Cap. 63

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Las 6 y 45, estaba metiendo todo en una mochila cuando Aria tocó a la puerta de mi habitación.



-Pasa.- dije sentándome en la cama y abrió la puerta -

-Qué haces?- preguntó mirando la bolsa -

-Me voy a dormir con Laura.- sonrió como si mintiera - Qué?-

-Nada... tú irías a la fiesta de Sophie este finde?- preguntó sentándose a mi lado y reí -

-Si vas a ir, te advierto de que Sophie es agresiva haciéndote...- gemí de broma y me dió un golpe en el hombro con cara de asco -

-Qué asquerosa...- cerró los ojos unos segundos - Esque... nunca he ido a una fiesta, y nunca he probado alcohol.- le puse una mano en el hombro -

-No vayas, hazme caso, ya iremos otro día y vamos juntas, vale?- asintió con una sonrisa -

-Enserio te has acostado con Sophie?- reí -

-Por qué preguntas eso?-

-Todos lo dicen, Markus te quería a ti y tu vas y te tiras a su hermana...- rió - Muy tú...- reímos - No sé, ellos són los más populares, todos hablan de ellos, y ahora de ti.-

-Lo sé... pero que hablen lo que quieran, yo sé lo que soy y quien me conoce estará conmigo, quien se deje llevar por los rumores... pues perfecto para él.- suspiré -

-Expulsaron a Katia...-

-No me extraña...- dije rodando los ojos y ella rió -

-Bueno, que durmáis bien...- me guiñó un ojo -

-Qué?- se fué - Aria!-



Suspiré y cogí la bolsa.
Bajé al comedor esperando a Lyna y ví que ya eran las 7.
Salí a la puerta y ví su coche llegar por el final de la calle.
Sonreí y paró enfrente de casa.
Cerré la puerta y me subí a su coche con una sonrisa.
Y este era el momento incómodo de no saber cómo saludarle, le daba un beso? O mejor no hacía nada?
Ella, al notar mis dudas, se acercó lentamente y me plantó un beso rápido en los labios.
Sonreí mirándola mientras arrancaba el coche.


-Llevas todo?- preguntó mientras conducía -

-Sí... he comprado esto.- saqué los bombones de licor y sonrió mordiendo su labio inferior -

-Cereza...-

-No te gusta?-

-Mis favoritos.- sonreímos - De licor, eh? No pretenderás emborracharme, no?- reímos -

-Tengo muchas más intenciones que esa.- dije sin pensar y me arrepentí al segundo -

-Vaya...- me miró unos segundos - Como cuáles?- sonrió -

-No las diré.-

-Claro que las dirás...-

-O sinó qué?- dije alzando una ceja -

-Habrán consecuencias.- sonrió maliciosamente y supe que algo tramaba -

-No me gusta nada esa cara.- rió -


Llegamos a su casa, era bastante grande para estar ocupada tan sólo por una persona...


-No te sientes sola?- pregunté mientras bajábamos del coche -

-Un poco... pero qué quieres que haga?-

-No te gustan los perros?- pregunté mientras caminábamos a la entrada -

-Nunca lo había pensado... podría adoptarte...- reímos y le pegué un pequeño golpe en el brazo -



Entramos a su casa, todo estaba vacío, daba sensación de soledad, su casa era muy grande y al estar tan vacía se hacía un sentimiento de tristeza.
Dejé la bolsa sobre el sofá y me quité el abrigo.



-Te gustan las hamburguesas?- preguntó desde la cocina -

-Cómo no me iban a gustar!?- grité desde el salón y le escuché reír -


Cogí el pijama de la bolsa, le avisé de que iba a cambiarme y entré en el baño.
El pijama era un short negro con el cordón blanco, que me llegaba a casi la mitad del glúteo.
Me quedaba bastante bien, a decir verdad.
Mi madre siempre me decía que esos pantalones era para seducir, me hacía gracia su forma de decirlo.
Me puse una camiseta blanca de tirantes escotada y arrapada al cuerpo y me miré al espejo, perfecta.
Me puse msi zapatillas de forro amarillas y volví al salón.

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora