Cap. 56

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Escuché el fuerte golpe de una puerta cerrándose y abrí los ojos espantada.
Lyna estaba a mi lado, abrazada, pero al escuchar el golpe se retorció en la cama aún dormida.
Mierda, alguien había entrado en casa.
Y SI ERA MAIKEL!? Dios mio, no, no no no...
No podía estar pasando.

-Qué pasa?- preguntó tallándose los ojos y cogí el móbil para mirar la hora, las 5 de la mañana -


Estaba temblando, si era Maikel...
De repente se abrió de golpe la puerta de la habitación y empalidecí al ver quién era.
Esto no podía estar pasando.


-Tú qué cojones haces aquí!?- gritó furioso -

-Qué haces tú aquí!?- gritó Lyna bajando dela cama y a mi me iba a dar algo -

-SERÁS ZORRA! TE TIRABAS A MI MUJER MIENTRAS YO TE PAGABA LAS CARRERAS!?- me gritó acercándose a mi con la vena de la sien hinchada de lo enfadado que estaba -

-No es...- comencé a decir pero recibí un fuerte golpe en el labio que lo reventó al momento -

-Maikel!- gritó Lyna pero él seguía gritando desesperado -

-PAGARÁS POR ESTO!- gritó empujándome contra el armario y caí al suelo del golpe -

-MAIKEL!- gritó Lyna poniéndose delante de él y le apartó del brazo -

-ZORRA!- me gritó levantando el puño pero Lyna le cogió del brazo -

-Fuera!- le gritó y Maikel no apartó la mirada de mi -

-Te tiras a mi mujer mientras yo te pago por correr, te arreglo la moto y te pago todos los trabajos...- apretó los puños - No vas a salir bien, no me conoces.- me dió una patada en las costillas donde el anterior golpe y Lyna le dió un empujón -

-He dicho que ya basta!- le gritó desesperada y se fué de la habitación tirando una lámpara al suelo -


Yo comencé a toser, me había dejado destrozada, me había dado golpes muy fuertes, el labio me sangraba bastante, la zona de las costillas me dolía tanto que casi no podía moverme y me dolía toda la parte de la espalda del empujón.
No podía moverme, estaba alucinando.
Lyna se puso de cuclillas delante mio, cogiéndome de la cara y diciéndome algo que no escuchaba muy bien, estaba aturdida y muy mareada.

-Jennifer! Porfavor!- gritó mientras las lágrimas resbalaban por su mejilla y hice una mueca de dolor - Mierda!- se llevó las manos a la cabeza - Lo siento... lo siento mucho...- comenzó a decir entre sollozos y me cogió por mi hombro derecho ayudándo a levantarme -

Me llevó cargándome hasta el baño y encendió la luz sentándome en el váter.
Me llevé una mano al labio y miré la sangre que salía de él.


-No te lo toques, te dolerá más.- se limpió las lágrimas intentando no llorar más y sacó las gasas -

Me curó el labios y me puso crema en los golpes.
Me acompañó a la cama y me tumbó en ella.


-Quieres comer algo? Beber?- preguntó sentándose como un índio en mis pies y negué con una sonrisa -

-Estoy bien, de verdad.-dije sentándome -

-Por qué siempre te rompen el labio?- preguntó haciendo un puchero y abrí los brazos, haciendo que se acercara y me abrazara hundiendo su cara en mi pecho - Siento lo que ha pasado, pero te puedo asegurar que Maikel no te hará nada.-

-No hagas nada, yo me ocupo.-

-No, yo acabaré con esto.-

-Qué ha pasado?- pregunté y tensó la mandíbula bajando la mirada -

-Le he dejado.- dijo con la mirada perdida y le miré confundida -

-Por qué?-

-Por ti.- qué? Había dejado a Maikel por mi!? -

-Qué?- pregunté aturdida -

-No sé qué es lo que se supone que somos... pero...- suspiró - En fin, no sentía lo mismo que al principio por Maikel.- le miré a los ojos, estaba impactada - Siento...- fué a bajarse de la cama pero le cogí del brazo -

-De verdad?- dije mirándole a los ojos con un brillo y asintió -

Me lancé sobre ella a abrazarla, me devolvió el gesto y le dí un ligero beso en los labios.

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora