XXXVIII
Estoy harta de decirlo.
Se lo digo a las piedras
Que inocentemente se tuestan al sol
En el camino,
Inmersas en esta canción de primavera.
Y a las mariposas
Con alas de papel crepé,
Atravesadas
Por dos lenguas de río
Desbordado en su cauce,
Como un brazo que se multiplica
En su afán por abrazarte.
Se pierde el mensaje
En los picos de los pájaros,
Y cae rodando por lo troncos
Apretados
Como una lengua de sabia.
Yo lo recojo
Para atraparlo en
El interior
De una botella
Y lanzarlo en paracaídas
Al atlántico.
Le he vendido mi alma a las mareas;
Nadie objetará,
Lo empujarán los peces
Hasta la secreta orilla
Donde escarbará
Su lecho en la arena
A esperar.
Estoy harta de decirlo,
Que no me importa
Si la distancia implica
Un café
En taza de barro,
Un cigarro en
Una habitación cerrada
Que nos haga al humo
Estrangularnos.
Que hay formas
De hablarse
Con dos o tres nostalgias
Despegadas,
Y formas de querer
Anumeradas, anacrónicas
Como fingimos tú y yo
vendados los ojos
Una vez se hubieron derretido las palabras.
Estoy harta de decirlo,
Que soy un barco descosido
De su brújula
Que no inventa puertos
O sirenas;
Que detrás de mis ojos
No hay verdad mentida.
He aquí el mensaje impreciso de las piedras:
entre dos corazones
No existe kilómetro
Que valga.

ESTÁS LEYENDO
El invierno de las ratas.
PoesíaRecorridos de una tarde de lluvia, un domingo por la ventana en la que se deslizan a susurros los secretos de las ratas. Universos desprendidos en abismos, adoquín entre adoquín. Poemas que te escribo, yo o las gotas, las que inundan las alcantarill...