Capítulo 4 ❝Oscuridad❞

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1 semana después. |Viernes por la noche|

Fuí a mi habitación y me recosté en la cama.
Hasta quedar completamente dormida, debido a mí cansancio acumulado.

Escuché mí teléfono vibrar así que inmediatamente lo tomé y me encontré con una llamada de Brianna.

––Hey, ¿Puedo llegar a tu casa? ––Preguntó la rubia por detrás de la línea.

«Estaba durmiendo.»

––Claro, ¿Por qué no?

––Vendré en unos minutos–– Mantuvo silencio ––Te dije que iba a venir una vez por semana–– Una pequeña risilla se escapó de sus labios.

––Vale, te esperaré. ––Colgué la llamada.

Fuí a limpiar un poco la casa, ya que éstos últimos días no se ha podido mantener limpia u ordenada, por el hecho de qué mí persona pasa algo agotada la mayoría de veces.

Después de unos minutos pude diferenciar cómo sonó el timbre, así qué procedí a abrir.

––Llegué–– Suspiró algo agotada ––No pude llegar en auto porque ayer este averió–– Hizo una mueca de lado.

––No te preocupes–– Sonreí sin mostrar mis dientes ––Ahora entra–– Me corrí para que tuviera ingreso a la casa.

––¿Ha estado todo en orden? ––Preguntó mirando la habitación.

––Estos días han estado pasando cosas extrañas–– Mojé mis labios ––No he podido conciliar el sueño–– Empecé a decirle una por una las cosas que han estado pasando ––Cada vez que logro mirar algo los demás no lo pueden ver, sólo yo.

––Eso es un tanto extraño–– Subió la comisura de sus labios ––En esta casa han de haber fantasmas–– Carcajeó ––O tal vez demonios–– Fingió un gesto de asombro.

––No seas tonta–– Reí dando un leve golpe en su brazo ––No creo en los "demonios"–– Hice comillas con los dedos.

––¿Por qué no crees en los entes malignos? ––Preguntó.

––Me parece algo estúpido–– Agarré una lata de cerveza y la comencé a beber ––E irreal–– Confesé.

––En eso no tengo nada en común contigo–– Soltó una carcajada ––Desde pequeña he creído en los fantasmas y cosas así.

––Te haré una pregunta parecida, pero con unos términos diferentes–– Parpadee rápidamente ––¿Por qué crees en los "entes malignos"?

––Creo en ellos porque he vivido experiencias paranormales–– Mordió su labio inferior ––Y supongo que si existe el Diablo también deben de existir sus demonios.

«¿Tendrá razón?»

––Es el creer de cada una ––Encogí los hombros y le brindé una leve sonrisa.

Me levanté para ir a arrojar la lata de cerveza al cesto de basura.

––Heather ––Empezó a retrodecer.

––¿Qué pasa? ––Pregunté dirigiéndole la mirada.

––¿Lo vez? ––Preguntó posando su vista hacía la nada.

––¿Ver qué? ––Reí tomándolo por broma.

––¡Oh Dios mío!–– Sus ojos se cristalizaron ––Hay alguién allí–– Señaló.

––Esto no es gracioso Brianna ––Fruncí el seño algo molesta ––Ahg, aquí huele demasiado mal–– Arrugué mi nariz.

––Está parado detrás de ti–– Comenzó a temblar ––Y te está observando–– Dejó caer una lágrima.

Sentí una descarga eléctrica recorrer mi cuerpo y giré mi cabeza con lentitud hacía atrás.

Brianna comenzó a gritar y luego las luces de la casa se apagaron.

«Oh no, oscuridad no»

No puedo observar nada, todo está completamente obscuro.

«Malditasea»

––Brianna, ¿Dónde estás?–– Gesticulé moviendo mis manos de un lado hacia otro para poder decifrar el lugar donde esta permanecía.

––¡Heather!–– Gritó ––¡Heather, ¿Estás ahí?–– Preguntó seguido de chocar con un mueble.

Comencé a escuchar pasos de una tercera persona.

––Quédate quieta. ––Ordené.

––¿Escuchas eso?–– Preguntó junto con sollozos ––Son pasos.

––Los escucho–– Afirmé apoyándome sobre la pared ––Y van hacía ti.

Un silencio consumió la casa, dejando sólo el sonido del viendo moviendo las hojas de los árboles.

––¿Brianna?, ¿Me escuchas?

Escuché un fuerte portazo y los gritos de Brianna por detrás de esta.

Un fuerte rechinido empezó a acoplarse en mis oídos, haciéndo que quedara aturdida.

––Heather, ¡Auxilio! ––Suplicó con impaciencia.

Corrí con desesperación hacía todos lados, sin importar que me golpeara con alguna que otra cosa.

––¿Dónde estás?–– Alcé la voz ––No te puedo ver.

––¡Hay fuego Heather!–– Sus sollozos eran cada vez más fuertes ––¡Ayúdame, me quemo! ––Comenzó a soltar gritos desgarradores mientras daba golpes en la puerta para poder salir.

–– Dios mío. ––La impaciencia que se encontraba en mi cuerpo fue la principal causa del por qué mis ojos se encontraban humedecidos.–

–– Me duele. ––Añadió con un fuerte tono de voz, tratando de captar mi atención.— Heather, ayúdame.

Una fuerte de luz roja se desprendió de la quinta habitación, por las horillas del marco de la puerta.

Es fuego.

La puerta de movía de atrás hacía adelante, y la manija temblaba con brusquedad.

Brianna está ahí adentro.

«¿Cómo se ha metido ahí? La puerta no se puede abrir»

Empecé a dar fuertes golpes a la puerta para tratar de abrirla, pero fué en vano.

Tomé un bate de madera que tenía cómo adorno, ya que la luz del fuego iluminaba toda la casa.

Dí fuertes golpes y traté traté de derribar la puerta, pero me era imposible.

Parecía no hacerle ningun efecto. Cualquier puerta normal ya se hubiera caído.

––Heather. ––Su último llamado fue el que principalmente logró escucharse, pues aquél había sido expulsado de sus labios con un desgarrador tono de voz.

Las respectivas risotadas de una tercera persona comenzaron a escucharse por la amplitud de mi vivienda. Luego de aquello, los gritos de la joven rubia cesaron.

––Lo lamento, Brianna. ––Apoyé mi cabeza la sólida madera de la puerta, sin esperanza alguna. Sentí como mis pulmones comenzaron a congelarse, mientras mi corazón se contraía mediante se presentaban los segundos.

El fuego paró y la luz volvió a regresar, dejando todo a la normalidad.

––¿Por qué?, Malditasea. ––Golpeé la puerta, una y otra vez, hasta el pleno borde de desgarrar la piel de mis nudillos.

«Ha muerto»

La Quinta Habitación »Shawn Mendes«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora