No te acerques a él [2Jae]

18.

-¿Q-Qué pasa?

Jaebum me seguía mirando muy nervioso y algo preocupado por no saber en lo que estaba pensando. Creía que su sonrisa no me había gustado o que me había sorprendido de mala manera, pero eso estaba muy lejos de la realidad.
Estaba sintiendo tantas cosas en este momento que podía acabar explotando sin ningún problema. Me acababa de dar cuenta de que estaba enamorado de mi amigo y eso era demasiado. Una cosa es atracción o admiración, pero estar enamorado es el nivel supremo que no se puede superar. Y ahora que lo analizaba todo un poco mejor no me agradaba la idea de estar enamorado y mucho menos de él.

Jaebum es una persona cerrada, desconfiada y solitaria. Y aunque no lo fuese conmigo, eso no significaba que pudiese llegar a sentir algo por mí. No podía arriesgarme y decirle toda la verdad, no debía de decirle que me había dado cuenta de que sentía cosas fuertes por él. Pero ahora que íbamos a comenzar a vivir juntos, seguramente se percataría de mis sentimientos, porque un error grande que tenía era que se me notaba a kilómetros cuando me gustaba alguien y si Jaebum no era despistado se iba a dar cuenta muy pronto.

-Nada, hyung. Me he quedado muy sorprendido al ver por fin por primera vez tu sonrisa. Es preciosa, no te preocupes. Estás bellísimo cuando sonríes. -admití con toda la sinceridad.

Él en cambio se sonrojó ante mis palabras y agachó un poco la mirada.

-Espero que a partir de ahora sonrías más y no tengas miedo de mostrarme un rostro feliz.

Asintió sin responder y sonreí enternecido. Me parecía tan normal el haberme enamorado de él, porque mi hyung lo tenía absolutamente todo. Estaba seguro de que era la persona indicada para mí, y esperaba de todo corazón algún día poder transmitirle todos mis sentimientos y que sean recíprocos.

-¿Nos vamos? -pregunté después de unos minutos.
-Sí. -dijo en un suave murmuro y nos levantamos para volver a casa.

Como de costumbre, Jaebum me acompañó hasta mi hogar.

-¿Quieres estar un rato en mi casa? -le ofrecí.
-Pero, Mark supongo que estará ahí, ¿no?
-Sí, pero a él no le importa que te invite. Aparte, nos metemos en mi habitación y ya está.
-Bueno, pero un rato nada más, eh.

Ambos subimos hasta llegar a la puerta de mi apartamento, abrí con mis llaves y entramos.

-¡Markie! -alcé la voz. -¡He venido con Jaebum, vamos a estar un rato en mi habitación!

Mark apareció por el pasillo que daba hacia las habitaciones y el baño y sonrió al vernos a ambos.

-No hay problema. Por cierto, lo siento por el desorden, estoy guardando todas mis cosas para mudarme. -le comentó a Jaebum.

Él hizo un gesto dándole a entender que no debía de preocuparse y después de eso nos dirigimos hacia mi cuarto.

-Bueno hyung, si necesitas algo me avisas. -dije desde la puerta de mi habitación.
-No te preocupes ya estoy terminando, me queda muy poco. -comentó.
-Genial. -asentí animado y cerré la puerta.

Me di la vuelta y me encontré con Jaebum mirando mi estantería, la cual tenía repleta de diferentes cosas. Habían álbumes de música, muñecos de acción, figuritas, perfumes... De todo un poco. Incluso estaba ahí el único dibujo que él me hizo. Ya había estado aquí más veces, pero nunca le dio por pararse a observar lo que tenía mi estantería.

Me acerqué a él y le abracé por detrás, dejando mis brazos alrededor de su cintura y apoyando mi mentón en su hombro.
Él se sorprendió un poco al sentirme de repente, pero luego le restó importancia y no me apartó.

-No sabía que eres fan de varios grupos masculinos. -habló mientras agarraba un álbum de Monsta X.
-Bueno, me gustan algunos mucho y compro a veces sus álbumes, creo que merecen la pena. -expliqué.
-Yo nunca me gastaría dinero en estas cosas, pero si a ti te hacen feliz... -lo volvió a colocar en su sitio después de mirarlo bien.