Dormir acompañados.

55 4 2
                                    

XLIX

Sobre la cama observo cómo

Te calmas a mirarme.

Desde el reflejo de la ventana,

Porque apenas me atrevo a girar

Por si una ínfima distancia

Se hace demasiado insoportable.

Percibo el calor que transmite

Tu espalda.

Los cuerpos siempre intentan

Fusionarse.

Mantengo el silencio,

Suspiro para adentro,

Espero que duermas,

Porque si no

bien podrías escuchar

mis pensamientos.

Así que al cabo de una hora,

Cuando el cristal ya

Apenas te refleja

Y están altas las estrellas,

Permito que sea mi frente

La que hable.

Tienes la carita cerrada,

Una arruga o dos muy plácidas,

Y quisiera abalanzarme

Como los caracoles

A tocarte todas las verdades

Amargas.

Creo que sólo mis labios

Pueden comentarte

Cuántos colores le arrancan

A la noche,

Pero déjame decantarme por las manos:

Que en supuesta casualidad

Te rocen las rodillas.

El sudor se ha inyectado en tu piel

(La que te enmascara tan tersa),

Y luces pálida como la luna

Cuando juega a escaparse

Del pronto amanecer.

En verdad rezo porque duermas

Y no estés solo fingiendo,

Porque ya creo que mi

Boca quiere hacerse un libro

De tus sombras,

El halo inquebrantable que te envuelve.

Paralizada, tu quietud no me admite

Si deforma.

Después rehuso a transgredirte

Con el tacto,

Me convenzo de que yo también

Estoy aquí para dormir,

Que no salieron

Mis angustias a buscarte

Como a fantasma difícil

Para devolverme dos mil cartas

Sin abrir.

El invierno de las ratas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora