Cap. 82

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Entre besos y caricias me quitó el vestido con cuidado, yo hice lo mismo con el suyo y me empujó cuidadosamente a la cama.
Subió a ella a cuatro patas y caminó hacia mi provocativamente.
Se lanzó a mis labios y ató las cuerdas a ambos extremos del cabecero de la cama.
Se separó de mi y me miró dudosa.

-Qué... pasa?- miró las cuerdas y sonreí, quería atarme... -

-Avísame si te hace daño, sí?- asentí y me ató las manos al cabezal de la cama - Estás bien?- ví la preocupación en sus ojos, moví un poco las manos y asentí - Si en cualquier momento sientes que no puedes más, dí rojo.- asentí -

Volvió a juntar nuestros labios, pero esta vez no podía mover las manos, simplemente las tenía atadas y eso me hacía más débil y que ella tomara el control.
Bajó con besos húmedos a mi cuello, haciendo que soltara un pequeño gemido.
Llegó hasta mi sujetador, que quitó con suavidad, y comenzó a masajear mis pechos mientras bajaba con besos por el abdómen, llegó a la parte inferior y yo ya tenía la respiración agitada, ya me había mojado y no podía esperar más.
Metió la mano por debajo de mis bragas de encaje, provocando un gemido.

-Lyna...- gemí - Joder...-

Metió un dedo dentro de mi, con cuidado, haciendo que gimiera.
Fué augmentando el ritmo y el volumen de mis gemidos, más tarde metió el segundo dedo y luego unió su lengua.
Yo no podía más, tiraba con mis manos hacia ella, pero me dolía un poco al notar la presión de las cuerdas contra mis muñecas.
A la gente podría parecerle doloroso o algo macabro, pero de verdad que estaba bien.

-Lyna...- volví a gemir en un tono más fuerte - Ya...- noté un escofrío recorrer mi espina dorsal y dí un último orgasmo arqueando la espalda con la respiración agitada e intranquila -

-Te ha hecho daño?- preguntó con la respiración agitada desatando las cuerdas y negué con la cabeza, aunque un poco sí -

-Ha sido...- suspiré y ella sonrió hundiendo su cabeza en mi hombro, le abracé y le toqué el pelo - Cómo se te ocurrió eso?- reímos, ella algo tímida - No me imagino lo que estarías viendo...- se quejó con una risa -

-No estaba viendo nada, simplemente... lo pensé.- se sentó en la cama y le abracé por detrás -

-Con tus demás parejas también pensabas en atarles mientras les...- me interrumpió tapándome la boca divertida -

-Idiota...- susurró - Tengo una sorpresa.- se dió la vuelta quedando a horcajadas sobre mi en el borde de la cama -

-Una sorpresa?- fruncí el ceño -

-Pero te lo enseñaré el fin de semana que viene.- hice un puchero -

-Queda mucho...-

-Valdrá la pena, de verdad.- me dió un beso en los labios -

-Jo...- suspiré - Te quedarás a dormir?- asintó -

-Ya no hay vuelta a atrás.- puso sus manos en mi nuca y hizo círculos masajeando la zona -

-Eh!- gritó un borracho aporreando la puerta y suspiró molesta -

-Voy a abrir.- dijo levantándose y le cogí del brazo -

-Yo abro.- dije segura y asintió -

Me puse la ropa interior y el vestido rápidamente y me coloqué el pelo un poco mejor.
Abrí la puerta molesta y ví al chico de antes tambaleándose ante la puerta.
Iba a cerrar la puerta de un golpe cuando ví a Thomas entrar por la puerta seguido de Damon.
Pero estaban preocupados, estaban buscando algo, alguien.
Miré a la habitación y ví a Lyna poniéndose el vestido.
Entorné la puerta y salí al pasillo, haciendo que ambos me miraran sorprendidos y extrañados.

-Jennifer.- dijeron al unísono aliviados y reí -

-Qué pasa?- preguntó mirando cómo el borracho se iba tambaleando del vagón y escuché a Lyna caminar hacia la puerta -

-Un momento.- le susurré asomando la cabeza y asintió -

-Con quién estás?- preguntó Thomas con una sonrisa pícara y negué con la cabeza rápidamente -

-Esa tal Carla?- preguntó Damon y me maldecí interiormente -

-Ahora no puedo hablar.- fuí a entrar a la habitación cuando Lyna salió disparada de la habitación, con la máscara puesta y con una prisa para nada normal de ella - Espera!- corrí detrás de ella -

-Jennifer!- ignoré a Damon y Thomas y me dediqué a seguir a Lyna -

-Espera! Porfavor!- la seguí rápidamente por el pasillo hasta que llegó al vagón del concierto -

Después de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora