I
Vuelvo a caer como un ratón en el peligroso juego de los felinos.
Y realmente siempre lo he sabido,
Que mi destino,
Destino, qué palabra,
Era acabar a tiras,
Olvidada en la esquina de un desván polvoriento.
Me parecen buen sarcófago para las ratas los libros,
Y me sobran razones para afirmar mi identidad de roedor.
Soy escurridiza entre tu espalda, como una sombra,
Y cuando no me ves deshago crucigramas
de cuchillos
con las balas de un cañón
Y sus cenizas,
Envuelta en humo grito que "la nicotina salva más vidas que mata",
Que me excusa unos minutos,
contemplándote como si el tiempo
fuesen solo los segundos que tardas en parpadear
Y levantarme un muro de miradas.
Otra vez con inocencia he vuelto a pecar,
Y me pregunto si en el infierno habrá lugar para las dudas,
los intencionados tropiezos,
Si las ratas tendremos nuestro propio cielo
O si es este un mundo de piedras para errar.
Y qué duro es darse cuenta:
Que las colas de las ratas
están hechas a medida de las zarpas de los gatos.
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El invierno de las ratas.
PoetryRecorridos de una tarde de lluvia, un domingo por la ventana en la que se deslizan a susurros los secretos de las ratas. Universos desprendidos en abismos, adoquín entre adoquín. Poemas que te escribo, yo o las gotas, las que inundan las alcantarill...