 4, como planeé, me levanté con cuidado de que mi madre no se despertara y fuí a mi habitación, me vestí y me peiné.
Me maquille con algo sencillo y dejé una nota sobre la mesa del pasillo.

"Mamá, he salido, no tardaré en llegar, te quiero"

Bajé a la cocina y después de tomarme un café, cogí las llaves y salí a la calle.
Hacía bastante frío, era como hielo seco, y mo hacía viento.
Froté mis manos y me dispuse a caminar mientras sacaba un cigarro con las manos temblorosas.
Lo encendí y caminé hacia Blackfills.
Al llegar ví a Jason apoyado en su coche.

-Cuánto tiempo Jenn...- me abrazó y correspondí -

-Qué has hecho todo este tiempo?- pregunté con una sonrisa -

-Trabajar... lo mismo de siempre, tú sigues estudiando?-

-Sí, es lo que hay...-

-Por qué llamastes ayer así? Parecías preocupada.-

-Necesito comprar algo y me cuesta mucho dinero.- dije mirándole sinceramente a los ojos y asintió -

-Puedo darte algunos trabajos, irán saliendo algunos, de momento sólo puedo darte uno.-

-Todos los que me pidas los haré.- dije segura -

-Bueno... de momento sólo tengo una carrera clandestina.- suspiré -

-Haré esa carrera.- dije segura -

-Saber correr en moto?-

-Bueno... conducí hace unos años.-

-Te enseñaré, acompáñame.- abrí los ojos -

-A-Ahora!?-

-Claro, vamos.- se subió al coche y hice lo mismo con un suspiro -

-Es difícil?-

-Bueno, los que corren son un poco agresivos pero no tienen motos espectaculares.-

-Qué pasa si no gano la carrera?-

-No ganarás dinero... confío en ti Jenn, mañana correrás con mi moto y necesito que la ganes.-

-Eso intentaré...-

Miré por la ventana, la oscuridad, alguna que otra luz encendida de las farolas y las luces de las casas totalmente apagadas.
No había nadie por la calle, eso me gustaba, quería estar tranquila, alejada de todo el mundo, sólo mis problemas y yo.

-Llegamos.- dijo aparcando delante de un garaje de madera algo viejo -

Abrió la puerta del garaje, dejando ver un coche tapado con una gran tela blanca, bueno, gris, ya que estaba llena de polvo, y una moto de carreras blanca, los neumáticos eran de carreras, no tenía cristal y parecía ser muy buena.

-Sube.- me ordenó y subí -

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora