Cap. 20

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Me encantaba volver a sentir esa adrenalina, cuando subes a una moto grande, un toro, te sientes inferior, colocas las manos bien, como si fueras montado en un toro, era espectacular la sensación de volver a correr.
Arranqué la moto, haciendo que el motor rugiera y resonara por todo el garaje.
La verdad es que hasta el ruido del motor asustaba, era potente, peligroso, y muy ruidoso.

-Bien, ahora sígueme, iré en el coche.- me gritó ya que el ruido de la moto era impresionante -

Bien...
Se subió al coche y conenzó a conducir por el camino de tierra por el que habíamos llegado.
Suspiré profundamente y subí los pies a las estriberas.
Giré mi mano hacia abajo, haciendo que la moto saliera disparada.
Fuí siguiéndole por detrás, he de decir que esa moto me asustaba, pero ya me daba igual si caía de ella o si me quitaba la vida.
Paró en un gran descampado, esta vez de carretera, no había nadie solamente una farola en medio del descampado.
Paré la moto y me bajé de ella.

-Bien, has ido bastante bien por el camino... pero ahora toca correr de verdad.- me tendió un casco negro, con el cristal de sol y lo cogí -

-Vamos allá.- solté aire y me puse el casco, lo abroché y miré la moto -

-Da un par de vueltas lo más rápido que puedas.-

Subí a la moto, la adrenalina ya corría por mis venas, la arranqué y miré al frente sin miedo alguno.

-A la mierda.- susurré -

Dí gas a tope saliendo disparada, iba a una grab velocidad, pero ya no me daba miedo, ya no me importaba.
Dí la primera vuelta bastante rápido, aunque luego mejoré el tiempo y lo hice bastante más rápido.
Después de practicar bastante fuimos a una cafetería, eran ya las 8 de la mañana y no había desayunado mucho.
Dejé el casco sobre la mesa.

-Me han informado sobre algo.- dijo Jason acercándose a la mesa con la voz baja -

-Bien?-

-Hay alguien que tiene unos documentos importantes que no son suyos, son robados, necesito que los robes y se los entregues al que le pertenecen.- dijo serio -

-Bien, a quién tengo que robárselos?-

-Sandro García, trabaja como conserje en un colegio.-

-Un conserje ha robado documentos?-

-Sólo es conserje para no levantar sospechas, pero tiene mucho más dinero y poder del que crees.-

-Está bien... en qué colegio trabaja?- me mostró una foto de... qué? Espera - Sabes qué colegio es?-

-El mio.- dije seria -

-Guarda los documentos en la habitación de la limpieza, los tiene escondidos por algún lado.-

Si aceptaba el trabajo corría el riesgo de que me pillaran robando en mi propio colegio, pero sinó no conseguiría el dinero, y era nuy importante.

-Lo haré.- dije segura y pasó algo por debajo de la mesa enrollado con una servilleta de tela -

-La necesitarás.- dijo dejando diez euros sobre la mesa del desayuno y se largó -

Cogí la servilleta y la quité poco a poco.
Mierda!
Una puta pistola!
La guardé rápidamente algo nerviosa, me puse el casco y salí de allí.
Subí a la moto y conducí hacia el colegio, aprovecharía que no había nadie para colarme.
Al llegar, como esperaba, no había nadie, bajé de la moto y la escondí entre unos arbustos con en casco colgado del manillar para evitar robos.
Llevaba la pistola en la cadera, tapada por la chaqueta de cuero negra.
Caminé hasta llegar a la puerta y miré hacia los lados para ver si había alguien.
Al no ver a nadie entré con cuidado por la puerta del pasillo del colegio, caminé por el pasillo con cuidado y escuché unos pasos que venían del final del pasillo.
Miré hacia los lados y encontré el baño, me metí corriendo en él y cerré la puerta tras de mi.
Deseé que no viniera hacia el lavabo, estaba nerviosa por si me pillaban.
Escuché que los pasos caminaron hacia la puerta y solté el aire que había contenido.
Asomé la cabeza por la puerta y al no ver a nadie salí corriendo hacia la habitación de limpieza.

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora