Después de clases

Cap. 27

Volvía clase, no quedaba mucho para que acabara.
Piqué tres veces a la puerta y escuché aquella voz que me quitaba el sueño.

-Adelante.-

Al entrar nuestras miradas se juntaron formando una, pero la aparté rápidamente y me senté en el sitio.
Laura me explicó lo que había que hacer y me puse a hacer los ejercicios con bastante dificultad.
Sentí una mirada sobre mi, levanté la mirada para saber de quién era y me encontré con su mirada, que apartó rápidamente.
No ayudas a concentrarme, Lyna.
No ayudas...
Acabó la clase, por fin.

-Laura ves tirando, cuando salga te cuento, vale?- dije recogiendo y me miró extrañada -

-Por qué?-

-El director me ha pillado fumando...- le susurré y me miró apretando los dientes -

-Suerte tía...- dijo saliendo de clase y le sonreí -

-Vega, puedes quedarte un momento, porfavor?- preguntó mirándome directamente a los ojos y cuando se fueron todos me acerqué a su mesa -

-Y bien?- pregunté desviando la mirada -

-Ocurre algo?- sí, lo que ocurre es que me estoy enamorando de ti y eres mi puta profesora, ah, se me olvidaba, también he hecho un trato con tu marido porque mi madre tiene un puto problema del corazón -

-No, nada.-

-Me has evitado durante dos semanas...- dijo con la ceja alzada - Y estás distraída últimamente.-

-Todo el mundo tiene problemas, yo soy una de ellos, pero no me gustaría hablar de esto ahora...- dije desviando la mirada y asintió -

-Por cierto, te quedarás los martes, miércoles y jueves una hora más en clase para repasar matemáticas.- asentí restándole importancia y fuí a salir de la clase - Vega.- me llamó -

-Sí?- dije apoyándome en el marco de la puerta -

-No hace falta que vayas a ver al director, iré yo a verlo.- dijo recogiendo sus cosas -

-No hace falta, estoy expulsada...- me miró preocupada -

-Es por lo de antes?-

-No...- bajé la mirada -

-Te acopañaré a la salida.- dijo segura y sonreí por dentro, estaba chica me iba a matar -

Al salir al pasillo ví algo que me rompió en dos.
No esperaba para nada eso.
Katia empujó a Aria contra la pared, dejándola en el suelo mientras los demás reían y ella seguía triste.
Debí haberme dado cuenta antes.
Le insultaban, le hacían bullyng y yo ni di quiera me dí cuenta.

-Te va a dar un infarto? Como a tu má-má?- decía Katia riendo junto a un hombre fortachón y sus dos amiguitas detrás -

No podía aguantar más y fuí corriendo a donde estaba ella.
Sin pensarlo le dí un puñetazo en la cara que por lo menos le desencajó la mandíbula y me rompió tres dedos.

-Eres una zorra.- dije poniéndome delante de mi hermana y ví que Katia se tocaba la cara muy dolorida -

-Qué está pasando aquí!?- dijo Lyna bien enfadada colocándose delante mio y miré a Aria, que lloraba desconsolada en la pared -

-Por qué no me lo dijistes?- dijo agachándome y se lanzó a mis brazos abrazándome -

-La has liado Jennifer...- dijo Katia molesta y me fijé que el chico era el de la carrera -

-Sí que te gustan mayores...- dije levantándome cogida de mi hemana por la mano - Qué pena que tengas que traer a alguien para que te haga la ola.- dije apretando mi mandíbula -

-Katia y los demás, al despacho del director, ahora.- dijo Lyna apretando los puños y obdecieron como ovejas - Estás bien?- preguntó Lyna acercándose a Aria y asintió con lágrimas en los ojos -

-Sí...- dijo apenas sin fuerzas -

-Es tu hermana?- preguntó fundiéndone con una mirada -

-Sí... iremos a casa, te has hecho algo?- desvió la mirada nerviosa - Aria.- dije seria y me mostró algunos cortes en la muñeca, joder -

-Hay que curar eso.- dijo Lyna muy preocupada -

-No te preocupes, iremos a casa...-

-Vamos.- dijo caminando a prisa por el pasillo y la seguimos -

Entró a lo que parecía ser un despacho, o eso creía, pero al entrar ví que era un tipo de enfermería.
Se agachó a buscar un par de gasas y cosas para curarlo y me fué inevitable no mirarle el trasero...

-Disimula.- me susurró Aria y le miré confundida - Dios...- miró el trasero de Lyna y entonces entendí -

-Tanto se notaba?- susurré y asintió -

-Bien... déjame tus muñecas, porfavor.- dijo Lyna cogiéndole a Aria la mano con cuidado y se las curó, luego le puso una venda - Listo.- le sonrió -

Entonces ella hizo algo que no esperaba para nada, algo que me paró el corazón, algo que me puso nerviosa tanto a mi como a ella.
Me cogió suavemente la mano, con delicadeza, haciendo que la suya rozara con la mia...
Dios.