Subí al taxi que ya estaba esperando en la puerta, me guardó la bolsa en el maletero y después de decirle la dirección asintió y arrancó.
No quería ir, la verdad, mi padre siempre fué y será mi peor recuerdo, después de todo lo que nos hizo ahora me obligaba a ir a su casa algunos fines de semana y además, no decir nada sobre el pasado.
Es que acaso pretendía olvidar todo lo que nos hizo!?
Me daban ganas de gritar y romper algo solo de pensarlo...
Tenía sueño, y caí dormida mirando por la ventana.-Señorita...- dijo una voz con accento árabe y abrí los ojos lentamente - Señorita, llegamos.- era el taxista -
-Ehh... sí, gracias...- le pagué y bajé del taci aún dormida -
Me sacó la bolsa y me la dió.
Miré a la gran mansión de mi asqueroso padre, estaban los aspersores puestos por el gran jardín de hierba verde fresca.
Caminé por el gran camino de piedra antigua que llevaban hasta el porche y subí las 4 escaleras que llevaban a la puerta principal.
Piqué al timbre de la gran puerta blanca y a los segundos abrió una sirvienta.-Soy Jennifer.- dije mirando a la pobre sirvienta, que a decir verdad era joven y bastante guapa -
-Pase señorita Vega.- dijo dándome paso a la casa y entré al gran recibidor -
-Llámame Jennifer, porfavor.- asintió -
-Avisaré al señor Vega.- asentí apoyándome en la pared de brazos cruzados -
Al rato llegó un hombre de color bien trajeado a coger mi bolsa para llevarla al dormitorio.
Caminé a la cocina y abrí los cajones buscando algo de comer.-Señorita Vega, desea algo de la carta?- dijo una voz femenina mayor a mis espaldas -
-La carta?- pregunté mirando a la chica rubia de pelo corto de unos 40 años -
-Sí, la carta de la comida.- me tendió una carta y la dejé sobre la mesa al ver los buenos platos -
-No hay galletas? Algo normal?- frunció en ceño a la vez que asentía y me abrió un cajón lleno de galletas - Dame las Oreo porfavor.- asintió y me dió un paquete de Oreos -
-Necesita algo más?- negué con la cabeza -
-Hombre...- dijo mi padre abriendo los brazos mientras entraba a la cocina -
Iba vestido con un smoking negro, demasiado formal...
Fué a darme un abrazo pero lo aparté rápidamente.-Empezamos bien...- dijo con una sonrisa y rodé los ojos - Yasmin está en clases, cuando salga quiero que la recibas bien al igual que a Martha.- reí -
-Te recuerdo que estoy aquí por obligación, y no voy a hacer lo que tú me digas, porque solo con verte la cara me dan ganas de partírtela.- se quedó callado - Obligándome a pasar tiempor con tu nueva família no va a hacerme olvidar lo que hiciste.-
Salí de la cocina hecha una furia y caminé hasta las escaleras de mármol.
Subí hasta el pasillo de las habitaciones y busqué mi puerta.
Entré y ví mi bolsa sobre la cama.
Me tumbé en la cama algo cansada cuando mi móbil vibró.
Era Laura.
Hablé con ella y Thomas un rato, luego con Damon y los otros mensajes los ignoré.
Cuando apareció un número desconocido en la pantalla.-Sí?- contesté sentándome en la cama -
-Ya has llegado?- sonreí de alegría al escuchar su voz -
-Sí! Cómo has conseguido mi número?-
-Bueno... cada uno tiene sus trucos.- sonreí -
-Es un asco estar aquí...- suspiré -
-Pero por qué vas allí? No podías haberte quedado?-
-No... estoy amenazada...- escuché un suspiro por su parte -
-De verdad que lo siento mucho...- una lágrima cayó por mi mejilla al recordar a mi pobre madre -
-Qué haces?-
-Ahora acabo de llegar a casa, creo que contrataré una sirvienta.- sonreí -
-Una sirvienta? Pensé que yo hacía ese trabajo.- bromeé y rió -
-Bueno, puedes seguir haciéndolo cuando vengas...- sonreí de medio lado -
-Sabes algo de Maikel?- pregunté con un tono serio y tardó unos segundos en responder -
-Sólo sé que de momento no hará nada, ahora está dolido, pero es muy agresivo...- esuché unos golpes en la puerta -
-Jennifer! Venga! Ya han llegado!- gritó mi padre desde mi puerta -
-Jennifer?- dijo Lyna con un tono de preocupación -
-Te he dicho que no voy a bajar.- apreté la mandíbula y caminó hacia mi -
-Baja ahora mismo, o ya sabrás las consecuencias.- era frío y estaba muy enfadado, colgué el teléfono aunque sabía que Lyna se había quedado preocupada -
-Pienso acabar con esto.- dije pasando por su lado dándole con el brazo en el hombro -
ESTÁS LEYENDO
Después de clases
Novela Juvenil"Desde la primera clase que me dió, supe que nunca antes me había enamorado." A veces un cambio de vida supone muchas conseqüencias, pero Jennifer no esperaba enamorarse. Y menos de su profesora.