No te acerques a él [2Jae]

31.

Narra Jinyoung.

En estos momentos ya tenía todo listo para poder irme a casa de Mark y Jackson a pasar el día y también la noche. Mark me había agradecido que hubiese dado esa idea para poder quedarme con ellos. Aunque solo fuese durante un día al menos podía relajar un poco el ambiente y lograr que ambos se lo pasen bien.

Sabía que no estaban pasando por una buena etapa y que Mark era el más afectado, o al menos quien más me contaba cosas. Quizás Jackson también lo pasaba igual de mal pero prefería guardárselo para él mismo.

Agarré mi mochila con todas las cosas, entre ellas se encontraba una nota naranja en forma de octógono y una más grande que se trataba de la única carta que Huit le había mandado a Jaebum.

Mi intención era comparar letras. La verdad es que había visto la caligrafía de ambos, pero en estos momentos no podía identificar cuál se parecía más a la de Huit, por lo que necesitaba compararlas. Además quería entrar en sus habitaciones y ver si había alguna evidencia sobre algo que pudiese estar relacionado con Huit.

Me sentía como un investigador profesional, solo que seguramente en mi caso no lo sería, porque no tenía ni idea de cómo me las iba a apañar para que no me descubriesen.

Salí de mi hogar para dirigirme al de ellos. Decidí ir caminando, así que me tomaría un ratito llegar hasta allí. Mientras en mi cabeza iba dándole vueltas al tema una y otra vez, pero no hallaba nada, porque me parecía muy extraño que mis amigos pudiesen estar metidos en algo que se puede denunciar y por lo cual te puedes encontrar con un gran problema.

Aparte, ¿por qué meterse con Jaebum? ¿Por qué amenazarle e intentar asustarle a él? ¿No había sufrido ya demasiado? Creo que lo más justo era que le dejasen vivir en paz de una buena vez.

Cuando menos me lo esperé, llegué al apartamento de mis amigos. Llamé al porterillo y la voz de Jackson apareció, le dije que era yo y me abrió. Subí hasta su piso y cuando llegué ya estaban los dos en la puerta esperándome con sonrisas en sus rostros. Les devolví la sonrisa y los abracé a la vez. Luego me dejaron pasar y Mark me llevó del brazo hasta el salón.

-¿Tienes hambre? -preguntó.
-No. -negué. -Ahora mismo estoy lleno, gracias.

Él aceptó mi respuesta y se sentó a mi lado.

-Luego puedes dejar la mochila en mi habitación.

Levanté la mirada para dirigirla a su rostro y fruncí el ceño.

-¿Vamos a dormir juntos?

Él sonrió y luego negó con la cabeza.

-No, yo voy a dormir con Jackson, pero te voy a dejar mi habitación para que duermas ahí y estés cómodo.
-Oh, vale. Muchas gracias. -palmeé su rodilla. -¿No hay problema en que duermas con él?
-No hay problema, incluso los días que discutimos acabamos durmiendo juntos. -aclaró.

Inesperadamente, se escuchó un grito agudo proveniente del pasillo. Luego unos pasos rápidos y Jackson apareció con miedo reflejado en su rostro.
Mark y yo nos levantamos con rapidez algo asustados.

-¿Qué ha pasado? -pregunté antes de que Mark pudiese hacerlo.
-¡Hay un bicho raro en mi habitación! -la señaló.

Mark rodó los ojos y fue hacia donde su novio dijo. Yo aproveché la oportunidad para ir también y de paso mirar más que solo ese bicho.

-A ver, ¿cómo era? -dijo el mayor.
-P-Pues grande, con patas largas y unas antenas o no sé, solo lo he visto por unos segundos y luego me he ido corriendo. -respondió con rapidez.