No te acerques a él [2Jae]

4.

Mark y yo nos encontrábamos en una cafetería mientras merendábamos tranquilamente y conversábamos sobre distintos temas.
Mark me había comentado que Jackson estaba hablando y viéndose desde hace días con una chica, pero que a él no le agradaba porque la veía muy "aprovechada". Pero a pesar de haberle dicho varias veces aquello, Jackson seguía haciéndose el sordo y continuaba pasando ratos con la chica y también mandándose mensajes. Mark no estaba celoso, él estaba preocupado de que su mejor amigo pudiese salir lastimado de nuevo, porque él ya había tenido malas experiencias en el pasado. Yo también me preocupaba, porque lo último que quería era ver a mi amigo mal por culpa de que le habían hecho ilusiones para nada.

-Aunque tengas razón, debemos dejarle que haga lo que quiera, hyung. Porque él es un adulto y sabe lo que tiene que hacer y lo que no. Tú le has advertido, si él prefiere ignorarte y seguir teniendo contacto con ella, entonces su culpa es. -opiné.
-Luego vendrá llorando y diciendo que tenía razón y que es un tonto por no haberme hecho caso y bla bla. -contestó con voz amarga.
-Lo de siempre, ¿no? -suspiré mientras sonreía de lado. -Aun así tú estarás ahí para darle tu apoyo.
-Exacto.

Ambos nos quedamos en un cómodo silencio mientras disfrutábamos de nuestros cafés y pasteles. Mark observaba a la gente que había alrededor y también miraba quienes entraban o salían de la cafetería, ya que desde donde estaba sentado podía verlo todo claramente, mientras que yo no porque estaba de espaldas a toda esa "vista".

-Youngjae. -cortó el silencio mi amigo y yo le miré atento. -Adivina quién acaba de entrar. -dijo mientras le echaba un vistazo a la persona que había entrado.
-Mm, ¿Jackson?
-No. -negó y se acercó un poco a mí para susurrarme el nombre. -Im Jaebum.

Abrí mis ojos sorprendido y sin llegar a ser descarado, giré un poco mi cuerpo y mi cabeza para buscar al chico misterioso. Y, efectivamente, estaba dirigiéndose hacia el mostrador para ser atendido.
¿Iba a hablar? Bueno, era obvio que sí sino ¿cómo iba a pedir algo de comer o beber?
Era tan raro ver como sus labios se movían y salían palabras de su boca, aunque sólo hubiesen sido pocas. Me extrañaba verlo hablar.
Fue una verdadera pena el no haber estado cerca de él, ya que me había quedado con las ganas de escuchar su voz. ¿Sería una voz grave y profunda? ¿O quizá una voz dulce y calmada? Por ahora no lo sabría, aunque si me ponía a pensar en ello, lo que mejor le quedaría sería una voz grave con ese toque serio que tanto le representa.

-Sabes, en estos días se ha esparcido un rumor sobre Jaebum. -de nuevo habló mi hyung, miré al frente y conectamos miradas.
-¿En serio? -contesté interesado. -¿Cuál?
-Dicen que hace unos días le pegó a dos chicos una paliza y que intentó aprovecharse de una chica. -hizo una mueca.
-¡¿Qué?! -le miré atónito. -¿Quién te ha contado eso?
-Unos compañeros de mi clase, pero no saben si la información es totalmente verídica. -aclaró.
-No creo que haya hecho eso, hyung. -fruncí el ceño. -Vale, él es un chico que no da muy buena espina, pero no se relaciona con nadie y todo el mundo le tiene respeto. ¿Con quién se va a pelear y a qué chica va a manosear y tratar de esa forma? No sé, suena como que es algo inventado.
-Pero no conoces a Jaebum, no puedes justificarle de esa forma porque tal vez su manera de actuar en la universidad es distinta a como actúa fuera de esta, ¿no? -rebatió.

Me quedé pensando por unos segundos. Entendía su punto, y podía tener razón. De todas maneras, ¿quiénes éramos nosotros para criticar sobre un tema que no sabíamos si era cierto o no?

-Puede ser que sí o puede ser que no. Pero tampoco podemos estar seguros de que ese rumor es real. La gente es capaz de inventar lo que les da la gana sin que su conciencia se quede intranquila.
-Lo sé, pero de igual manera no te vayas a acercar a él, por favor. -me miró con seriedad. -No quiero que te acerques a él, porque estoy seguro de que no te conviene. Tiene pinta de que es una persona tóxica.
-No deberías juzgarle sin ni siquiera saber un poco de él, hyung. -repliqué indignado.
-¿Por qué le defiendes si tú tampoco le conoces? -entrecerró sus ojos.