-Cuenta.- dijo Thomas al ver mi cara -
Les conté todo lo que pasó, en clase, ella casi llorando, el marido...
-Joder Jenn, cómo se te ocurre dejarle sola!?-
-Yo qué se!?-
-La quieres?- preguntó Thomas interrumpiendo seriamente -
- ... - bajé la mirada - Sí...-
-Vé tras ella, vamos.-
-A-Ahora?-
-No, mañana...- alcé las cejas - AHORA!- dijo sin paciéncia empujándome por las escaleras -
-Pero...-
-Nada de peros.- dijo Laura cuando llegamos abajo -
-Nos vamos señora Martin!- gritó Thomas arrastrándome a la salida -
-Tan pronto? Está bien, pasarlo bien chicos...-
-Adiós mamá...- salimos a la calle y me soltaron - Qué?-
-Ahora vas a decirme dónde está y te voy a llevar ahí.- dijo Thomas subiéndome a su coche -
-Pero...- interrumpieron -
-Nada de peros.- arrancó -
-Nidi di piris.- dije mirando por la ventana y reímos con el sonido de la radio de fondo -
Le indiqué dónde estaba la casa de Lyna y Thomas condujo hasta allí.
Por el camino sólo pude centrarme en ella, en su manera de mirarme, su manera de sonreír, cómo me alegraba el día con solo una mirada y ese brillo especial en los ojos.
Y es que sentía demasiado por ella, creía que me estaba enamorando...
Era única, deseaba esos labios más que a ningún otro, cada beso me llevaba a marte, y es que lo que sentía por ella no lo había sentido en la vida...-Creo que llegamos.- dijo Thomas frenando delante de su casa y no podía creer que fuera a presentarme aquí, así -
-No estoy preparada.- dije nerviosa y Laura me miró frunciendo en ceño -
-No me seas huevona, ahora mismo sales ahí y recuperas tu vida.- dijo seriamente y supe que tenía razón -
-Joder... os quiero.- le dí un beso en la frente a cada uno y ví cómo se iban con el coche deseándome suerte -
Joder... no sé ni qué hacía aquí...
Era tarde, eran las 9 de la noche, y no sabía si Maikel estaría en casa.
Y si él estaba? Podría sospechar algo...
Decidí tocar al timbre de la verja.
Tardó bastante tiempo en contestar, pero cuando lo hizo una preocupación inmensa y una culpabilidad me inundó.
Lyna... estaba... borracha.
No podía estar pasando esto...-Digamelón...- dijo acompañada de una risita floja -
-Mierda Lyna... estás borracha! Estás sola!?- pregunté con las manos en la cabeza -
-No lo estoy...- dijo arrastrando las palabras -
-Lyna está Maikel ahí!?-
-Nno...-
-Abre, porfavor.-
-Tú que hacess... aquí?- preguntó como si se acabara dar cuenta de quién soy -
-Lyna déjame pasar porfavor, vas borracha.-
-No voy borracha...- dios mio... estaba fatal y me estaba preocupando mucho por ella -
-Lyna abre...- supliqué y escuché que le dió a no se cuántos botones hasta que se abrió la puerta -
Corrí por el pequeño césped hasta llegar a la gran casa/mansión.
Piqué a la puerta varias veces, impaciente, pero cómo iba a abrir si estaba así!?
Miré las macetas que había cerca y rebusqué en ellas hasta que encontré una llave en una.
Metí la llave en la puerta y dí gracias a dios que era la correcta.
Al abrir ví a Lyna apoyada en el sofá sentada en el suelo, con un chándal color gris, un moño mal hecho y el maquillaje de ojos corrido, había llorado, y mucho.
Ví que en su mano aguantaba una botella grande de vodka, y había otra sobre la mesa.
Corrí hacia ella quitándole la botella antes de que le diera otra trago y se quejó.
Olía tremendamente a alcohol, estaba muy mal y tenía muy mala pinta.-Dámela.- me ordenó -
-No. Qué ha pasado?- pregunte sentándome en frente de ella y intentó coger la botella - Deja eso.-
-Dámela!-
-No!- intentó levantarse, pero cuando fué a hacerlo casi cae en el intento y le cogí por la cintura - Siéntate.- dije dejandola con cuidado sobre el sofá y me puse delante de ella -
-No quiero hablar vale?- dijo sabiendo que iba a preguntarle y asentí - Y tú qué haces aquí?-
-Vengo a cuidar de ti.-
-No eres mi niñera...-
-Pero me preocupo por ti Lyna...-
-Dame la botella.- me ordenó y lancé la puta botellita a la basura y me miró enfadada y molesta - Por qué has hecho esso!?-
-Lyna... vamos, vé a darte una ducha y te prepararé algo.- le cogí del hombro para que se aguantara y le subí por las escaleras -
Había un largo pasillo, abrí la puerta de todas las habitaciones hasta que dí con la suya.
Lo percibí porque olía a ella, y había un gran armario con una puerta corredera abierta lleno de zapatos y vestidos lujosos.
La dejé con cuidado sobre la cama y ví que se puso a mirarme con los ojos todavía rojos mientras yo buscaba ropa nueva para ella.

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Después de clases
Teen Fiction"Desde la primera clase que me dió, supe que nunca antes me había enamorado." A veces un cambio de vida supone muchas conseqüencias, pero Jennifer no esperaba enamorarse. Y menos de su profesora.