Qué!? No, esto no podía estar pasando...
No podía ser! Thomas!? Gay!? De Damon!?
No tenía ningún problema, pero joder, esto era muy fuerte...-Es enserio?- pregunté tapándome la boca de sorpresa y ví que Laura tenía la mandíbula desencajada -
-No digáis nada, porfavor...- le abracé desde atrás y Laura se unió -
-Desde cuando es esto?-
-Desde que me lo presentaste, no sé por qué pero me encantaba estar a su lado, y cre que el que me encanta es él...- se llevó las manos a la cara con los ojos llorosos, nunca lo había visto así -
-Thomas no quiero verte así, porfavor, sabes qué? Eres un tío de pu**madre, enserio, vales oro, eres guapo, estás bueno y además sabes cuidar de las personas... - me miró a los ojos sonrientes - Quizá no sea la mejor dando consejos, quizá no os haya... valorado de la manera en que os merecéis, y corregiré mis errores, pero no voy a dejar que nadie, nunca, te haga soltar una lágrima. Y ahora quiero que arranques, conduzcas hasta tu destino y se lo hagas saber.- miró al frente unos segundos y negó -
-No sé si estoy preparado...- Laura sonrió -
-Hoy es el día, si no te arriesgas, tanto tu como yo sabemos que hoy es el día y que tú nunca has tenudo problemas con este tema... nosotras te ayudaremos vale?- dijo Laura haciendo que Thomas se calmara un poco -
-Os quiero...- sonrió y arrancó con un suspiro -
La verdad es que sí, era muy fuerte y no me lo esperaba, pero yo le ayudaría en lo que fuera, y si Damon abría los ojos podrían ser realmente felices.
Aunque habían muchos comentarios sobre Thomas, sobre si estaba con una chica o con otra, sobre si era un putón, un gañán, pero él no era así.
Llegamos al poco rato y la verdad, me hubiera encantado que Lyna pudiera venir, ella es joven y hubiera pasado desapercibida.
A parte de las máscaras que había que ponerse.
Me fijé bien en el edificio, era como una casa bajita, paredes de muro y el suelo de madera oscura.
Había bastante gente, todos arreglados con vestidos y trajes bonitos...
Pensaba que en esta ciudad ls mayoría serían de botellones callejeros y ropa escotada, pero me agrada el hecho de que también tengan momentos elegantes.
Entramos despacio observando toda la sala, era grande, el suelo pasó a ser de mármol blanco, habían mesas de mader al final de la sala, pegadas a la pared, con algunos bocadillos y ponche.
Empezamos bebiendo unos vasos de ponche, ya que no encontrábamos a Damon.
Tampoco sabíamos buscarlo, ya que la gente iba con máscaras de todo tipo, desde algunas azuladas con brillantitos verdes hasta negras lisas como la mía.
Hablamos un poco tranquilamente hasta que alguién tocó mi hombro.
Al darme la vuelta ví a Damon trajeado de un color marrón oscuro, una corbata negra y una máscara negra en la mano.
Venía acompañado de María, que llevaba un vestido amarillo con un vuelo en la falda.
Nos saludamos todos y ví que Damon no dejaba de mirar a Thomas mientras hablaba, y de lo que no me había fijado hasta ese momento era en la manera que le miraba.-Ahora harán la entrada al tren, poca gente va, normalmente ahora la gente se va de botellón y de fiesta, pero hacen una... "mini fiesta"- Damon hizo comillas con los dedos - En el tren, nos quedamos a dormir allí.- fruncí el ceño -
-Me estás diciendo que hacen una fiesta en el tren y se quedan allí a dormir?- asintió y ví que faltaba Laura -
-Laurs ha ido a buscar a Jack.- dijo Thomas leyéndome la mente y sonreí -
-Os apuntáis?- preguntó Damon esperando un sí de respuesta -
-A mi no me apetece mucho...- interrumpí a Thomas -
-Venga, será divertido.- dije con voz de niña -
-Hay que ir ya o se acabarán las plazas chicos...- avisó María con algo de timidez -
-Vamos Thomas...- le cogí de la mano y después de unos segundos de silencio suspiró rendido -
-Está bien...-
-Hey Jack!-
Saludamos a Jack, que venía cogido de la mano de Laura y decidimos de ir todos al tren.
Ya hechaba de menos a Lyna... y mañana faltaría a clase, no había estudiado suficiente matemáticas y dormiríamos en el tren.
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Después de clases
Novela Juvenil"Desde la primera clase que me dió, supe que nunca antes me había enamorado." A veces un cambio de vida supone muchas conseqüencias, pero Jennifer no esperaba enamorarse. Y menos de su profesora.