Mí mente se nubló por unos segundos, tratando de pensar en qué lugar podría dormir aquél chico.
No había nada más qué una cama, y sí, era la de mí habitación. Estaba plenamente segura de qué sería incómodo dormir con un chico en la misma cama, pero no había otro remedio.
Hubiese optado por dormir en el sillón sí es necesario, pero odio dormir en ése lugar, se me hace incómodo, así qué lo más seguro es qué desee dormir en la cama.
––Tú..–– Coloqué mí mano sobre mí nuca, y dejé escapar un diminuto suspiro. ––Dormirás en mí habitación.
––¿En tu habitación? ––Preguntó con curiosidad en su mirada, mientras qué sus dos cejas se elevaban levemente.–– Oh, está bien.
Asentí con la cabeza de una manera lenta, y seguido tomé su brazo con ayuda de mí mano derecha, para después caminar directo hacía aquella habitación en la qué no había dormido por mucho tiempo.
––La cama es espaciosa, creo qué así no será un problema para los dos. ––Una pequeña risilla se desbordó de mis labios, pero a los segundos volví a colocar aquél semblante serio.
Subí a la cama, colocándome boca arriba, mientras qué mi cabeza posaba sobre una cómoda almohada.
Giré mi cabeza hacía la derecha, encontrándome con Shawn parado justamente enfrente de la cama.––Vamos, acuéstate. ––Murmuré, provocando qué el castaño formulara una diminuta sonrisa de lado.
––Hay qué apagar las luces primero.–– Agregó, presionando el interruptor qué había al lado del marco de la puerta, haciendo qué las luces de la habitación se apagaran automáticamente. ––Perfecto.
Segundos después, sentí una especie de presión sobre la cama, indicándome qué el castaño ya había optado por acostarse al lado mío.
Sentí cómo mí cuerpo era arropado con la fina manta qué se localizaba justamente abajo de nuestros pies, lo qué hizo qué aquél frío qué helaba mis huesos se desvaneciera con el pasar de los segundos.
––Buenas noches, Shawn. ––Susurré dándome la vuelta, quedando a espaldas de él.
––Buenas noches, Heather.
El castaño después de las dichas palabras decidió guardar un extenso silencio.
Mis ojos se encontraban abiertos, aunque no pudiese ver ni mí propia figura. Mis menge no podían evitar pensar en cómo aquél chico dormía en mí misma cama.
Nunca llegué a imaginar qué un demonio estuviese durmiendo a mí lado.Decidí apartar aquellos pensamientos, y concentrarme en dormir, pero a pesar de ello era inevitable no pensar en aquello.
Shawn ya se encontraba durmiendo, no tenía idea de cómo logró dormirse más rápido qué yo, ¿No era qué odiaba dormir?
Me encogí levemente de hombros, y decidí cerrar finalmente mis ojos, y concentrar a mí cerebro para qué éste pudiese descansar correctamente, ya qué en varias noches no pudo tomar aquellas horas de descanso qué se le hacen necesarias.
Sentí una especie de presión sobre mí cintura, lo qué provocó qué mis ojos se abrieran de inmediato. Con sumo cuidado toqué con mí mano aquella cosa qué se encontraba posada contra mí cintura, y pude detectar qué se trataba del fuerte brazo de aquél chico.
Mí piel se erizó el sentir el tacto de su piel contra la mía, pero decidí ignorar todo aquello qué se paseaba por mí mente.
Supongo qué no tenía nada de malo qué éste me abrazara.
Segundos después sentí cómo sus brazos me envolvieron mayormente. Tal vez lo hacía porque estaba inconsciente, ya qué se encontraba en su proceso de descanso, pero eso no ayudaba a qué mí mente se pudiese concentrar en dormir.«Vamos Heather, duerme.»
[…]
Al llegar la mañana un molesto rayo de sol impactó contra mí rostro, debido a qué la ventana se encontraba levemente abierta. Solté un pequeño quejido, y tallé mis ojos con ayuda de mis manos.
Bostecé un par de veces, y finalmente pude despertar.
Giré mí cabeza unos cuantos grados a la derecha, y noté qué Shawn no se encontraba allí. Sólo pude ver cómo las sabanas se encontraban algo desacómodadas.Fruncí mí seño confundida, y decidí levantarme de la cama de manera perezosa. Coloqué mis peculiares zapatillas, y caminé directo hacía la sala, moviendo mí cabeza hacía ambos lados, para poder localizar a aquél castaño, pero lo extraño es qué éste no se encontraba allí.
––¿Shawn?–– Pregunté, seguido de hacerme un sencillo moño en mí cabello. ––¿En dónde estás?
Rebusque por la mayoría de la casa, pero en ningún lugar había rastro de él. Sólo me faltaba un lugar más por revisar. La cocina.
Mis pasos se dirigieron directo hacía aquél lugar, pero pararon en seco al encontrarme con Shawn. El jóven se encontraba de espaldas, manejando una pequeña tostadora qué se encontraba justamente al lado de la cafetera. Su cuerpo estaba sólo cubierto por sus pantalones color negro, lo qué hizo qué mí garganta se secara levemente. ¿En dónde está su camisa?
Mí mirada no podía apartarse de los músculos de su espalda, y de aquél fuerte dorso, todavía no encontraba explicación alguna del porqué me quedé hipnotizada por aquello.
Mí cuerpo no movía ni un sólo músculo, solamente se encontraba paralizado en la entrada de la cocina.
El jóven todavía no notaba mí presencia, hasta qué decidió voltear hacía dónde mí, provocando qué mí cuerpo pegara un pequeño brinco.
––¿Qué hacías? ––Preguntó, entrecerrando levemente sus ojos, pero seguido logró formular una ligera sonrisa en la comisura de sus labios. ¿Qué?, ¿Acaso había sonreído?
Mí mirada bajó unos cuantos centímetros a su abdomen trabajado, pero ésta se desvío de allí lo más rápido posible.
––¡Shawn! ––Añadí, alargando la 'a', cómo si nada hubiese pasado.–– No, no, no hago nada, ¿cómo crees?,
sólo te andaba buscando, ya qué no te había hallado la cama. ––Una risilla nerviosa se escapó de mis labios, provocando qué el interior de mí me diera una bofetada por estupefacta.–– Y bien, ¿Qué haces?––Muy bien..–– Hizo una breve pausa. ––Preparaba el desayuno, el estómago me empezó a crujir y éso me dió una señal de qué tenía hambre.–– Colocó un plato con apróximadamente diez tostadas con mermelada incluída. ––Lamento haber usado tu cocina.–– Masculló creando una pequeña mueca de lado. ––Te hice desayuno también, ¿qué piensas de eso?
––No hay problema.–– Solté con rapidez. ––Excelente, admito qué también tengo hambre, así qué un desayuno elaborado por tí no vendría mal.–– Agregué. ––Por cierto, ¿Dónde está tu camisa?
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La Quinta Habitación »Shawn Mendes«
Fanfiction❛Hay una habitación, al que el infierno llama su hogar. Dónde habita uno de los demonios más poderosos. El hijo del Diablo.❜ PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN. [Publicada el 14 de enero de 2018]