No te acerques a él [2Jae]

35.

Final 1era temporada.

Sentí unas manos acariciando mi cara y pelo, algo que me estaba relajando y a la vez despertando. Empecé a mover mi rostro y luego apreté mis ojos para después abrirlos y mirar a la persona que estaba despertándome de esa manera tan delicada.

Obviamente se trataba de Jaebum porque era la única persona con la que estaba aquí, y si hubiese sido otra ya estaría corriendo y agarrando mi móvil para llamar a la policía.

-¿Qué hora es? -pregunté mientras todavía intentaba acostumbrarme a la luz del día.
-Las 10:42, es hora de desayunar.

Plantó un suave beso en mi mejilla y luego otro en mis labios. Yo me quejé porque no tenía ganas de levantarme, pero él sin mucha paciencia más me agarró de los brazos y me obligó a sentarme.

-Venga, no quiero repetírtelo.

Resoplé sin añadir palabra y me estiré para luego salir de la cama.

Jaebum y yo queríamos aprovechar todos los días al máximo, porque estar en Nueva York no era algo que se podía hacer cuando quisiéramos, así que teníamos que salir a una buena hora para poder visitar los máximos sitios posibles.

Entré en el baño a darme una ducha rápida y luego salí para entrar de nuevo en la habitación y vestirme. Peiné un poco mi cabello y me fui a la cocina a preparar algo de desayunar.

-Hoy podríamos ir a Central Park. -dije mientras entraba, sabía que él estaba ahí.

Cuando levanté la vista y vi a Jaebum con mi teléfono en mano sumergido en lo que sea que estuviese leyendo en el, me alteré.

-¡¿Qué estás haciendo?! -medio grité mientras le quitaba de un tirón mi teléfono.

Él levantó la mirada con rapidez y parpadeó varias veces para luego levantarse y cambiar su rostro a uno enfadado.

Oh no, ya había visto algo que no le había gustado. Algo que en ningún momento debería de haber visto porque era mi teléfono y mis cosas. ¿Es que ya ni siquiera podía tener privacidad?

-¿Por qué hablas con tantos chicos que no son tus amigos? -su semblante solo expresaba molestia.
-Son compañeros de clase y algunos chicos de Mokpo, nada más. -contesté mientras me alejaba unos pasos de él.
-¿Y por qué te hablas con chicos de Mokpo si tú ya no vives allí?

Su tono de voz era alto y serio, como si un padre muy estricto estuviese regañando a su hijo.

-¡Son chicos con los que me llevo bien! ¿Es acaso ilegal que siga hablando con ellos de vez en cuando? -alcé la voz indignado.
-No es ilegal, pero es una falta de respeto cuando tienes novio. Me podrías estar engañando con cualquiera de ellos y yo ni enterado.

Y ahí venían de nuevo sus inseguridades y la estúpida desconfianza que tenía a pesar de que siempre le había demostrado lo mejor de mí y había sido fiel desde el minuto uno.

-Es obvio que no te engaño, tú siempre has sido el único chico del que me he enamorado, Jaebum. ¡¿Cuándo te va a entrar eso en la cabeza?! -bufé y me dirigí al salón.
-¿Entonces quién es ese tal Eunkwang y por qué le dices que le quieres? -preguntó casi echando humo por las orejas.

Rodé los ojos al escuchar aquello, no sabía si reír o llorar. ¿Acaso tenía algo de raro o malo decirle a algún amigo que le quieres?

-Es un amigo de Mokpo, de los pocos que me valoraron durante el tiempo que estuvo en el mismo instituto que yo. Él me quiere y yo le quiero, ¿hay algo malo en eso? -me crucé de brazos.
-¡Por supuesto que sí! -soltó en un grito. -No es normal ir por ahí diciéndole a tus amigos que los quieres mientras tienes pareja.
-No será normal en tu mundo, Jaebum. Porque en el mío no le doy importancia a esas cosas ni me parece un acto de infidelidad. Tus pensamientos son ridículos. -contesté mientras intentaba controlar mis ganas de gritar.
-¿Mis pensamientos ridículos? -dijo sorprendido. -¿Y no has visto la posibilidad de que tal vez los ridículos sean los tuyos? No por tú no estar enfermo eres el más coherente y tienes la razón en todo.
-Por supuesto que no, pero en esto sí tengo la razón y deberías reconocerlo. Tienes algunos pensamientos muy poco compatibles con los míos.