«¿Lo eres?»
Este guardó silencio por unos segundos, y con su rostro congestionado me miró de una manera intimidante.
––¡Sí!, ¡Mierda! ––Respondió con un todo fuerte de voz–– ¿Eso era lo qué querías escuchar, Eh Heather? ––Se acercó a mí y seguido de ello colocó sus dos grandes manos al lado de mí cuerpo.
Me limité a guardar silencio, mirando directo a sus ojos sin vida.
Sabía qué Shawn y Roseanne ocultaban algo, era simplemente una pregunta qué invadía mi cabeza, y ahora qué el mismo Shawn decidió responder aquella pregunta tan difícil para él, todas mis dudas desaparecieron.
––Oh, creo qué olvidé encargarme de tí. ––Sonrió macabro–– No sólo tú serás la qué jugará mi juego.
Le miré con confusión, frunciendo mi ceño ante sus palabras, buscando alguna explicación para ello.
––¿De qué hablas? ––Pregunté extrañada––.
Este tiró de una soga qué movía los ganchos, y al hacerlo, cuatro chicos y contando chicas, salieron enganchados a aquellos herrumbrados ganchos, con sus pies atados y sus manos arriba de su cabeza, para mantenerlos inmóviles.
Estos gemian de dolor, y sollozaban de una manera dolorosa, cómo sí todo lo qué pudieran experimentar fuera dolor.
––Muy bien–– Articuló el castaño, clavando un cuchillo tamaño medio en una pequeña mesa de madera ––Hoy jugaran un juego conmigo. ––Añadió mirando a cada una de sus víctimas.
Este apretó un pequeño botón qué estaba cerca del interruptor, y una vara de metal llena de objetos punzo cortantes.
Al apreciar aquellos objetos todos nos empezamos a alarmar, de manera en la qué Shawn sintiera cómo el miedo recorría nuestras venas.
––Les diré en qué consiste el juego de hoy–– Hizo una breve pausa ––¿Ven estos objetos de acá?–– Preguntó señalando los cuchillos, tijeras, destornilladores, cuchillas, y demás metidos en una pequeña boquilla. ––Esos objetos serán disparados cada quince segundos, mientras qué ustedes serán llevados en línea recta, atados a esos ganchos–– Contestó haciendo qué dos puertas qué estaban de lado izquierdo y derecho de los qué se encontraban atados en la esquina, se abrieran–– Los ganchos se moverán consecutivas veces, y el qué esté enfrente de las boquillas cuándo los quince segundos se terminen, serán penetrados por al menos uno de estos objetos, hasta ocasionarles una hemorragia interna, provocando una muerte lenta y dolorosa–– Río con malicia, cómo si disfrutara de nuestro dolor.
Algunos de los chicos y chicas qué se encontraban atados comenzaron a moverse, para tratar de "soltarse" de aquellos agarres, pero se les hacía prácticamente imposible.
––Qué empieze el juego.
Al decir aquellas palabras, mi corazón se heló, tanto, qué hasta podía sentir cómo mis pulmones se iban enfriando junto con este.
Los ganchos se empezaron a mover, llevándonos en la misma dirección, una y otra vez.
Shawn tenía un pequeño reloj qué marcaba cuántos segundos faltaban, y cada qué pasaba un segundo, los movimientos se iban tornando cada vez más lento.
Podía sentir cómo los segundos se transformaban en horas, sentía qué esto nunca iba a acabar.
Sólo se podía escuchar estruendoso "tic tac" del reloj.
Faltaban sólo cinco segundos, para qué algunos de nosotros sufriera de aquél horrible dolor.
––Tres..–– Soltó el castaño, mientras qué todos soltabamos algunos gritos de horror ––Dos–– Fijó su mirada en nosotros, y nos entregó una sonrisa cínica.
––Uno.
Los movimientos de los ganchos pararon en seco, y la boquilla con aquellas además bajaron, apuntando hacía la siguiente víctima, una chica pelinegra, qué se encontraba justo al lado de mí.
Los chicos gritaron, mientras qué lágrimas salían de sus ojos, de manera descontrolada.
Un segundo después los objetos inmediatamente salieron disparados por aquél orificio, y fueron clavados directamente al abdomen de esa pobre chica, provocando qué con cada segundo que pasara perdiera litros de sagre.
Hasta qué esta muriera unos momentos después.
El castaño reactivó el movimiento de aquellos ganchos, y volvió a cronometrar el reloj, colocando nuevamente quince segundos.
Sentimos cómo nuestros cuerpos se empujaron levemente hacía la derecha, mientras qué aquel "tic tac" seguía retumbando en mí cabeza.
El tiempo pasaba más lento de lo qué creía, y el dolor más intenso de lo qué podía imaginar. Todo es una pesadilla, tanto aquí, cómo en el mundo exterior.
Miré nuevamente el reloj, y tan sólo faltaban seis segundos para el final de uno de nosotros.
Sólo sobraban cuatro personas, contándome a mí.
Alguna de nosotras iba a morir, y eso lo sabíamos perfectamente, sabíamos qué alguna de nuestras vidas estaba en juego, y no podíamos hacer nada para imperirlo.«Tan sólo dos segundos más»
Dos segundos, para qué aquellos metales fríos traspasaran el cuerpo de alguno de nosotros.
«Sólo un tic tac más»
Oh, no.
––Tic, tac.
Los ganchos volvieron a parar, y seguidamente, las armas incorporadas en esa boquilla salieron de una manera veloz, hacía diferentes lugares del cuerpo de un chico.
Una navaja se encontraba clavada en su ojo, un cuchillo de cocina en su estómago, provocando qué algunos de sus intestinos quedaran al aire, y sangre saliera a cantidades enormes por la gran herida. Un atornillado en su pecho, justo en su corazón, haciendo qué este para y le provocará una muerte instantánea.
La sangre de el difunto chico salpicó en todos nosotros, incluyendo a Shawn, pero a él no le importaba mancharse las manos con sangre ajena, sólo le importa el sufrimiento de los mortales. Y la satisfacción qué ello le provoca.
Muchos vivimos por la salud, el agua, etcétera, pero él vive del sufrimiento y el dolor de los demás. Vive de lo qué algún día le llegaron a causar.
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La Quinta Habitación »Shawn Mendes«
Fanfiction❛Hay una habitación, al que el infierno llama su hogar. Dónde habita uno de los demonios más poderosos. El hijo del Diablo.❜ PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. [Publicada el 14 de enero de 2018]