XXVII
Cuéntame tu secreto,
Pero despacio para comprender
Todas las palabras
Y que no puedan robarla
Los camiones a media noche.
Apestan a neumático,
Y nuestros ceniceros a mucho
Tabaco
Del que se fuma sin ganas
Para matar el tiempo
Que vaciamos
De no saber qué decir.Cuéntame tu secreto
Con los brazos,
Que el tacto a veces esconde
Las verdades
Que camuflas encogiéndote de hombros,
Cuando frente a frente
Nos supera la gravedad
De una noche en los huesos.Háblame,
No es pedir tanto
Un segundo de mirarte
Y saber que más allá
De mi materia
Existo.
Si no
siento cómo
Segundo tras segundo
Se me caen las uñas
De arañar
las posaderas del sofá
En que me siento a esperarte
Las madrugadas que no amanecen.
Se alargan tristemente
Hasta la saciedad
De la distancia
Entre mi boca
Y el coñac.Cuéntame tu secreto sin actos reflejos,
Ni neuronas que sean testigo
Del derrumbamiento de sentidos
Cada vez
Que a tientas nuestras piernas
Hacen contacto.En la inmensidad de tu palabra
Firmo un pacto con la muerte,
Para que si despierta en ti
La llama
De la miserable contingencia
Puedas mirarme
Y desenterrarte
Como un tesoro
Al que llevo una vida
Soñando a las tres de la mañana.Sé que me espera un cofre vacío y no me importa.
Tengo mis propios secretos con que llenarlo.
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El invierno de las ratas.
PoesíaRecorridos de una tarde de lluvia, un domingo por la ventana en la que se deslizan a susurros los secretos de las ratas. Universos desprendidos en abismos, adoquín entre adoquín. Poemas que te escribo, yo o las gotas, las que inundan las alcantarill...