Capítulo 40 ❝Vivo❞

5.1K 808 311
                                    

––Tan vivo.

Murmuró el castaño, haciendo qué una expresión de confusión se reflejara en mi rostro, y automáticamente mis cejas se bajaran levemente.

––¿Tan vivo? ––Pregunté aún confundida por su genuina respuesta, así qué decidí interrogarlo un poco.

––Nunca me había sentido tan 'humano'–– Cerró inhalando con suavidad, para seguido protestar las siguientes palabras. ––¿Puedes creerlo?, es algo qué me cuesta creer. Cualquier demonio cómo yo debería estar capturando almas, no haciendo actividades de personas comunes y corrientes. Estás sacando una versión diferente de mí, ¿Cómo lo haces?, ¿Qué me hiciste?

Preguntó, por lo qué sólo me límite guardar silencio y probar aquella mezcla espesa con un dulce y agradable sabor.

––Yo.. no sé Shawn, no hice nada.–– Me encogí de hombros, provocando qué una mueca de lado se formara en los rojizos labios del castaño.

––Eres la primera persona qué..

Volvió a hacer un incómodo silencio, sin lograr saber qué palabras decir.
El jóven se miraba algo confuso, y sin alguna manera de expresar exactamente qué era lo qué estaba sintiendo.

––Qué me ha hecho sentir cómo sí estuviera vivo de nuevo.

Añadió, para seguido mirar cómo apartó su mirada de mí, y la colocó hacía abajo, haciendo ver sus pies cubiertos por unos zapatos color negro forrados de cuero.

––Y tengo miedo, porque no sé qué carajo pueda pasar.
Mi padre estaría decepcionado de mí sí ve qué me ocurre ésta estupidez. Ahora mismo no puedo pensar con claridad. Me dejas sin nada qué decir, y con más qué pensar.

No supe qué responder ante sus recientemente dichas palabras, por lo qué decidí ignorarlas y trasladarme a otro tema en el qué pudiese hablar libremente sin necesidad de trabarme o quedarme sin nada más qué decir.

––¿Te gusta tu helado?, ¿Cómo sentiste el sabor a chocolate? ––Pregunté, observando cómo el más alto relamió sus labios rápidamente ya qué al lamer su helado le había quedado un poco de la mezcla reposada sobre éstos.

––Qué, oh, sí.
Aunque al principio se miraba cómo un pedazo de excremento, pero después noté qué sabía bien. –– Masculló observando reloj qué tenía sobre la muñeca derecha de su mano. ––¿No crees qué es algo tarde para andar dando vueltas por este extraño mundo?, deberíamos estar en casa. No lo sé, me hace falta encerrarme en mi mundo, y estar en el ambiente en el que me he acostumbrado a estar por siglos.–– Añadió el castaño, sin aún hacer contacto visual con mí persona, simplemente trataba de no observarme mucho. No sabía porqué, pero en mi mente había una qué otra conclusión.

––Sí, tienes razón, supongo qué sería mejor estar en casa. El tiempo se me ha pasado muy rápido.–– Confesé, para seguido de segundos terminar de digerir mi copa de helado.

Shawn ya había terminado su helado, por lo qué decidió pasar su mano dos veces de arriba había abajo por su abdomen, sobando el área.

––¿Nos vamos? ––Cuestionó admirando momentáneamente como ambos habíamos acabado aquella exquisita mezcla.

––Sí, creo qué ya podemos irnos.

Cuando respondí a su pregunta el castaño simplemente movió su cabeza escasas veces de arriba hacia abajo, asintiendo.

Al cruzar una de las cuantas calles notamos que por allí iba a pasar un taxi que nos podía guiar a nuestro destino, por lo que procedí a llamarle;

––¡Taxi!–– Subí mi mano y la meneé un par de veces para qué el conductor me notara. ––¡Taxi!–– Exclamé, volviendo a repetir la frase anterior, pero al parecer aquél conductor no escuchaba ni lo mínimo qué le decía. Parecía qué estaba en otro mundo.

––¡Hey, maldito sordo! ––Añadió el castaño, alzando un poco su grave voz, provocando qué el tipo dirigiera su mirada rápidamente hacía nosotros.

Fue más fácil de lo que creí.

En un par de segundos aquél automóvil con una pequeña señal en forma de una especie de cono con la palabra 'Taxi' se estacionó enfrente de nosotros.

––Me gustaría qué repitieras aquello qué dijiste, insulso.–– Habló el hombre qué conducía el auto con una mirada retadora. Ha de estar muy loco para estar retando a Shawn.

––Lo único qué se repetira serán las consecutivas veces qué mí puño impactará contra tu rostro, y quebrará todos y cada uno de tus miserables y débiles huesos. ––Contestó el castaño, sonriendo con una pizca de malicia.
Mientras qué una fría mirada se reflejaba en los ojos de aquél hombre.

Las veces qué he visto sonreír a Shawn a sido de esa manera tan inquietante. Sí pudiesen observarlo a cómo yo lo hago posiblemente no sería la única qué saldría corriendo.

––¿Quién te crees tú?, eres simplemente un estúpido más en la sociedad.–– Una carcajada sarcástica se desbordó de los labios del hombre, provocando qué Shawn lo fulminara con su penetrante mirada.

Hasta yo pude sentir cómo él deseaba arrancarle los órganos, y lanzarlos hacía un pozo de lava ardiente, pero pudo contenerse de aquello.

––No te atrevas a contestarme, porque cuándo note qué uno de tus patéticos comentarios aumentan mí ira, lo lamentarás.–– Murmuró, haciendo qué el chico abriera su boca para hablar, pero de inmediato el castaño logró pausarlo. ––Lamentarás haberme contestado, y lo sé muy bien, Mike.

––Qué, ¿Y tú comó sabes mí nombre?, enfermo.

––Yo lo sé todo, amigo. ––Confesó para seguido acercarse hacía él y dejar un golpe con ayuda de sus puños sobre la puerta del vehículo.
Provocando qué la latas se arrugaran y se hundieran un poco.

––Felices dos días de vida. ––Murmuró el castaño, y tomó mi brazo, para seguido caminar hacía otro lugar.

Oh no.

––Creo qué deberíamos tomar otro medio de transporte. ––Añadió con su semblante serio debido a aquello qué había sucedido anteriormente.–– O bueno, otro taxi en el qué no se suba cualquier idiota sin la mínima idea de lo qué está haciendo.

––Excelente, vámonos.

La Quinta Habitación »Shawn Mendes«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora