7.

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Después de vestirme lo más rápido que pude, de agarrar unas galletas para no salir con el estómago vacío y comerlas con toda la prisa que hasta casi me atraganté, cogí mis llaves y me dispuse a salir del apartamento.

-¿A dónde vas? -me interrumpió Mark y se puso delante de mí.
-Tengo que ayudar a Ayen con un problema importante. Llevo mi móvil, dinero y las llaves, no te preocupes estaré aquí en unas horas o eso espero. -contesté con rapidez.
-De acuerdo... -me miró extrañado. -Si pasa cualquier cosa llámame, por favor. Ten cuidado. -palmeó mi hombro, asentí en respuesta mientras soltaba un "vale" y me fui.

Corrí como si no hubiese un mañana, entre una cosa y otra iba a llegar incluso tarde, pero esa no era la razón por la que estaba corriendo, sino más bien porque contra antes llegase, antes nos pondríamos a buscar a Jaebum. No había tiempo que perder.

Llegué al punto de encuentro y visualicé a Ayen esperándome al lado de la fuente que había en medio del parque. Me acerqué a ella y sin esperárselo le di un fuerte abrazo.

-¡Youngjae! -me correspondió. -Muchas gracias por venir.
-Es un placer, noona. -me separé de ella. -Pero ahora que caigo... Apenas conozco los gustos de Jaebum y a donde le gusta ir. No sé si voy a servir de mucha ayuda.
-Pero cuatro ojos ven más que dos y dos voces son más que una, así que claro que me vas a ayudar. -frotó mi espalda. -He venido en mi coche para que podamos ir a los sitios que se nos ocurran con más facilidad y rapidez. -señaló un coche negro que estaba aparcado al lado de la acera. -Vamos, no perdamos más tiempo.

Ambos nos dirigimos a su coche, me senté delante junto a ella y arrancó. Comenzó a conducir hacia un lugar, sin decirme nada.

-¿A cuál sitio nos estamos dirigiendo?
-A un pueblo cercano de aquí.
-¡¿Qué?! ¿Un pueblo? -le miré sorprendido.
-Jaebum tiene la costumbre de que cuando desaparece se va a ese pueblo, allí él... Bueno tiene muchos recuerdos porque gran parte de su vida la vivió allí. Pero el pueblo es grande y no va a ser tan fácil encontrarle. -comentó.
-Oh, comprendo. -asentí. -¿Por qué crees que se ha ido de repente allí? Cuando nos despedimos era de noche.
-A él le da igual la hora que sea, no se preocupa por eso. Aunque me he dado cuenta de que no ha viajado en coche, porque el suyo sigue aparcado al lado de su casa.
-Entonces se ha ido en autobús o tren, ¿no? -pregunté un poco confundido.
-Seguramente en tren. Tendría ya el billete comprado para ir hacia allí.
-Y... ¿Qué crees que puede estar haciendo él allí? -tenía miedo de que cometiese alguna locura.
-No lo sé. -suspiró. -Puede que solo haya ido para recordar momentos de su vida, pero allí también vivió malos y... En fin, quiero creer que ha ido a ese pueblo con una mente positiva.
-Y si ha ido con una mente negativa, ¿qué puede pasar? -no podía dejar de hacer preguntas, estaba muy preocupado.
-Pueden pasar cosas malas, Youngjae. Él tiene depresión y el suicidio es una opción. -contestó con voz temblorosa.
-¡¿Suicidio?! -grité aterrorizado.
-Sí... Por eso estoy tan preocupada, porque nunca sé qué está haciendo solo por ahí. Él sabe que me voy a ir y ahora se va a sentir más solo que nunca. No va a tener ningún soporte y apoyo con el que pueda sentirse algo querido y comprendido. Es por eso mismo que estoy dejándolo en tus manos, estoy confiando en ti para que cuides a mi sobrino. Él es una buena persona, pero ha vivido cosas malas, le han hecho daño y han acabado con su poca felicidad. Pienso que él ya no le ve sentido a su monótona vida, así que en cualquier momento es capaz de cometer una locura y quitarse la vida. -hablaba mientras contenía sus lágrimas y yo le miraba con tristeza. -Yo sé que por mucho que se niegue a compartir su vida con otra persona que no sea yo, por dentro está deseoso de sentirse apoyado y comprendido por alguna otra persona que sea más cercana a su edad. También sé que él te aprecia, da igual que te lo niegue Youngjae, a él le cuesta admitir esas cosas. No sé si te quiere, pero sí le importas. -admitió.
-Noona... Es tan triste todo lo que me estás contando. -se me escapó una lágrima. -Te prometo que yo quiero mucho a Jaebum, y estoy dispuesto a entrar en su vida para quedarme. Quiero ser su amigo y que él pueda llegar a confiar en mí. No quiero que se sienta solo, y mucho menos quiero que esté solo cuando tú te vayas a América. Puedes confiar en mi. -dije seguro de mis palabras.
-Confío en ti, Youngjae.

No te acerques a él [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora