Un grito estruendoso se escuchó por todo el lugar y Brianna se levantó de golpe.
Empezó a tomar bocanadas de aire y su rostro volvió a la normalidad.
––¿Brianna?, ¿Estás bien? ––Me traté de levantar del suelo pero la herida me lo impedía.
Solté un gruñido y me arrastré hacía sus piernas. Estoy herida.
––¿Heather?–– Sus ojos se humedecieron hasta el punto de llegar al llanto ––¿Que pasó?–– Preguntó tapando con sus dos manos mitad de su rostro ––¿Qué te ha pasado?
––Algo se había apoderado de ti–– Hice una expresión de dolor al sentir cómo la herida me quemaba ––Trató de asesinarme.
––¡Santo cielo!–– Su rostro expresó tristeza y me ayudó a levantarme del suelo.
Con debilidad me senté en el sillón y solté un suspiro tembloroso.
––Tráeme gasas y alcohol–– Añadí llamando su atención ––Están en el baño–– Presioné mis labios con fuerza para no dejar salir ningún quejido.
Se limitó a decir alguna palabra y en un decir amén ya se encontraba con lo que le solicité hace unos segundos.
Tiré alcohol en la herida abierta y sollocé el sentir cómo el líquido se incorporaba dentro de la carne viva.
Lo único que puedo sentir en este momento es ardor.
Al limpiar la herida pasé el rollo de gasa una y otra vez por mi pierna.
La blanca gasa se empezó a teñir de rojo por la sangre que aún seguía saliendo de esta.
––Todo está bien. ––Susurré para si misma y traté de levantarme del sillón.
––¿Necesitas que te ayude? ––Preguntó con preocupación.
––Trataré de ir sóla.
Comencé a caminar de la sala hacía mi habitación renqueando.
No fué fácil, pero lo logré.
Me acosté sobre la cama y respiré hondo. Tratando de relajarme aúnque me fuese algo imposible.
––Duerme. ––Ordené dándole la espalda y envolviendome en las tibias mantas.
Brianna entró a la cama e inmediatamente caímos en un sueño profundo.
(...)
––Buenos días. ––Sonrió levemente tocando mi hombro para despertarme.
Talle mis ojos y parpadee rápidamente para poder ver nítido.
Miré que tenía una bandeja de tostadas y jugo de naranja.
––Lo hice para el desayuno. ––Me dió la bandeja y me quedé aún en la cama.
––¿Sabes dónde se encuentra toda la comida? ––Reí dándole un mordisco a la tostada.
––Busqué por todo lados–– Río burlona ––Sólo quería algo liviano para desayunar.
––Anda–– Dije con la boca llena ––Desayuna conmigo. ––Dí palmadas a lado de mí.
Asintió y se sentó a mi par para después desayunar las dos juntas.
––Siento mucho lo que pasó ayer. ––Se disculpó apenada dándo un sorbo a su vaso con jugo de naranja.
––¿Por qué te disculpas?–– Sacudí las migajas de pan que se encontraban acumuladas en mi camisa ––No fué tú culpa.
––Si hubiese sido yo jamás hubiese cometido semejante locura.
––Ya todo pasó–– Hablé después de un largo silencio ––No recordemos lo de ayer, ¿Okay? ––Bajé la mirada y mojé mis labios.
––Okay–– Mordió su tostada cubierta de mermelada ––Será mejor no hablar sobre eso.
(...)
––Nos vemos la otra semana–– Se lanzó a mis brazos y posó su cabeza en mi pecho ––Cuídate.
Se separó de mi y finalmente salió de la casa.
Miré un periódico tirado en el suelo. Uno que no estába ahí antes.
Lo tomé con mis manos y sople el polvo hasta que saliera por completo.
Al hacerlo comencé a toser ya que este se acumulaba en mi nariz y me causaba una espécie de alergia.
No decía nada, sólamente estába la foto de un hombre castaño, de ojos cafes, cabello rizado y tés blanca.
«Se me hace familiar. Alguién ya me ha hablado de él»
––¿Para qué está la foto de este tipo aquí? ––Fruncí el seño confundida y dejé la hoja en el estante de libros.
(...)
Tomé el control del televisor y lo prendí para ver una de mis series favoritas.
Al ver escuché un sonido proviniente de la cocina, pero no le tomé mucha importancia, entonces seguí en lo mío.
Pero al escuchar cuándo el ruido aumentó bajé el volúmen del televisor de golpe y esperé a que volvieran los sonidos de nuevo.
Eran cosas quebrandose. Los sonidos lo dicen todo.
Me dirigí a la cocina con rapidez y miré cómo platos, vasos, ollas y demás eran arrojados al suelo con brusquedad.
––¿Qué demonios está pasando? ––Miré todo el desastre.
Nadie ha estado en la cocina, la única que se ha mantenido estas últimas dos horas en la casa he sido yo.
Los platos seguían siendo arrojados. Pero esta vez hacía mi dirección.
Varios platos se quebraron en mi cabeza, dejándome casi inconsciente.
Salí lo más rápido que pude de ahí, aunque se me dificultó por mi pierna herida.
Al terminar el desastre volví a adentrarme a la cocina y a limpiar todo el desorden que había.
Al caminar me clavé un pedazo de vidrio de porcelana en el pie.
––¡Malditasea! ––Grité al sacar el vidrio de mi pie.
Limpié lo más que pude el lugar.
Fué algo difícil ya que pedazos de cristal o de vidrios de encontraban por todos lados.
Al terminar volví a la sala y fuí directo al escritorio para invertigar en el computador.
Accedí a Google y me adentré en una página web que hablaba sobre los sucesos cómo este.
Me levanté y serví un trago de café en una de las pocas tazas que sobrevivieron.
Volví al lugar y me senté de nuevo en el escritorio.
Busqué algo relacionado con lo que me había sucedido hace un rato.
Al estár dentro de la página la información del contenido que logré ver decía exactamente;
"Cómo poltergeist se denomina el fenómeno paranormal que consiste en el aparente movimiento, desplazamiento o levitación de objetos, así cómo la irrupción de golpes, sonidos u otros eventos inexplicables"
––Aparentemente esto dice la verdad. ––Le dí un sorbo al café.
"Paranormal" buscaré sobre el tema.
Volví a pasar mis dedos por el teclado hasta encontrar algo asociado con el tema.
Ésta información decía;
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La Quinta Habitación »Shawn Mendes«
Fanfiction❛Hay una habitación, al que el infierno llama su hogar. Dónde habita uno de los demonios más poderosos. El hijo del Diablo.❜ PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. [Publicada el 14 de enero de 2018]