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Youngjae.

Si tuviese que definir mi vida con dos palabras serían: normal y aburrida.
Cada día que pasaba era siempre lo mismo. Veía a las mismas personas, hacía las mismas cosas y nunca ocurría nada nuevo.
Yo siempre había sido el típico chico alegre, divertido y positivo. Pero estaba tan cansado de estar encerrado cada día de mi vida en la monotonía que el Choi Youngjae de siempre se había apagado.

Mis padres no me comprendían, ellos decían que esto era cosa de la edad. Respondían justo lo mismo que cuando era un niño de quince, pero ahora tenía veintiún años y ya no era ningún niño.
Necesitaba escapar de Mokpo, conocer a personas nuevas, ir a sitios diferentes, probar comida de distintos lugares, hacer nuevas amistades, estudiar en otra universidad... Cambios, sólo quería cambios.

Todos los días pensaba, ¿así va a ser mi vida siempre? Tan aburrida y sin nada nuevo que contar. Otras personas tenían la suerte de cada dos por tres poder darse el privilegio de disfrutar de nuevas experiencias, viajar a muchos sitios y conocer culturas nuevas. Por lo que también lograban tener una vida más plena y feliz. Envidiaba mucho ese tipo de vida. Y sí, yo también podría tener una así, pero nunca tenía los recursos suficientes ni el apoyo o ayuda de alguien para hacerlo.

Pero, un día la cosa cambió. Conocí a un chico muy parecido a mí. Alegre, divertido, gracioso, loco, hablador... Parecía mi alma gemela, cosa que me hacía sentir menos solo. Con el tiempo me encariñé y acabamos siendo mejores amigos junto a otro chico más. Jackson y Mark son sus nombres. Dos extranjeros increíbles que habían llegado a mi vida para dar cambios en ella.
Eran amigos a distancia, hablaba con ellos mediante mensajes o por videollamadas, era algo de casi cada día, por lo que éramos muy unidos. Todo el apoyo que no tuve en Mokpo, lo obtuve por parte de ellos desde Seúl.

Mark se iba a mudar y no quería hacerlo solo. Jackson no era una opción, ya que él sí quería seguir viviendo solo, así que yo fui su verdadera opción.
Me pareció una buena idea, necesitaba irme y dejar de vivir en mi burbuja de simple monotonía, pero mis padres no estaban de acuerdo.
Hubieron muchas peleas, disputas, desacuerdos... Pero después de un pequeño tiempo cedieron.
Sabía que iba a mudarme sin tener trabajo o dinero, sólo el que mis padres me darían para poder vivir allí tranquilo por al menos tres meses, pero buscaría uno sin falta y ayudaría a mi amigo a pagar el alquiler y así no estar de mantenido.

Cuando el día llegó y por fin conocí a Jackson y Mark en persona, me sentí el chico más feliz del mundo. Estaba abrazando a mis mejores amigos y eso me llenaba de alegría.
Los primeros días fueron muy normales. Estuve colocando todas mis cosas en el nuevo apartamento, inscribiéndome en la universidad donde también asistían ellos y adaptándome un poco al nuevo cambio de Mokpo a Seúl.

Aún quedaban un par de semanas para empezar de nuevo las clases, por lo que estuvimos los tres visitando lugares que yo no conocía y yendo de un lado para otro. Esto sí era vida y una muy diferente a la que dejé en mi ciudad.
Pero esos días donde sólo había turismo y diversión, se terminaron. Ahora tocaba de vuelta comenzar un nuevo curso.
Para Mark, este era su último año, aunque en realidad ya debería de haber terminado la carrera. Pero debía repetir el último curso por problemas familiares y de salud que no le dejaron asistir mucho a clases. Para Jackson, también era su último año. Mientras que a mí me quedaba este y otro más.

Al entrar a la universidad con todos los libros y materiales necesarios, me sentí igual a la primera vez que entré en la universidad de Mokpo. Era nuevo y no conocía a nadie, excepto a mis dos únicos amigos. Me sentía inseguro y tenía ganas de darme la vuelta y echar a correr. Pero nada malo tenía que pasar, solamente iba a venir aquí para continuar estudiando y nada más.

A lo lejos pude divisar la cabellera roja de mi amigo Mark, así que sin dudarlo fui hacia donde estaba.

-¡Mark hyung! -le llamé mientras me iba acercando y saludaba con mi mano.
-¡Youngjae! -sonrió al verme y esperó a que estuviese a su lado para darme un abrazo. -¿Qué te parece lo poco que has visto? -preguntó entusiasmado.
-Sólo sé que es una universidad demasiado grande. -reí levemente mientras miraba hacia mi alrededor en busca de alguien. -¿Dónde está Jackson hyung?
-Ahí viene. -señaló detrás de mí y me giré para ver que estaba viniendo hacia nosotros con su característica sonrisa.
-Hola, mis niños. -nos dio un abrazo a ambos a la vez.
-Hola, hyung. -sonreí.
-¿Qué te parece lo poco que has visto? -me preguntó al igual que nuestro hyung.
-Le acabo de preguntar lo mismo, Jackson. -comenzó a reír Mark.
-¿En serio? Bueno, es muy común que pase eso. -se encogió de hombros.

Mark y Jackson llevaban siendo amigos desde hace cinco años. Ambos eran demasiado unidos y pasaban mucho tiempo juntos. Eran muy distintos y parecidos a la vez, simplemente se complementaban.

-Me gustaría que me hablaseis un poquito de este lugar y del tipo de gente que hay aquí.

Tenía un poco de miedo a que hubiesen las típicas malas personas o matones que quisieran hacer daño a cualquiera y mucho más a los nuevos. En todos lados había este tipo de gente, por eso quería evitarlos a toda costa.

-La universidad te la podemos ir enseñando poco a poco durante esta semana. -dijo Jackson mientras colocaba su mano en mi hombro. -Y respecto a las personas, hay de todo. Pero no te preocupes, si estás conmigo y con Mark, no te va a pasar nada. -apretó con suavidad mi hombro.
-Pero, ¿qué pasa cuando esté solo? -le miré preocupado.
-Espera, ¿qué carrera estudias tú? -frunció el ceño Mark.
-Biología Marina.
-Ah, no conocemos a las personas que estudian ahí. -hizo una mueca.

Iba a empezar a dramatizar, pero Jackson se adelantó a hablar.

-Yo sí conozco a una.
-¿Quién? -pregunté con curiosidad.
-Hay un chico que se llama Im Jaebum. No sé si compartirás alguna clase con él, pero si acabas compartiendo alguna o le ves, no le hables. -avisó.
-Oh, es verdad. Ese chico es realmente extraño, no deberías tener ningún tipo de contacto con él. -concordó Mark.

Me sentía confundido por todo lo que me acababan de decir de ese tal Im Jaebum. ¿Por qué era extraño? ¿Por qué no debía mantener contacto con él? ¿Tenía mala reputación? ¿Era agresivo?

-¿Qué le ocurre al chico? -pregunté interesado.
-No lo sabemos. -respondió Jackson. -Pero es un chico muy callado, frío y da miedo. Es muy extraño y solitario. No quiere acercarse a nadie y si alguien intenta entablar una conversación con él, nada funciona. -explicó.
-¿Vosotros lo habéis intentado?
-No, -habló Mark. -pero otras personas que conocemos sí. Como por ejemplo, Jinyoung.
-¿Jinyoung? -levanté una ceja.
-Es un amigo. -aclaró Jackson. -Él ha intentado hablar a veces con Jaebum, pero ya le da hasta miedo. Nunca ha obtenido ningún resultado.

Todo esto me estaba causando tanta intriga y curiosidad que en vez de sentir temor, sentía ganas de ver a ese chico en persona.

-Las clases van a empezar. -suspiró el pelirrojo mientras miraba su reloj. -Debemos irnos.

Estuvimos de acuerdo y nos dispusimos a dirigirnos cada uno a nuestras respectivas clases. Antes de dar el primer paso para emprender mi camino, Mark agarró mi brazo, me giró y con una mirada seria soltó lo que tenía para decirme.

-No te acerques a él, Youngjae.


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Este sólo es el principio para dejaros en situación de cómo más o menos era la vida de Youngjae a cómo va a ser ahora.

Carreras universitarias que estudian los chicos:

Youngjae - Biología Marina.
Jaebum - Biología Marina.
Mark - Derecho.
Jackson - Psicología.
Jinyoung - Magisterio.
BamBam - Lengua y Literatura.
Yugyeom - Lengua y Literatura.

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No te acerques a él [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora