XLI
Sentados a esperar,
Los trenes que nunca llegan.
A lo lejos el relámpago
Viste al cielo de lino,
Y la estación en su noche
Eterna chirría pesadas
Las nubes de metal.
Dos o tres gatos famélicos
Seguimos enchufados
A las vías,
Expectantes por el tren fantasma.
Sabemos que emergerá
De entre la niebla fosfatada
A devorarnos en un estómago
De vagón estrecho.
Esperamos sobrios las gargantas
Sin voz del revisor
Que anuncie su llegada,
Enarbolando un fuego
Azul
En una mano calcinada.
Y a lo lejos una gota
Prosigue su tortura
En el bidé
Que solo alcanzamos con la
Punta de los dedos,
Pies sedientos.
Los gatos de la estación,
Pacientes de no se sabe qué
Ni cuándo,
El tren de algo,
Porque los labios
No transcurren frente al raíl.
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El invierno de las ratas.
PoesieRecorridos de una tarde de lluvia, un domingo por la ventana en la que se deslizan a susurros los secretos de las ratas. Universos desprendidos en abismos, adoquín entre adoquín. Poemas que te escribo, yo o las gotas, las que inundan las alcantarill...