Capítulo 27 ❝¿Quién es?❞

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Decidí desatar un profundo llanto, mientras provocaba una risa maliciosa por parte de Shawn.

––Y sí, aquí llegan a dar todos aquellos mortales qué estarán condenados por el resto de sus vidas, condenados a un fuego eterno–– Murmuró el castaño, y seguidamente miró a su padre.

Este se encontraba aún con trozos de carne en su boca, ya qué no había terminado de dirigir las piernas de su víctima.

Al observar esas escenas sentí un revoltijo en el estómago, haciéndome tener ganas de vomitar por milésima vez.

Shawn tomó mi camisa, y apretó la tela de esta, arrugandola por completo, observando cómo este comenzababa convertirse en una sombra negra, junton conmigo.

Mediante inhalaba el olor qué esta producía sentía cómo mis párpados se cerraban poco a poco involuntariamente, hasta caer dormida en un sueño profundo.

Pasaron varios segundos, y pude sentir cómo mi cuerpo levitaba sobre la nada, hasta sentir una fuerte presión en el pecho qué e hizo abrir los ojos inmediatamente.

Solté un grito al no saber lo qué ocurría, hasta qué por fin pude observar qué estaba dentro de aquella habitación.

¿En qué momento había llegado ahí?

Shawn me tomó de los pies, y me llevó arrastrada hacía donde se encontraban los ganchos, y me ató de pies y manos en estos, cocando la soga, cortando el paso de sangre qué tenía en ese momento, haciendo que mis manos se tornaran de un color morado.

Gemí del dolor, y le volví mirar con una mirada de confusión, provocando una sonrisa malévola se pintara en sus labios.

––¿Qué harás?–– Pregunté, y abrí mis ojos cómo plato al mirar cómo tomó una de sus armas blancas ––¿Qué carajo me harás? ––Dije casi la misma pregunta anterior, sólo qué con otros métodos.

––Quiero tomar tu sucia alma.

Al escuchar cómo de su boca salieron esas palabras mi piel se erizó por completo, provocándome un escalofrío al sentir aquellas sensaciones.

Un viento leve empezó a resoplar por el lugar, haciendo qué las hojas de algunos cajones se abrieran, y al salir un papel periódico volando por los aires pude divisar una foto de Roseanne, pegada en aquél papel periódico.

Este cayó al suelo sin qué Shawn se diera cuenta, y quedó en un lugar en el qué podía leer perfectamente lo qué decía.

Al leer todas aquellas líneas recordé qué eso era lo mismo qué había leído días anteriores.

Flashback.

Me acerqué al cajón y miré un periódico que no estába ahí antes.

––¿Qué hace esto aquí? ––Tomé este con mis manos y comencé a pasar hoja por hoja.

Al pasar la trigésima hoja me encontré con un dato que me dejó boquiabierta.

"Roseanne Jernigan, conocida cómo "La bruja Negra" Una de las brujas más poderosas.
Se dice que estuvo en una relación con Satanás, ya que varios medios lo han rumoreado. La famosa Roseanne corfirmó que en una de sus sectas satánicas el "Diablo" se presentó y la escogió a ella, para darle el poder que ningúna de las demás brujas podía tener. Luego formó un vínculo más poderoso con él y llegó a ser su mujer"

Fin del flashback.

Mi mente se nubló por completo y seguido adquirió aquél reconocimiento, uno lo suficientemente algo cómo para cuestionar a Shawn.

––¿Quién es Roseanne Jernigan?–– Pregunté, y este dejó caer el cuchillo qué tenía en sus manos y apretó su mandíbula, dejándose a notar sus dientes remarcados en esta.

––¿Te importa? ––Preguntó de una manera arrogante.

––Oh sí, la famosa "bruja negra"–– Hice comillas con los dedos y seguido este me fulminó con la mirada ––¿Acaso sabes quién es esa señora? ––Añadí con un tono de voz alto.

––Deja de mencionarla, malditasea. ––Golpeó las maderas de su mesa y esta se despedazaron en cientos de fragmentos.

––¿Qué te pasa Shawn?–– Añadí en un tono sarcástico --¿Sucede algo?

––Te dije qué ya basta–– Cos sus dos puños estampó estos el muro de cemento qué tenía a su lado, haciéndolo caer en pedazos.

Sabía qué estaba desatando su furia, pero quería hacerlo hablar aunque después sabía qué iba a morir.

«Tengo qué hacerlo hablar, tiene que hablar»

Cerré los ojos, y después de ello empecé a traer a memoria algunos de los recuerdos qué viví antes de ser atrapada en esta maldita habitación.

Forcé a mí cerebro para qué recordara con suma claridad los hechos sucedidos aquella vez en la qué pude hablar unos minutos con Roseanne.

Flashback.

––Odio esa maldita casa–– Tamborileo sus dedos por su pierna derecha, dejando ver sus uñas largas y podridas ––Y los malditos demonios que habitan en ella.

––¿De qué habla señora?–– Fruncí el seño ––¿Qué tiene contra la casa?

––¿Acaso no te diste cuenta niñita?–– Rió mostrando sus dientes amarillos y astillados ––Es la quinta habitación–– Hizo una larga pausa ––La famosa habitación del infierno.

––¿Cómo sabe usted eso, eh?–– La miré de arriba hacía abajo ––Tú no sabes nada.

––Porque adentro.. ––Guardó silencio.

––¿Adentro?

Fin del flashack.

Al recordar aquello pude obtener una pregunta qué dejará a Shawn contra la espada y la pared, pero no sabía cómo podía reaccionaran al hacerla.

Símplemente me dió igual, y decidí abrir la boca decidida, para articular las palabras qué iban a componer la pregunta.

––Así qué..–– Hice una breve pausa ––Shawn, ¿Eres hijo de Roseanne Jerningan?–– Solté de golpe, provocando qué sus ojos se tornaran del típico color oscuro qué me había acostumbrado a ver desde el primer día en qué lo miré por primera vez.

«¿Lo eres?»

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La Quinta Habitación »Shawn Mendes«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora