Después de clases

Cap. 34

-Estás bien cariño?- mi madre puso sus manos en mi hombro y hice una mueca de dolor - Lo siento...- dijo con lágrimas en los ojos, había estado llorando -

-Mamá no llores.- dije seria, sinó lloraría yo -

-Tienes que volver a la habitación, Vega.- informó en enfermero -

-Pero estoy bien.- dije con las cejas alzadas -

-No lo estás, mira la vía.- miré la vía, mi sangre conenzaba a subir por el tubito -

-Jennifer!- me llamó la atención mi hermana y ví la cara de preocupación de Lyna -

-Lyna?- reaccioné tarde -

-Ella te trajo aquí.- me miré preocupada, si mi madre sabía que había estado corriendo... -

-Una moto te atropelló, te ví y te recogí, recuerdas?- dijo con los ojos abiertos, entendí y abría la boca intentando decir algo -

-Eh... claro... sí.- dije intentando asimilar lo que estaba pasando -

-Te ha subido mucho la sangre, estás perdiendo bsstante sangre!- dijo el enfermero llamando a los demás y comencé a marearme -

-Mamá...- dije como una niña pequeña tocando mi cabeza dolorida -

-Hay que llevarla!- dijo un enfermero cogiéndome por los hombros y me llevaron a la habitación corriendo -

Comenzaron a hacerme cosas raras los enfermeros y ví a mi madre, Lyna y Aria mirándome preocupados desde la puerta.
Pero yo sólo podía mirar a Lyna.
Qué hacía ella en la carrera? Porqué me llevó hasta aquí? Porqué mintió diciendo que me atropellaron?
Ella me salvó, y se preocupó por mi, y eso aún empeoraba más las cosas, cada vez me gustaba más y esto acabaría mal.
Desperté cansada, aturdida.

-Has despertado...- dijo una voz familiar a mi lado -

- ... - apreté fuerte los ojos y me sorprendí al ver a Lyna sentada en el sillón, mirándome preocupada -

-Tu madre y tu hermana han ido a comer algo.- dijo mirándome a los ojos -

-Y tú?- pregunté con algo de preocupación -

-Me quedé por si despertabas.- algo dentro de mi cambió al escuchar eso, se preocupaba por mi -

-Por qué...?- fuí a preguntar pero se puso seria al instante -

-Supongo que no querías que tu madre supiera eso, así que mentí, pero vamos a tener que hablar de esto seriamente.- me preocupaba su seriedad -

-Pero... por qué estabas allí?-

-Es... una larga historia.- desvió la mirada - Ahora explícame qué hacías tú allí.-

-Corría...- me acordé de Maikel -

-Por qué te juegas la vida de esa manera? Sabes que podrías haberte matado?- parecía mi madre, sonreí - Qué es tan gracioso?- frunció el ceño y aún me pareció más tierna -

-Vale mamá.- rió algo molesta y me dió en el brazo, haciendo que me doliera -

-Lo... lo siento...- dijo al ver mi cara y sonreí tranquilizándola -

-Tranquila... por cierto, hoy no había clase?- dije frunciendo el ceño y asintió - Y por qué no estás allí?-

-Me quedé por ti...- se dió cuenta de la cosa que dijo y rápidamente intervino algo sonrojada - Quiero decir... soy tu profesora y yo te traje...- sonreí cabizbaja - Han dicho que te has roto la muñeca y un hueso del brazo.- dijo seria -

-Eso no es nada.- sonreí -

-Oye... cómo que salistes corriendo por los pasillos?- preguntó sonriente y me quedé embobada con su sonrisa - Jennifer?- mierda -

-Eh, sí, bueno... no quería que mi madre supiera nada.- me encogí de hombros y reímos - Mi moto...-

-La tiene mi marido...- su sonrisa voló de su cara - Por cierto, explícame de qué conoces a Maikel.- estaba muy seria y me daba algo de miedo -

-Emm... simplemente... lo ví en otra carrera y... le saludé.- mentí, y se dió cuenta -

-No me lo trago, Jennifer.- me encantaba cómo pronunciaba mi nombre, cómo salía de su boca -

-Está bien, necesito dinero, por eso corro.- desvié la mirada nerviosa -

-Pero...- justo en ese momento entró alguien a la habitación -

-Cariño!- mi madre corrió a abrazarme - Has despertado...- dijo con los ojos rojos - Qué ha pasado?- preguntó mientras Aria también me abrazaba -

-Nada mamá, salí a dar una vuelta y me atropellaron...- sonreí -

-Me alegro de que estés bien.- no, no era posible, no... él no... -