Cap. 73

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-Cada cosa a su tiempo mamá...-

-Bueno cariño, yo sólo quiero que me lo digas, ya sabes que acepto que sea chico o chica.- me cogió cariñosamente de las manos -

-Es un poco más complicado, pero de momento no hay nada, así que puedes estar tranquila.- sonreí, aunque me dolió decir que no había nada... teníamos algo? -



Pasé la tarde con Thomas y Laura en un bar cerca de casa, que ya había visitado uno de los primeros días que vine a aquí y que acabó en... bueno... ya sabéis.
Hablé con ellos durante toda la tarde, reímos, hicimos tonterías y casi me obligaron a quedarme un rato por la noche a beber unos chupitos, pero con ellosnlos chupitos acababan en botellón y tenía que asegurarme de que mi padre no vendría a casa.
Me despedí de ellos sobre las 9 de la noche y volví a casa.
Hechaba de menos a Lyna, la última vez que la ví fué por la mañana pero... ella... tiene algo que me hace querer tenerla cada segundo.
Y esque me comía la cabeza, no sabía si realmente yo le atraía o qué era lo que teníamos, estaba confundida, no sabía si llegaríamos a tener algo o si... ya lo teníamos.
Y, por otra parte, necesitaba empezar de cero.
Mi vida había sido un desastre constante y no podía permitirme que siguiera así.
Conseguiría un trabajo legal, trabajaría como una persona civilizada, me comportaría mejor (aunque no estaba segura), no sería tan agresiva ni me pelearía cada día.
Se acabaron las peleas.
Mientras me inundaba en mis pensamientos llegué a una zona demasiado lejana de mi casa, me había perdido, perfecto.
Olé, Jennifer Vega, camina sola mientras piensa que va a madurar y se pierda en el camino a casa... me merecía un aplauso.
Mientras me golpeaba mentalmente me paré a mirar mi alrededor.
Era una calle fría, solitaria, donde tenía al lado un gran bosque.
O eso parecía.
En la calle no habían coches aparcados, no había gente, no habían casas, apenas habían unas farolas iluminándola.
Me giré a la zona de los árboles, se podía ver a través de ellos, ahora que me fijaba era una zona muy pequeña de árboles y no estaban muy concentrados.
A lo lejos pude ver un gran espacio de verde césped, daba la sensación de ser muy tranquilo y relajante, así que caminé por el camino de tierra que llevaba al césped.
Crujieron un par de palos mientras caminaba y al llegar fruncí el ceño confundida.
Sólo me pude fijar en ella... qué hacía aquí?
Estaba sentada en la hierba con una manta en el suelo.
Parecía estar relajada observando el pequeño lago que había delante del césped.
Era precioso el lugar, la verdad es que me encantaba.
Vendría aquí a menudo.
Me acerqué a ella en silencio y le tapé los ojos por detrás.
Sonreí de medio lado al igual que lo hizo ella y cogió mis manos suavemente.



-Qué haces aquí?- preguntó sorprendida y con un brillo en los ojos al verme -

-Puedo hacerte la misma pregunta...- me senté a su lado cerca suyo - Me perdí de camino a casa y ví esto...- observé las vistas maravillada, se veían perfectamente las estrellas -

-Te has perdido en el camino a casa?- rió -

-Iba despistada.- me quejé -

-Suelo venir aquí cuando estoy estresada o quiero relajarme... aquí vengo a pensar o a dejar de hacerlo.- le miré la cara mientras ella miraba hacia arriba -



Ella miraba hacia arriba para ver las estrellas...
A mi no me hacía falta mirar hacia arriba, la tenía justo delante.



-Cómo está tu madre?- me miró y aparté la vista corriendo -

-Bien... de momento.- sonreí -

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora