Cap. 25

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Pasamos la noche bebiendo un poco, tampoco quería pasarme, aunque hubo un momento en el que al que aparté bruscamente al final de la carrera se acercó a mi, furioso.

-Tú!- gruñó y me dí la vuelta sorprendida -

-Déjala, Jon...- qué!? Katia!? - Tú qué haces aquí?- preguntó sorprendida -

-Eso mismo podría preguntarte, pero... ya lo veo.- señalé a aquel hombre - Te gustan mayores, eh?- los de alrededor rieron levemente -

-Te voy a...- aquel hombre fué a golpearme pero Katia le cogió del brazo -

-Tranquilo Jonas, esto es entre ella, y yo.- sonrió -

-Muy bien...- dije sonriente y se fué por donde vino -

-Cómo la aguantas?- preguntó un amigo de Jason y me encogí de hombros -

-Yo creo que me iré ya a casa... mañana tengo clases.- dije desganada y Jason me miró preocupado -

-Jennifer podemos hablar un momento?- preguntó serio y asentí -

-Ataca, León!- gritó uno de sus amigos y rieron -

-Qué pasa?- pregunté preocupada -

-Necesito que te quedes la moto.- dijo muy serio -

-Qué? No, no puedo hacer eso...-

-Te lo estoy pidiendo, Jenn, esa moto no era mia, debía venderla, pero me encariñé con ella y no la vendí. Cuando me reclamaron el dinero la pagué, pero nunca se vendió, y ahora más que nunca necesito deshacerme de ella.- dijo serio -

- ... - dudé unos segundos - Entonces sería un regalo?-

-Claro, quédatela, toda tuya.- dijo sonriente y le abracé -

-Gracias...- a lo lejos ví a varias chicas mirándome de reojo -

-Parece que te extrañan por allí.- dijo mirando a las chicas -

-Eso parece...- reí -

-Jennifer?- dijo una voz grave, dura y de hombre elegante detrás mio -

-Sí...?- al darme la vuelta casi caigo del susto, era el marido de Lyna, joder... -

-Soy Maikel...- me tendió la mano y la acepé algo nerviosa -

-Le comenté a Jason sobre un pequeño trabajo...- miré a Jason y asentimos - Bueno, necesito a alguien que corra para mi, yo puedo pagar los gastos, esto es un... hobby extra.- sonrió - Has estado muy bien en esta carrera... así que podría darme el gusto de que corrieras para mi?- preguntó sacando una sonrisa reluciente extendiendo la mano y la acepté con gusto -

-Un placer, Maikel...- le dí la mano -

-Bien, entonces, este es mi número, cualquier duda llámame.- sonrió dándome una tarjeta y la cogí tranquilamente -

-Perfecto, gracias.- sonreí y se fué por donde vino -

-Vaya...- dijo Jason sonriente y le abracé aún más fuerte - Toma.- me entregó el sobre de dinero -

-Venga bobo, me iré a casa...- dije cogiéndolo sonriente -

-Por cierto, quédate la pistola también.- dijo marchándose y sonreí -

Me subí a mi moto, algo raspada por el lado al igual que mi pierna, me dolía y escocía bastante, joder...
Me puse el casco y conducí rápidamente hasta casa.
Entré con cuidado de no hacer ruido, dejé el casco y las llaves con cuidado y subí a mi habitación.
Me quité la ropa con cuidado y entré al baño para revisar mi herida de la pierna.
Tenía una buena rascada, con algo de sangre y la piel algo levantada.
Me curé un poco la herida y me metí en la cama con cuidado.
Dormí plácidamente...

Estaba en algún lugar, perdida, corriendo por un oscuro pasillo sin escapatoria.
Todo parecía ser eterno, hasta que ví la luz al final.
Corrí lo más que pude, chocando con alguien.
Subí mi mirada con cuidado, ví una preciosa rubia, llamada Lyna.
Espera, Lyna!?
Se acercó a mi, como si fuera una diosa, con cuidado, cogiéndome por la nuca...
Oh no, iba a besarme...
Cerramos los ojos, difrutando del monento.
Nuestras respiraciones se juntaron y...

Beep beep, beep beep

Qué diablos había soñado!?
Oh dios mio...
He de decir que mi sueño fué bien rico... pero no podía permitir esto.
No podía dejar de sentir estas cosar, pero tampoco podía permitir que estas cosas fueran a más.
Mis sentimientos hacia ella no eran los mismos de ella hacia mi, yo simplemente era una alumna más para ella, y debía aceptar eso.
Por mucho que doliera, debía separarme de ella y ser lo más distante posible.
Además, tenía un trato con su marido, y no dejaría que las cosas lo empeoraran.
Este era el momento de alejarse.
Aunque me dolería aún más, pero lo necesitaba...

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora