Ambos se quedaron quietos mirándome muy sorprendidos por haber entrado de imprevisto. Jinyoung tenía una mano en el cuello de Jaebum y este último una en su espalda por el golpe que le había dado sin querer.
-Tu amigo está borracho y no sabe lo que hace, creo que me quería golpear. -respondió Jaebum mientras apartaba a mi mejor amigo de su lado.
Miré a Jinyoung con una ceja alzada, esperando a que él dijese lo que tenía pensado hacer, porque desde mi punto de vista lo iba a besar.
-¿Es eso verdad? -pregunté al ver que no respondía.
-Lo que quería era agarrarle del cuello y dejarle clara la última cosa que le iba a decir. -admitió, aunque no sabía si creerle.
-Entre vosotros no hay ningún problema, así que no tenéis que deciros nada. -contesté con dureza.Jaebum ante mi mirada decidió salir del baño y me quedé a solas con mi mejor amigo, él me miró y acto seguido cerró la puerta.
-Escúchame, estoy seguro de que Jaebum va a intentar forzarte a hacer cosas que no quieres. A él le gustas y va a esforzarse para que tú sientas lo mismo de nuevo. -avisó.
-Jaebum no me va a forzar a nada, él no es así. -aseguré.
-Yo si fuese tú estaría vigilándole bien, no se lo pongas fácil. -aconsejó.
-Hyung, creo que el alcohol te está afectando. -toqué su cabeza. -Mejor siéntate en el salón e intenta no pensar demasiado.Él hizo un puchero y asintió en respuesta, pero antes de irse agarró mis mejillas y juntó nuestros labios en un corto y superficial beso.
-Espero que lo pases muy bien y cuídate mucho.
Salió del baño y yo solo pude tocar mis labios mientras negaba con la cabeza y una pequeña sonrisa se me escapaba. Sabía que él estaba celoso y no lo había podido ocultar por culpa del alcohol, aunque si estuviese sobrio seguramente tampoco lo habría podido ocultar.
Era obvio que estaba equivocado, conocía a Jaebum muchísimo mejor que él y sabía que no iba a obligarme a nada, incluso ya me lo dejó claro. Pero entendía que Jinyoung pudiese verlo de otra manera y no fiarse. Esperaba que los días que no estuviese le sirviesen para poder olvidarse un poquito de sus sentimientos.
🌊🌊
El día había llegado y ya nos encontrábamos entrando en el avión que nos llevaría a la Isla Cocoa, Maldivas. Estaba muy ilusionado, ese lugar era maravilloso y había que tener bastante dinero ahorrado para ir. Por suerte, a nosotros nos pagaba la excursión las dos empresas, así que me sentía muy afortunado de poder pasar una semana en ese lugar tan paradisíaco. Nos íbamos a quedar alojados en cabañas lujosas que estaban situadas encima del agua, así que todo el tiempo tendríamos el mar cerca y unas vistas preciosas. Además de que estaríamos en total tranquilidad y sin escuchar ruidos de la ciudad. Iban a ser días muy relajantes y a la vez ajetreados por las actividades que haríamos, las cuales todavía no sabíamos ninguno porque nos las dirían allí.
Una vez sentados y después de unos minutos de haber despegado el avión, miré a mi compañero de este viaje y cuando él se percató de que le estaba mirando y nuestros ojos se encontraron, hablé.
-Te voy a poner unas sencillas normas, querido compañero.
-¿Qué? ¿Normas? -soltó confundido.
-Así es. -asentí. -Deberás cumplirlas para que no tengamos ningún problema durante estos siete días.
-A ver, dímelas.Me acomodé de tal forma en la que pudiese mirarle sin tener que doblar el cuello y empecé a decirle mis importantes normas.
-La primera es que debemos irnos a dormir como muy tarde a las once. Nuestros instructores nos harán levantarnos temprano todos los días, así que tenemos que estar muy descansados.
-Estoy de acuerdo. -concordó sin problema.
-La segunda es que si hay tiempo me dejes dormir siesta. Yo sé que tú no duermes mucha siesta, pero yo a veces la necesito, así que quiero que la respetes y no seas ruidoso cuando duerma.
-Perfecto, no molestaré. -aceptó.
-La tercera es que no puedes entrar al baño mientras me ducho. -le señalé con advertencia.
-Nunca lo he hecho, y además eso es muy obvio. Yo tampoco quiero que entres cuando me duche. -hizo una mueca.
-Bien. La última que también es muy importante, es que si necesitas ser cariñoso conmigo pero yo en ese momento no quiero tener ningún tipo de contacto físico, tú debes respetarlo y dejarme mi espacio. Sé que lo vas a cumplir, pero por si acaso.
-Estas normas que me estás poniendo tú también las cumplirás conmigo, ¿no? -alzó una ceja.
-Por supuesto. -afirmé.
-Ah, todo bien entonces. Cumpliré con todas, no te preocupes.
-Genial. -sonreí satisfecho. -Voy a dormir por unas horas, ¿tú también?
-No puedo quedarme dormido aquí con facilidad, pero más tarde lo intentaré. -contestó mientras sacaba un libro llamado El juego de Gerald. Si no me equivocaba, ese era un libro de terror psicológico. Género que yo nunca solía leer, pero que también me gustaba, aunque hasta cierto punto.
-Oh, vale. Disfruta de la lectura, hyung.
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No te acerques a él [2Jae]
Fanfiction"No te acerques a él, Youngjae." Advertencias: Contenido homosexual. Temas delicados. Estado: Completa. Historia completamente mía. Prohibida la adaptación, traducción o copia. 2Jae, GOT7.