Cap. 44

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Hablé con Nate un rato, era amable, tranquilo, simpático, generoso...
Arregló un par de cosas de la moto y hablamos con Maikel sobre las carreras también.
El caso es que yo necesitaba más dinero, más rápido. Si a mi madre le daba algún infarto se me acabaría el tiempo.
Así que aproveché a que se fuera Nate.

-Este es mi número, por si necesitas algo.- dijo Nate dándome un papel con su número escrito -

-Está bien...- lo cogí y se fué con una sonrisa -

-Maikel tenemos que hablar.- dije en un susurro y asintió -

-Bien...-

-Necesito... ganar más dinero... Tienes algún otro trabajo que pueda hacer?- su rostro se volvió serio, entonces supe que algo no andaba muy bien -

-Tengo un viejo amigo que busca a alguien... pero no creo que te convenga hacer eso.- fruncí el ceño -

-Es... es un pez gordo, hay mucha gente que le debe dinero, y si no se lo da a su tiempo... hay que tener cuidado con Robby Capposale. Coge a algunos estudiantes que necesitan dinero, dispuestos a lo que sea, y le da algún trabajo pendiente.-

-Entonces qué es lo que tengo que hacer?- dije segura y me miró unos segundos sin decir nada -

-Ser cazarecompensas.- suspiré dudosa, era un trabajo ilegal, peligroso... - Y bien?-

-Lo... tendré que pensar.- me subí a la moto - Gracias por todo, Maikel.- arranqué la moto y el motor sonaba más potente, tuneado, como una bestia -

Me miró sonriente mientras me iba, ahora era mucho más rápida y parecía más... profesional? No entendía mucho de motos.
Llegué a casa pensando en el beso, en ella, ahora tendría que elegir entre perderme o quedarse conmigo.
Esto era un infierno.
Ví una película con mi madre y mi hermana y cuando acabó hice una videollamada con Thomas y Laura.
Quedamos en ir a la fiesta que hacía Sophie y Markus en su casa, sí, me enteré de que eran hermanos.
Sería en un par de días y iría mucha gente.

3 días después...

Me puse mi top blanco que me hacía resaltar mis grandes pechos, cogí mi pantalón negro rasgado por las rodillas y me puse unas bambas de plataforma blanca.
Me perfumé y salí de casa lista.
Caminé hasta casa de Sophie, que no vivía muy lejos, y al llegar pude ver muchísimos coches aparcados por la calle, en la entrada de la casa los típicos fumetas y alcoholicos en la puerta y algunos tirados por el suelo debido a que no se mantenían en pié.
Entré subiendo las escaleras y ví un largo y amplio pasillo enorme que llevaba al salón.
Todo estaba lleno de gente, habían chicas liándose con chicas y tíos metiendo mano a otras por todos lados.
Conseguí llegar al salón y pude ver al barman preparando todas las bebidas.
Me acerqué entre la multitud, la música a todo volumen retumbaba en mis oídos.
Le pedí al barman lo más fuerte que tuviera y cuando esperaba la bebida alguien me cogió del brazo.

-Sophie...- sonreí -

Iba con un top de encaje negro bastante escotado, unos pantalones tejanos blancos y unas bambas negras, todo dejaba al descubierto su trabajado y hermoso cuerpo.
La verdad es que estaba increíblemente sexy...

-Juegas a prueba o verdad?- preguntó cogiendo mi bebida -

-Vas decidida.- rió levemente -

Me cogió de la mano y conseguimos pasar entre la gente y llegar a las escaleras.
Subimos por ellas hasta llegar a la planta de arriba, que por suerte había menos gente.
Pasamos por el pasillo hasta llegar a otra espécie de salón con un par de sofás y una mesa de centro.
Markus estaba sentado junto a dos chicos muy monos a mi pareces y otras dos chicas en el otro sofá.
Una era pelirroja de ojos verdes y la otra de ojos azules y el pelo castaño con algunos tonos en rubio.
Los otros dos chicos que no conocía eran grandes, uno moreno de ojos casi negros y el otro no conseguía verlo bien.

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora