*Pov Jennifer*
No podía más, estaba muy débil.
Cuando de pronto mi teléfóno comenzó a vibrar seguido de la música de llamada del iphone.
Maikel me miró frunciendo el ceño, callado.-Si no lo cojo sospecharán...- dije con un hilo de voz y asintió después de dudar unos segundos -
Saqué con cuidado el móbil del bolsillo y ví el nombre de Lyna en la pantalla.
Descolgué y me lo llevé a la oreja con cuidado.-Sí?- contesté en voz baja -
-Estás bien? Escuché a tu padre y pensé que pasaba algo.- estaba preocupada y se le notaba -
-El altavoz.- ordenó Maikel -
-Maikel?- preguntó con sopresa y molestia en su voz -
-No... es...- suspiré - Ahora mismo no puedo hablar.- Maikel colgó -
-Ahora mi mujer se preocupa por ti?- sonrió de medio lado -
-Ya no es tu mujer.- su sonrisa se esfumó y ordenó a los hombres que me soltaran -
-Te dejaré en paz a cambio de algo.- no entendía nada, estaba en el suelo de rodillas - Un último trabajo.- me cogió del cuello con una mano y me levantó en el aire estrangulándome - El día 12 en el descampado se Loris, entendido?- asentí con la cabeza, me estaba quedando sin aire -
Me soltó golpe y caí al suelo frágilmente.
Se subieron en los coches y se fueron rápidamente mientras yo conseguía respirar de nuevo y estuve un par de minutos en el suelo mientras me tranquilizaba un poco.
Me levanté y fuí corriendo por la larga y recta calle del barrio hasta que llegué al de Lyna.
No podía dejar que mi madre me viera así, ni ella ni nadie, excepto Lyna.
No me gustaba que me viera así, pero era la más cercana y la única a la que iría corriendo si me pasara algo.
Algunas lágrimas cayeron de dolor por el camino hasta que llegué a su valla.
Piqué al timbre de fuera y de abrieron las puertas de verja.
Entré andando por el jardín que llevaba a la entrada principal y al llegar piqué a la puerta tres veces.
Se escucharon unos pasos hacia la puerta y cuando se abrió, su cara empalideció y su rostro se tornó serio, muy serio y asustado.
Me hizo pasar mientras cerraba la puerta y me senté en el sofá.
Ella se puso de cuclillas delante mio mirándome directamente a los ojos.-Qué ha pasado!?- se le notaba intranquila, preocupada... mi cara debía ser un cuadro - Dime que no ha sido...?- no respondí, simplemente bajé la mirada. De golpe ella se levantó y se llevó las manos a la cabeza -
-Ya está arreglado.- dije mirando aún el suelo y lanzó un cojín del sofá a la otra punta del salón -
-No voy a dejar esto así.- iba a irse cuando le cogí del brazo -
-Lyna porfavor, no quiero más problemas, no quiero que te metas en ningún lio por mi, sólo quiero que todo esto se acabe ya, si ahora haces algo seguirán los problemas.- dije con la voz algo apagada y me miró a los ojos unos segundos -
-Mira lo que te ha hecho Jennifer...-
-Y ya no lo volverá a hacee si le dejamos en paz y nos mantenemos al márgen.- suspiró rendida -
-Vamos a curarte eso...-
Se fué a buscar las cosas y al rato volvió con un maletín y una taza de leche caliente.
Me dió la taza y la cogí con las dos manos rodeándola por los lados y cogiendo su calorcito.
Se sentó delante de mi gracias a la amplitud del sofá y sacó un par de cosas del maletín.
Comenzó a curarme el pómulo y las heridas y me puso crema sobre ellas y el cuello.-Qué es lo del cuello?-
-Me cogió del cuello cuando le dije que ya no eras su mujer...- me miró con una ceja alzada y sonreí casi sin fuerzas -
-Eres la única persona a la que se le ocurre decir eso en este tipo de situaciones...- bajó la mirada - Siento todo lo que está pasando... la única que debería recibir los golpes soy yo.-
-No pienses eso Lyna.-
-Yo comencé todo esto.-
-Lyna...-
-Todo es culpa mia, debería de haberme cogido a mi.-
-Lyna.-
-Yo dí el primer beso.- se formó el silencio -
-Y no me arrepiento.-

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Después de clases
Teen Fiction"Desde la primera clase que me dió, supe que nunca antes me había enamorado." A veces un cambio de vida supone muchas conseqüencias, pero Jennifer no esperaba enamorarse. Y menos de su profesora.